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Chapadmalal, una “vergüenza que avergüenza”

La colonia de vacaciones más importante de Latinoamérica está abandonada desde hace más de 60 años. Las colonias de vacaciones de Chapadmalal y Río Tercero fueron construidas por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación.
Domingo, 25 de febrero de 2018 01:28

La semana pasada, Chapadmalal estuvo en boca de todos los argentinos. Fue por el tan promocionado “retiro espiritual” del gabinete nacional que encabeza el presidente Mauricio Macri.

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La semana pasada, Chapadmalal estuvo en boca de todos los argentinos. Fue por el tan promocionado “retiro espiritual” del gabinete nacional que encabeza el presidente Mauricio Macri.

“¿Y por qué los funcionarios del Gobierno tienen el privilegio de reunirse frente al mar, en un hotel que según dicen, es un lujo?” Preguntó una conocida periodista de una radio porteña que es escuchada en todo el país. La pregunta quedó en el “éter”, como se decía antes, pues nadie respondió pese a la veteranía de algunos periodistas del programa que conocen la historia chapadmaleña. El asunto quedó como si efectivamente esas “lujosas” instalaciones se hubiesen construido ex profeso para “privilegiados” funcionarios o mandatarios. 

Pero nada más alejado de la realidad. El pseudo “lujo” de Chapadmalal logrado hace 70 años más o menos, tuvo como destinatarios a niños, jóvenes y jubilados compatriotas que hasta los años 50 no solo no conocían el mar sino que además, ignoraban lo que era “tomar vacaciones” en esta Argentina que era el “granero del mundo”. 

Y por supuesto, nadie aclaró que la gigantesca obra de Chapadmalal se hizo en el marco del “Primer Plan Quinquenal” del gobierno de Perón y que su primer pabellón fue inaugurado en febrero del 1947. 

Sin duda, fue una construcción moderna, acogedora y contemporánea a la obra del arquitecto Alejandro Bustillo. Tiempos de cuando en Mar del Plata se destacaba la “Rambla Casino” y el Hotel Provincial, edificios que le dieron a la “Perla del Atlántico” ese toque característico que aún conserva.

Recambios quincenales

Entre 1947 y 1955, las colonias de vacaciones de Chapadmalal y Río Tercero fueron administradas por la Fundación Eva Perón, ente que llegó a albergar en el complejo de Mar del Plata a 4.000 mil personas por quincena, provenientes de todos los rincones del país.

En 1951, Chapadmalal consumía por día 2.700 kilos de pan que elaboraba su propia panadería; carne de 18 vacunos; y 3.200 litros de leche. 

Entre el 1947 y 1952 fueron inauguradas las nueve alas del “lujoso” Chapadmalal, contando cada una de ellas con salones cubiertos de entretenimientos y espacios abiertos a la playa.

Definiciones 

Diarios de la época reproducen palabras del presidente Perón cuando en 1947 inauguró el primer sector de Chapadmalal: “La verdadera justicia social vendrá a partir del turismo social.... No debe ser (el turismo) un privilegio de pudientes cuando se trata de oxigenar el cuerpo de todos los que han trabajado durante el año y que por lo tanto necesitan descanso”. Aquí cabe acotar, que recién en el año 2007, la ONU proclamó el Día de la Justicia Social.

Récord y abandono

En el verano de 1951 (enero y febrero), Chapadmalal llegó a albergar a 30 mil turistas entre padres e hijos de todo el país. Por fin, en 1954, el complejo vacacional más grande de Latinoamérica fue concluido, aunque un año más tarde, con el derrocamiento de Perón, el complejo fue clausurado. Y no solo eso. Quienes buscaban afanosamente aniquilar al peronismo, abandonaron el complejo con sus nueve hoteles como si no formasen parte del patrimonio nacional. 

Y eso pasó en todo el país. Aquí en Salta ocurrió con el hospital San Bernardo, la terminal de ómnibus y el Centro de Investigaciones Tropicales, que no solo se abandonaron sino que también se vandalizaron. Así fue hasta que en 1958, el gobernador Bernardino Biella (UCRI) recuperó estos edificios para bien de todos.

En el caso de Chapadmalal, el complejo no solo fue abandonado, sino también vandalizado. Así lo muestra un documental de Canal 13. Y como diría un amigo que ya no está: “¡Una vergüenza que avergüenza a todos!”.

El Turismo Social y el peronismo histórico

Implementar esta actividad turística no fue fácil. Hoy es un éxito en el mundo. 

Hasta fines de los años 40, la oferta turística solo estaba dirigida a los más pudientes. Pero cuando llegó el peronismo histórico, la economía -guste o no- comenzó a crecer. Al ampliarse la demanda de mano de obra e incrementar el salario real, el trabajador tuvo un crecimiento económico notable. Esto contribuyó a elevar la calidad de vida del asalariado y fortalecer a los gremios que, sin manejar las obras sociales, disfrutaban de prosperidad económica por tener más afiliados y mejores sueldos. Fue entonces que el Estado intervino en el desarrollo del Turismo Social al reconocer “que el goce de las vacaciones era un derecho universal”. Y en este sentido es bueno recordar que en 1920, el “Bureau International du Tourisme Social”, definió en París al Turismo Social, como “resultado de planes ejecutados por entes que no debían perseguir ganancias, sino permitir el acceso al turismo de los sectores de menos recursos”.

Centros turísticos

Y así fue que en la etapa del peronismo histórico, los centros turísticos de Mar del Plata, Córdoba y Bariloche se convirtieron en los destinos preferidos del turismo social. Además, se sumó a ellos Parques Nacionales con 1.618 camas. Aquí en Salta, el parque nacional El Rey tuvo su hotel de turismo social, que luego fue abandonado. 

Los sindicatos también tuvieron su rol. Al crearse el régimen de las Asociaciones Profesionales de Trabajadores, se acordó que “debían establecer colonias de vacaciones, comedores, sanatorios, hospitales y todo servicio social que elevara la cultura, preservara la salud y mejorara el nivel de los trabajadores...”. 

Fue así que los gremios construyeron o adquirieron hoteles en los principales centros turísticos del país, aunque siempre el destino preferido fue Mar del Plata.

Colonias de vacaciones 

Surgieron a partir de 1947 y se concretaron con fondos recaudados expresamente para el turismo social, dinero que administró la Fundación Eva Perón. Las más relevantes fueron Chapadmalal, sobre el litoral atlántico, y la de Embalse Río Tercero, en el valle de Calamuchita, Córdoba. 

Pero a pesar de que los trabajadores solo debían inscribirse para acceder a las vacaciones, al principio se resistieron. Por ello, para el peronismo histórico no fue fácil implementar el turismo social. Se vio obligado a apuntalarlo con una fuerte promoción ya que para los obreros, los viajes de vacaciones eran casi irreales, o solo para los adinerados.

Así fue que la temporada 48/49 fue un desastre, a punto tal que la Fundación Eva Perón debió promocionar intensamente el programa. “Usted paga el pasaje y nosotros el hospedaje” fue el eje de la publicidad encarada para la temporada 49/50, que fue todo un éxito.

Y de esta forma fue que en restaurantes y playas de Mar del Plata, comenzaron a verse en los años 50, hombres, mujeres y niños de familias obreras, o de pequeños comerciantes, disfrutando de las playas y del mar que muchos aún desconocían. 

Un ministro incorruptible

El general Juan Pistarini fue el titular del ministerio de Obras Públicas de la Nación a cuyo cargo estuvo la construcción de miles de escuela, hogares escuelas, mercaditos, hospitales, policlínicos, rutas, ramales ferroviarios y aeropuertos erigidos en el país desde 1946. Entre ellos, los hoteles de turismo social de Chapadmalal y Córdoba. Y aunque la obra era palpable, Pistarini fue detenido tras el golpe de 1955. Murió en prisión, con sus pocos bienes inhibidos y sin causa judicial que lo condene. 

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