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Una pelea de M

Tras el cerco judicial que le ponen a Moyano, con la marcha solo busca medir fuerzas con el gobierno nacional. La opinión de Walter Neil Bühler. 
Miércoles, 14 de febrero de 2018 01:31

Gran pelea, gran. A la derecha del ring lo tenemos a Mmmauricio Mmmacri, alias “el vengador”; también a la derecha (los dos se sienten cómodos en ese sector) tenemos a Hugo Mmmoyano, “el rey del mionca”, que cuenta en su haber varias peleas ganadas contra un único adversario: “los trabajadores”, que le han permitido obtener jugosas y millonarias bolsas. Mauricio viene empatando al mismo adversario (incluidos los trabajadores jubilados). De esta pelea surgirá un seguro perdedor: el país. A Hugo lo llaman “el rey” porque ha fundado una monarquía que anda sobre ruedas apoyándose en su gremio Sindicato de Choferes Camioneros. No se sabe si la sigla la pensaron a propósito: “Sichoca”. Es como si el Sindicato de Controladores Aéreos se llamara “Sicae”. 
No es la primera vez en la historia que se pelean el presidente de un país con su máximo dirigente sindical. En Estados Unidos, fue épico el enfrentamiento entre Jack Kennedy y el poderoso dirigente sindical (también camionero) Jimmy Hoffa. Nuestro Hugo se queja de que Mauricio lo acosa con la Justicia; los Kennedy no tuvieron remilgos en reconocer que perseguían al corrupto gremialista. Robert “Bobby” Kennedy, hermano del presidente y fiscal general de los Estados Unidos lo persiguió durante una década y puso un equipo de 20 fiscales especiales exclusivamente para investigar al camionero y sus vínculos con la mafia y el lavado de dinero. Hoffa fue condenado a 15 años de prisión (indultado, previo soborno, por Nixon). En Argentina podrán ir presos diez o mil dirigentes sindicales, pero mientras no se modifique el esquema legal sustentado en la ley sindical y en el régimen de Obras Sociales, todo seguirá igual.

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Gran pelea, gran. A la derecha del ring lo tenemos a Mmmauricio Mmmacri, alias “el vengador”; también a la derecha (los dos se sienten cómodos en ese sector) tenemos a Hugo Mmmoyano, “el rey del mionca”, que cuenta en su haber varias peleas ganadas contra un único adversario: “los trabajadores”, que le han permitido obtener jugosas y millonarias bolsas. Mauricio viene empatando al mismo adversario (incluidos los trabajadores jubilados). De esta pelea surgirá un seguro perdedor: el país. A Hugo lo llaman “el rey” porque ha fundado una monarquía que anda sobre ruedas apoyándose en su gremio Sindicato de Choferes Camioneros. No se sabe si la sigla la pensaron a propósito: “Sichoca”. Es como si el Sindicato de Controladores Aéreos se llamara “Sicae”. 
No es la primera vez en la historia que se pelean el presidente de un país con su máximo dirigente sindical. En Estados Unidos, fue épico el enfrentamiento entre Jack Kennedy y el poderoso dirigente sindical (también camionero) Jimmy Hoffa. Nuestro Hugo se queja de que Mauricio lo acosa con la Justicia; los Kennedy no tuvieron remilgos en reconocer que perseguían al corrupto gremialista. Robert “Bobby” Kennedy, hermano del presidente y fiscal general de los Estados Unidos lo persiguió durante una década y puso un equipo de 20 fiscales especiales exclusivamente para investigar al camionero y sus vínculos con la mafia y el lavado de dinero. Hoffa fue condenado a 15 años de prisión (indultado, previo soborno, por Nixon). En Argentina podrán ir presos diez o mil dirigentes sindicales, pero mientras no se modifique el esquema legal sustentado en la ley sindical y en el régimen de Obras Sociales, todo seguirá igual.

La huelga del miércoles 21

Probablemente, el gremio de camioneros sea el más conflictivo, no solo en nuestro país sino a nivel mundial. De hecho España, Francia y Estados Unidos sufrieron drásticas huelgas de camioneros durante el año pasado. Quizá sea el crucial valor logístico de sus servicios el que permite esta fuerte amenaza de paralizar al país desde un solo sector. Llama la atención que esta grave decisión sea adoptada en forma imperial por Hugo y Pablo Moyano, sin siquiera aparentar que se consulta a las bases. Son los trabajadores los que perderán sus salarios y sufrirán el riesgo de ser sancionados; al menos podría consultárselos para saber qué piensan. Desde el punto de vista técnico-jurídico no hay dudas de que estaremos frente a una huelga claramente ilegal. Como pretendida huelga general no ha sido declarada por los órganos máximos del movimiento obrero. 
Ello a diferencia del paro nacional que tuvimos el seis de abril del año pasado que contó con la decisión unánime de los secretarios generales que conducen la CGT y otras centrales sindicales. Como huelga sectorial, no se reclama nada a los empleadores: ni siquiera se están discutiendo los nuevos salarios y no se encuentran particularmente amenazadas las fuentes de empleo de esa actividad.
Pensar que hace poco, en medio de la campaña electoral, Macri y Moyano se confundían en un abrazo, mientras inauguraban una esperpéntica estatua de Perón! De ese abrazo hoy solo queda en claro que se “confundían”.
 

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