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Se adelantó el martes 13 para Gimnasia

El albo vivió una noche de terror en el Gigante del Norte: lo ganaba 3 a 0 jugando sus mejores 20 minutos del torneo, pero cedió campo y pelota y Central Córdoba no perdonó, lo dio vuelta y le pegó un baile monumental. No hubo rebeldía ni reacción. 
Lunes, 12 de febrero de 2018 00:10

A Gimnasia se le ahogó la fiesta de carnaval en la lluvia porque el que mejor apretó el pomo fue un Central Córdoba plagado de jerarquía, que remontó un 0-3 en contra y terminó dándolo vuelta, ganando 5 a 3 y hasta haciéndole precio a un albo sin reacción, en el campo y en el banco.
El martes 13 se adelantó en la Vicente López con una noche de terror, una pesadilla inimaginada en aquel vendaval de los primeros 20 minutos. El albo desnudó una alarmante incapacidad para sostener una goleada a favor, una tétrica producción en el mediocampo, una fragilidad gigante a la hora de marcar y una lacrimógena actuación de una defensa permeable por todos los costados. Y, lo que es peor, demostró una más preocupante fragilidad anímica y emocional para dejarse abatir y desplomarse en cuestión de minutos. Y recibió una paliza que podría terminar hipotecando el futuro del equipo de Víctor Riggio en el octogonal y que hasta podría sepultarlo moralmente para lo que viene.
Es que Gimnasia tuvo un arranque soñado y liquidó todos sus cartuchos de entrada ante un ferro que parecía desconcertado. Y ese sprint inicial presagiaba una goleada memorable: al minuto Toledo hizo delirar a la bandeja. Y a los 12’, Motta, otra vez lo mejor, lejos, en un Gimnasia con niveles generales muy bajos, metió un pase quirúrgico para la corrida del “9” que fue interrumpida con una falta fuera del área que el árbitro Llobet vio adentro. Arraya cambió penal por gol y era el 2-0. Y a los 27’, tras otra excepcional habilitación del Gato, López Macri picó a las espaldas de todos y la pinchó con jerarquía ante la salida de Taborda. 3-0. ¿Liquidado? Ni ahí. Gimnasia se retrasó y cometió el peor pecado: cederle el campo y la pelota a los que saben. Y a su juego lo llamaron al equipo de Coleoni, que tiene intérpretes de sobrada jerarquía para hacer circular el balón. Y cuando lo hicieron, volvieron locos a todos, por el medio, por los costados. Con el agravante que Raúl Poclaba fue un fantasma en el medio que no marcaba ni paraba a nadie. Y partiendo de ese sector, Romero, Bucci y Ramírez -el mejor- se hicieron un festín. Y llegó el caos más pronto de lo imaginado: a los 37’ Cuevas cabeceó más solo que nadie y a los 41’ Vella le reventó el arco a un Leguiza que pese a comerse cuatro, salvó varias veces al albo en ambos tiempos de una catástrofe peor. Llegó el complemento y la reacción no llegó adentro ni afuera, porque Riggio demoró una eternidad en cambiar y siguió haciendo pasear a Poclaba por el medio. La visita aprovechó todos los errores y se vino la noche: Vella, de penal (3’), otra vez Cuevas (7’) y Ramírez con un golazo sentenciaron la historia ante un Gimnasia que solo fue una ráfaga inicial, nunca supo manejar una goleada a favor y se dejó devorar por un equipo de mayor jerarquía.
 

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A Gimnasia se le ahogó la fiesta de carnaval en la lluvia porque el que mejor apretó el pomo fue un Central Córdoba plagado de jerarquía, que remontó un 0-3 en contra y terminó dándolo vuelta, ganando 5 a 3 y hasta haciéndole precio a un albo sin reacción, en el campo y en el banco.
El martes 13 se adelantó en la Vicente López con una noche de terror, una pesadilla inimaginada en aquel vendaval de los primeros 20 minutos. El albo desnudó una alarmante incapacidad para sostener una goleada a favor, una tétrica producción en el mediocampo, una fragilidad gigante a la hora de marcar y una lacrimógena actuación de una defensa permeable por todos los costados. Y, lo que es peor, demostró una más preocupante fragilidad anímica y emocional para dejarse abatir y desplomarse en cuestión de minutos. Y recibió una paliza que podría terminar hipotecando el futuro del equipo de Víctor Riggio en el octogonal y que hasta podría sepultarlo moralmente para lo que viene.
Es que Gimnasia tuvo un arranque soñado y liquidó todos sus cartuchos de entrada ante un ferro que parecía desconcertado. Y ese sprint inicial presagiaba una goleada memorable: al minuto Toledo hizo delirar a la bandeja. Y a los 12’, Motta, otra vez lo mejor, lejos, en un Gimnasia con niveles generales muy bajos, metió un pase quirúrgico para la corrida del “9” que fue interrumpida con una falta fuera del área que el árbitro Llobet vio adentro. Arraya cambió penal por gol y era el 2-0. Y a los 27’, tras otra excepcional habilitación del Gato, López Macri picó a las espaldas de todos y la pinchó con jerarquía ante la salida de Taborda. 3-0. ¿Liquidado? Ni ahí. Gimnasia se retrasó y cometió el peor pecado: cederle el campo y la pelota a los que saben. Y a su juego lo llamaron al equipo de Coleoni, que tiene intérpretes de sobrada jerarquía para hacer circular el balón. Y cuando lo hicieron, volvieron locos a todos, por el medio, por los costados. Con el agravante que Raúl Poclaba fue un fantasma en el medio que no marcaba ni paraba a nadie. Y partiendo de ese sector, Romero, Bucci y Ramírez -el mejor- se hicieron un festín. Y llegó el caos más pronto de lo imaginado: a los 37’ Cuevas cabeceó más solo que nadie y a los 41’ Vella le reventó el arco a un Leguiza que pese a comerse cuatro, salvó varias veces al albo en ambos tiempos de una catástrofe peor. Llegó el complemento y la reacción no llegó adentro ni afuera, porque Riggio demoró una eternidad en cambiar y siguió haciendo pasear a Poclaba por el medio. La visita aprovechó todos los errores y se vino la noche: Vella, de penal (3’), otra vez Cuevas (7’) y Ramírez con un golazo sentenciaron la historia ante un Gimnasia que solo fue una ráfaga inicial, nunca supo manejar una goleada a favor y se dejó devorar por un equipo de mayor jerarquía.
 

El resultado:


GIMNASIA    3    C. CÓRDOBA    5

M. Leguiza    (6)    C. Taborda    (5)
J. Hereñú    (5)    C. Díaz    (6)
G. Zuvinikar    (3)    A. Ferrero    (6)
J. Villarino    (4)    Vera Oviedo    (7)
N. Ibarlucea    (5)    M. Sánchez    (6)
López Macri    (5)    L. Vella    (7)
R. Poclaba    (3)    E. Romero    (7)
P. Motta    (7)    A. RAMÍREZ    (9)
F. Giménez    (5)    D. Bucci    (6)
J.J. Arraya    (5)    R. Cuevas    (7)
A. Toledo    (5)    C. Vega    (7)

DT: V. Riggio    DT: G. Coleoni

Goles: PT: 1’ Alejandro Toledo (GyT), 12’ Juan José Arraya -penal- (GyT), 27’ Nicolás López Macri (GyT), 38’ Héctor Cuevas (CC), 41’ Leandro Vella (CC). ST: 3’ Vella -penal- (CC), 7’ Cuevas (CC), 22’ Alfredo Ramírez (CC).

Cambios: ST: Inicio; Pablo Ortega (7) por Bucci (CC), 8’ Maxi López (5) e Ivo Chaves (6) por Hereñú y Giménez (GyT), 25’ Palacios Hurtado por Cuevas (CC), 29’ Luciano Herrera por Poclaba (GyT), 32’ Ismael Coll por Ramírez (CC).     

Jornada: 2º fecha
Estadio: Gigante del Norte    
Árbitro: Fabricio Llobet (5)
 

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