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Comenzó el juicio por el caso del aborigen desaparecido en Río Negro

El joven fue arrestado en 2011 en un bolicheen la ciudad de Choele y Choel y nunca más se supo de él.
Jueves, 22 de febrero de 2018 00:00

"Quiero encontrar el cuerpo de mi hijo y llevarlo a Tartagal", expresó Gualberto Solano, con una sensación de profundo dolor, en el inicio del juicio por el secuestro y desaparición de Daniel Solano, ocurrido hace casi siete años, el 5 de noviembre de 2011, en la provincia de Rio Negro. Los rastros del joven aborigen de 27 años, nacido y criado en la comunidad de pueblos originarios de Cherenta (Tartagal), se perdieron en la madrugada del 5 de noviembre de 2011 cuando una patrulla policial lo sacó por la fuerza del boliche "Macuba", en la ciudad de Choele y Choel. A partir de ese momento nada más se supo de él.

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"Quiero encontrar el cuerpo de mi hijo y llevarlo a Tartagal", expresó Gualberto Solano, con una sensación de profundo dolor, en el inicio del juicio por el secuestro y desaparición de Daniel Solano, ocurrido hace casi siete años, el 5 de noviembre de 2011, en la provincia de Rio Negro. Los rastros del joven aborigen de 27 años, nacido y criado en la comunidad de pueblos originarios de Cherenta (Tartagal), se perdieron en la madrugada del 5 de noviembre de 2011 cuando una patrulla policial lo sacó por la fuerza del boliche "Macuba", en la ciudad de Choele y Choel. A partir de ese momento nada más se supo de él.

El trabajador "golondrina" se había trasladado a esa población del sur del país, junto a otros salteños, para la cosecha de manzanas. "Está probado que a Daniel lo hicieron desaparecer como represalia por los reclamos que venía haciendo a raíz de la política de superexplotación de la empresa multinacional contra los obreros norteños que contrata para esta actividad", expresó Sergio Heredia, abogado querellante de la familia Solano. Según el letrado, al muchacho lo arrestaron delante de sus amigos y compañeros de trabajo, con los que había concurrido al boliche bailable. A su juicio, los siete policías que están imputados procedieron como sicarios de la contratista Agrocosecha, proveedora de trabajadores temporarios para la poda, raleo y cosecha de las manzanas. "Agrocosecha es la operadora de la empresa Expofrut Argentina SA, una multinacional belga que monopoliza la producción, el procesamiento y la comercialización de la fruta en el sur", dijo Heredia.

Desde aquel 5 de noviembre los padres de Daniel Solano iniciaron el desesperado derrotero para saber qué pasó con el joven a 2.100 kilómetros de distancia de Tartagal. La querella denunció que detrás de la desaparición de Solano se oculta una mafia y oscuros negociados que estarían emparentados con el nacotráfico, la trata de personas y otro delitos. "El poder político y la Justicia están por estas mafias y esto explica por qué hubo tantas trabas para resolver la causa", sentenció el querellante.

El juicio en de Río Negro comenzó el lunes pasado y continúa hoy en medio de un clima de gran expectativa. La ciudadanía se solidarizó con la humilde familia Solano y lo propio ocurrió con la Iglesia Católica rionegrina que organizó una colecta para hacer frente a los trabajos de excavación en un jagel, donde se sospecha que el joven de la etnia guaraní fue arrojado tras ser torturado y asesinado por la policía.

En la jornada del lunes Gualberto Solano se encontró de frente con los acusados de golpear y asesinar a su hijo. En el banquillo de los acusados están los policías Sandro Gabriel Berthe, Pablo Federico Bender y Juan Francisco Barrera, como presuntos coautores del delito de desaparición forzada de personas en concurso real con vejaciones. Los otros son Pablo A. Albarrán Cárcamo, Pablo Roberto Quidel y Diego V. Cuello, presuntos partícipes primarios de desaparición forzada de personas e cumplimiento de los deberes de funcionario público. En tanto que Héctor C. Martínez está imputado como partícipe secundario de vejaciones, abuso de autoridad y falsedad ideológica.

Lo buscan en un profundo jagüel

Por estos días toda la expectativa de los habitantes de la ciudad de Choele Choel está centrada en las excavaciones que se están realizando en un jagüel en el campo de La Manuela, donde se sospecha que fue arrojado el cuerpo sin vida de Daniel Solano. Se trata de un pozo de más de cincuenta metros de profundidad taponado con basura, escombros y otros materiales. 
Según el diario Río Negro, muchas fueron las técnicas que se utilizaron para vaciar el jagüel, sin que se hayan obtenido los resultados esperados. Por ese motivo se recurrió al uso de herramientas ideadas en la zona del Valle Medio y de esa manera se están logrando mejores resultados. Un arpón fabricada en Choele Choel se transformó en la pieza clave para extraer basura acumulada. Gualberto Solano, el padre del joven, presenció la tarea de los operarios y luego de observar la gran cantidad de material que se extrajo su rostro se volvió a poblar de dolor. “Aquí ya no está, perdí todo”, expresó el hombre con un gesto de angustia.
El querellante Heredia se quejó por la excesiva demora en los operativos de excavación en el jagüel. Al mismo tiempo denunció verbalmente ante el juez Gustavo Gaviña que el pozo había sido adulterado. Más tarde el fiscal Daniel Zornita intentó llevar tranquilidad al letrado, al asegurar que por dentro el pozo no había sido modificado. También cuestionó el hecho de que la Justicia rionegrina no se haga cargo de los costos de los trabajos. “Esto cuesta más de dos millones; el Gobierno y la iglesia se comprometieron a hacer un aporte, pero el resto lo tendremos que poner nosotros”, expresó.

 
 

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