Pese a que hace apenas dos meses subió la tarifa de taxis y remises, la Asociación de Taximetristas de Salta (Atasa) pide que haya una nueva readecuación del precio de la bajada de bandera y la ficha que se paga cada 100 metros.
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Pese a que hace apenas dos meses subió la tarifa de taxis y remises, la Asociación de Taximetristas de Salta (Atasa) pide que haya una nueva readecuación del precio de la bajada de bandera y la ficha que se paga cada 100 metros.
El argumento que están planteando desde este gremio es que los aumentos que hubo en el combustible en el último tiempo ya licuaron la suba del 16,5% en la tarifa que se aplicó a fines de diciembre pasado.
Consultado sobre cuanto sería el aumento que ellos están solicitando, afirmaron que están realizando un nuevo estudio de costos. En esta ocasión, la entidad gremial está trabajando con la Facultad de Ciencias Económicas de la UNSa.
"Queremos un estudio de costos real. El que hace la AMT no condice con lo que es realmente. Ellos no tienen en cuenta el precio real de nuestros autos y lo que gastamos a diario", aseguró Gerardo Vaso, titular de la Asociación de Taximetristas de Salta.
También dijo que la bajada de bandera no condice con el precio de la ficha, ya que en otras provincias la ficha cuesta el 10 por ciento de la bajada. "En Salta tenemos una bajada diurna de $20,39 pesos y la ficha es de $1,47, cuando tendría que ser de $2, por lo menos", afirmó.
El sindicalista aseguró que su sector tiene que afrontar un fuerte aumento que tuvo la tasa de fiscalización que pagan todos los años.
De acuerdo a lo que contó, en 2017 pagaron 1.460 pesos por este certificado anual que les otorga la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT). El tema es que este año este documento tiene un costo de 2.350 pesos. "No condice el aumento de más de 40% que tuvo este certificado con el aumento que tuvimos nosotros en la tarifa. Esto es un abuso", señaló Vaso. Con respecto a los controles, Vaso afirmó: "Nos hacen pagar una tasa de fiscalización y lo que menos hace la AMT es controlar al transporte ilegal".
También reseñó que la AMT no tiene más de 20 inspectores, cuando solo el municipio tiene unas 200 personas disponibles para salir a la calle.
El trabajador del volante consideró que eran mejores las épocas en que el control del transporte estaba a cargo de la Municipalidad, y pidió volver a esos tiempos, ya que señaló que sería más ordenado eso, y además que es una facultad inherente a la comuna, que no tendría que haber cedido a la Provincia.
"Es imposible y poco rentable nuestra actividad en la actualidad, ya que debemos competir con remises que vienen de otras provincias (como Jujuy), que vienen del interior de Salta y encima con los remises truchos que hay en los barrios. Así es imposible", reseñó.
La cantidad de competencia, hace que por las calles de Salta se vean a diario vehículos que no están en las mejores condiciones para prestar el servicio de transportar pasajeros.