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El dólar es "el amigo más fiel", pese a los consejos en contra

Unas 3.600.000 de personas compraron el año pasado US$ 32.797 millones.En la era Macri, ahorristas se llevaron US$ 52.460 millones. Las Lebac no pueden con la divisa.
Jueves, 22 de febrero de 2018 00:00

Podría ser cierto, en coincidencia con explicaciones y pronósticos de algunos funcionarios nacionales, que la compra de billetes verdes no es tan buen negocio, si se tiene presente que en 2017 su precio subió menos que la inflación y tampoco pudo competir con las tasas en pesos que ofrecieron las Lebac.

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Podría ser cierto, en coincidencia con explicaciones y pronósticos de algunos funcionarios nacionales, que la compra de billetes verdes no es tan buen negocio, si se tiene presente que en 2017 su precio subió menos que la inflación y tampoco pudo competir con las tasas en pesos que ofrecieron las Lebac.

Sin embargo, ni las afirmaciones de los funcionarios ni los cálculos de rendimientos comparativos parecen haberle importado a la mayoría de los argentinos.

¿Cuántos hicieron oídos sordos? Unos 3,6 millones de personas. Esa cantidad de ahorristas es la que compró billetes verdes en los bancos a lo largo del año pasado, uno arriba del otro, según las estadísticas del Banco Central.

Ahora bien, si se acerca la lupa en el desglose de esos datos, se puede dar respuesta a la pregunta sobre quiénes son los que más van en busca de la divisa estadounidense: básicamente, las personas físicas.

- Unos US$ 18.564 de compras netas (es decir, billetes adquiridos menos los vendidos), tuvieron como destino el público de a pie.

- Como contrapartida, las empresas o sociedades les entregaron a las entidades más de lo que se llevaron, dejando un saldo de US$ 832 millones durante el año pasado.

Con estas cifras sobre la mesa, queda claro que quienes más recurren a "su amigo fiel" son los ciudadanos comunes. Esos a los que habla el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, cuando aseguran que dolarizarse es un "mal negocio".

Las empresas, en tanto, parecen ser más "obedientes". En realidad, no es que no les interese el billete verde, sino que sintieron más atracción por un negocio redondo (y casi libre de riesgo) que son las Lebac.

Es más, curiosamente los meses de más venta de dólares de las compañías (los inversores más sofisticados) coincidieron con aquellos de mayor movimiento del tipo de cambio.

¿Por qué? Sucede que habían comprado a un precio bajo y se desprendieron cuando repuntó, tal como sucedió en la previa a las PASO y a raíz de la crisis política de Brasil.

Sea como fuere, la manía argentina por refugiarse en el codiciado dólar (en algunos casos basada en un comportamiento racional, en otros de tipo emocional), está más latente que nunca.

Dos años muy intensos

Además, las estadísticas dan cuenta de un dato que no deja de sorprender a muchos: durante los dos años que lleva de mandato Macri, los ahorristas no solo no aflojaron con las compras sino que las intensificaron:

- Desde que asumió, se llevaron de los bancos la friolera de US$ 52.461 millones.

- Solo en 2017 adquirieron el récord absoluto de US$ 32.797 millones.

- Esa cifra superó con creces (en unos US$ 7.000 millones) la del triste récord que ostentó el kirchnerismo en 2011.

Algunas respuestas

Cuando se le buscan las explicaciones a por qué los argentinos mantienen su predilección por el dólar, aparecen múltiples respuestas.

"Está en su ADN. Si sube, compran porque creen que se irá más arriba, y entonces tratan de cubrirse. Si baja, lo hacen porque prevalece la idea de que está barato", afirma el gerente de un banco extranjero.

"Sea por pánico u oportunidad, muchos argentinos siguen recurriendo a un activo que dio muestras de nunca haberles fallado en el largo plazo. Y el Gobierno no puede luchar contra este comportamiento", expresa.

Hasta ahora ni en el Banco Central ni en Hacienda parecen preocupados por el ritmo de adquisición, al menos en público. Siempre se mostraron unidos e hilvanando un discurso que hasta roza con el "ninguneo" de la divisa.

Sin embargo, en la intimidad, saben que el actual caudal de salida solo puede ser tolerado en un escenario de transición.

¿Qué significa? Sencillamente que la economía "se banca" hoy día una dolarización fuerte porque hay ingresos que financian esa fuga.

El problema es que los billetes que están entrando al país son, en mayor medida, producto de colocaciones de deuda en el exterior, tanto del Gobierno como de provincias y empresas.

No está tan claro qué puede pasar si ese caudal empezase a mermar, o el flujo de dólares que ingresa a través del circuito financiero para aprovechar las altas tasas de las Lebac.

El Gobierno sabe que ese abundante ingreso no será eterno, y es por eso que advierte que semejante nivel de dolarización solo es sostenible a corto plazo.

Intervención del Central

El Banco Central trata de contribuir a bajar el nivel de compra y, para ello, apunta a que los inversores encuentren más incentivos para posicionarse en pesos.

Los funcionarios creen que los bancos van a tener que empezar a subir las tasas que ofrecen por los depósitos, ya que irán perdiendo liquidez y por ende necesitarán fondeo en moneda local.

De hecho, algunos ya se están ajustando. Pero son las entidades pequeñas, la de pocos ahorristas, mientras que las grandes siguen planchando el rendimiento de las colocaciones.

El público de a pie, que finalmente va a los bancos a hacerse de billetes verdes, tiene casi como única alternativa la del plazo fijo en pesos.

Actualmente, las tasas que proponen no compensan la inflación, y quizás tampoco sirvan como protección ante una eventual devaluación. Es por eso que el inversor las esquiva.

Hoy día, en los bancos más grandes del segmento retail pagan en torno al 19% a 30 días, en línea con las expectativas de inflación para este año.

Es decir, quien hace un plazo fijo ahora, en el mejor de los casos podrá empatarle al índice de precios, pero no ganará absolutamente nada en términos reales.

"Siempre va a haber gente comprando dólares. Eso no va a cambiar nunca", resumió un banquero. La clave es cuánto tiempo el sistema puede tolerar un nivel de dolarización tan alto como este. "Por ahora, puede bancarse. Pero nada es eterno salvo, claro está, la pasión argentina por el billete verde", concluyó el banquero.

Sigue en alza

El dólar retomó la tendencia alcista este miércoles al aumentar cinco centavos a $20,22, según el promedio en bancos y casas de cambio de la city porteña. 
En el inicio de la jornada, el billete llegó a subir a $20,26, ante la demanda por cobertura, pero luego cedió posiciones en sintonía con un mayor ingreso de divisas. Hacia el final reaparecieron las órdenes de compra e impulsaron levemente la cotización al precio de cierre, un día después de que el BCRA convalidara la tasa corta (28 días) de Lebac en el 26,75%, en el marco de la licitación mensual de febrero. 
El máximo del día de ayer se registró a poco de iniciadas las operaciones, cuando la divisa alcanzó los $19,98.
 

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