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Preocupa a los vecinos la creciente ola de inseguridad

El intendente se reunió con las autoridades policiales, con quienes analizaron la situación.
Martes, 13 de marzo de 2018 00:00

El intendente del Municipio de Campo Santo, Mario Cuenca, mantuvo la semana anterior una reunión con los jefes de las comisarías locales, a fin de plantearles su preocupación por la creciente ola de inseguridad que la comunidad está viviendo últimos meses.

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El intendente del Municipio de Campo Santo, Mario Cuenca, mantuvo la semana anterior una reunión con los jefes de las comisarías locales, a fin de plantearles su preocupación por la creciente ola de inseguridad que la comunidad está viviendo últimos meses.

Por tratarse de comisarios nuevos en la zona, consideró oportuno hacerles saber el temor generado por los últimos robos. "Campo Santo siempre fue relativamente tranquilo, no digo que no haya habido robos, accidentes o grescas pero en relación con otras localidades contamos con un porcentaje muy inferior de casos. Sin embargo veo con preocupación que este porcentaje está creciendo mucho", dijo Cuenca.

El mandatario no solo realizó el correspondiente planteamiento sino que se puso a disposición para gestionar los elementos necesarios para que se pueda cumplir con los trabajos de prevención.

"En nuestra ciudad hacen falta móviles y efectivos policiales, siempre hubo una deficiencia en cuanto a la cantidad de policías necesarios para mantener el resguardo de la población, eso es algo que debemos plantearlo a un nivel superior", manifestó convencido el jefe comunal.

Cuatro hechos destacables

La decisión de convocar a los responsables de las fuerzas de seguridad a su despacho, tuvo su raíz en los últimos cuatros robos perpetrados en viviendas céntricas, donde ingresaron a robar aún con la presencia de sus moradores en su interior.

Una de las víctimas de estos robos fue Wadi Martínez, un comerciantes dueño de un minimercadito ubicado a la vuelta de la comisaría.

"Es realmente alarmante porque ingresaron a mi negocio, que ocupa parte del inmueble donde vivo con mi familia, cuando estábamos durmiendo, rompieron y doblaron la reja de una ventana, violentaron la caja registradora para llevarse $17.000", explicó Wadi.

Temor e impotencia

Para la víctima del robo, el hecho de saber que hubo ladrones muy cerca de su dormitorio y del dormitorio de sus hijos lo llena de impotencia.

"Son audaces. ¿Qué hubiera pasado si yo me despertaba? Ellos no hubieran tenido tiempo de salir porque ingresaron por un espacio pequeño. No sé si estaban armados, pero seguramente habría sido una desgracia, para ellos o para mí", dijo el comerciante.

El ingreso y la fuga por el espacio abierto al romper y doblar la reja, no fue fácil ya que uno de ellos, suponen que fueron al menos dos, se lastimó dejando una mancha de sangre en el lugar.

"Sabemos quiénes fueron y hay sangre para hacer una comparación, pero la policía no puede hacer nada hasta que la fiscal no autorice un ADN. No entiendo a la fiscal. Seguramente esto no le pasó nunca a ella y por eso no agiliza el trámite. Lamentablemente tengo conocimiento de que su forma de trabajar deja mucho que desear", agregó el hombre, visiblemente molesto.

En cuestión de tres días cuatro domicilios cercanos a la familia Martínez sufrieron robos; uno de ellos a media cuadra de la comisaría, la comunidad pide la detención de los causantes y la permanencia de estos delincuentes en prisión para que disminuyan los robos.

"Aquí nos conocemos todos, sabemos quiénes pueden ser los causantes, pero sin herramientas judiciales la policía poco puede hacer para llegar a una detención", remarcó Martínez por último.

 

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