Un caso de femicidio quedó sentenciado ayer en la Sala VI del Tribunal de Juicio de esta ciudad. Oscar Rolando Colque fue condenado a prisión perpetua por el homicidio doblemente calificado contra Claudia Soledad Saracho (40 años), cometido el 11 de junio del año pasado en General Gemes.
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Un caso de femicidio quedó sentenciado ayer en la Sala VI del Tribunal de Juicio de esta ciudad. Oscar Rolando Colque fue condenado a prisión perpetua por el homicidio doblemente calificado contra Claudia Soledad Saracho (40 años), cometido el 11 de junio del año pasado en General Gemes.
Desesperada, en más de una oportunidad, Saracho había manifestado por medio de denuncias su temor a morir. La última vez fue cuando Colque la amenazó con matarla mientras afilaba un cuchillo. Nadie hizo nada.
"En una sociedad con claras situaciones de violencia de género, este es el momento para hacer justicia", argumento sobre el final de su alegato el representante del Ministerio Público Fiscal Pablo Paz y volvió a solicitar la pena de prisión perpetua y tratamiento psicológico para el imputado.
Después de mencionar los elementos fácticos de lo ocurrido antes, durante y después del femicidio de Saracho, contrastados por las distintas pruebas colectadas en la instrucción desde el arma blanca homicida y las declaraciones de familiares, amigos y vecinos de la mujer, el doctor Paz pasó a describir los elementos objetivos vertidos por los distintos profesionales que pasaron durante las dos primeras jornadas de juicio.
Según lo expuesto por la psiquiatra del Cuerpo de Investigaciones Fiscales María Albarracín y el psicólogo del Poder Judicial Enzo Lávaque, se juzgó a un hombre con características machistas e impulsivo; presumieron una pareja disfuncional en medio de un a relación donde existió "claramente violencia de género".
En ese sentido, el acusado no valoró -ni valora- a la mujer como tal sino como un objeto. "Se dan los requisitos típicos de la violencia de género y femicidio. "Está acreditado el homicidio doblemente calificado", sostuvo Paz, y agregó "Colque sabía lo que hacía, tenía intención de matar y así lo hizo".
El fiscal concluyó solicitando la prisión perpetua y tratamiento psicológico para el acusado.
Defensa técnica
En medio de una causa heredada -la tenía en su poder el doctor Corbalán- y con pocos argumentos a su favor, el defensor Eduardo Sángari alegó al respecto. Efusivo, pasional y locuaz, el letrado nunca cuestionó la calificación jurídica solicitada por el fiscal Paz, tampoco negó la autoría penal de Colque, al mismo tiempo que no desacreditó los hechos debatidos en el recinto de la Sala VI. Sin embargo, solicitó la inconstitucionalidad de la pena pedida por la Fiscalía a través de diversos fundamentos jurídicos.
"Mi defendido tiene 54 años y si se le aplica esa pena, señora presidenta, se lo estará sacando como persona de la sociedad, encerrarlo de por vida, condenándolo a morir. Se está impidiendo la reinserción del condenado, se lo está estigmatizando de por vida", dijo. Mientras el defensor de Colque argumentaba por qué la pena a perpetua es inconstitucional, se escuchó: "Es lo que se merece...". La frase pertenece al hermano mayor de Claudia Saracho, Adrián Leguizamón. La jueza del Tribunal, Mónica Mukdsi, solicitó silencio.
Al cabo de lo expuesto por ambos profesionales del Derecho, la presidenta del Tribunal Colegiado, integrado también por los vocales José Luis Riera y Guillermo Pereyra, le preguntó a Colque si quería decir las últimas palabras antes de pasar a un cuarto intermedio y deliberar el fallo.
Con un gesto, el imputado indicó que no iba a decir nada. Pasadas las 12.30 la misma jueza leyó el veredicto declarando al hombre de 54 años culpable de homicidio doblemente calificado por mediar la relación de pareja, violencia de género y desobediencia judicial, condenándolo a prisión perpetua, todo en concurso real.
Crónica de una muerte...
Después de 20 años de convivencia y estar en pareja, Claudia Soledad Saracho (40) terminó asesinada por Oscar Rolando Colque (54) el 11 de junio de 2017 en una casa de calle España del barrio Los Olivos, General Güemes. Antes del fatídico, triste y lamentable final, la mujer había denunciado en la comisaría 11 de esa localidad, en más de una oportunidad, las amenazas de muerte en su contra.
La última denuncia la radicó nueve días antes del crimen, el 2 de junio, cuando aclara que su pareja amenazó con matarla con un cuchillo, justamente el arma que Colque utilizó el domingo 11 de junio de 2017 para terminar con la vida de Saracho. El 5 de junio el hombre fue advertido por la Justicia y la víctima debía recibir una consigna policial por 10 días, además de otras cuestiones acorde a lo resuelto en la Fiscalía de Género. Sin embargo, esa consigna nunca llegó, el acusado hizo caso omiso y la mujer fue asesinada.
Esa noche, según consta en el expediente, Colque llegó borracho a la casa y con un cuchillo atacó a Saracho quien se encontraba en el baño. Ella intentó defenderse y recibió dos estocadas en el antebrazo izquierdo y en su mano derecha, luego sobrevino la puñalada mortal en el tórax, que en cuestión de minutos le provocó un shock hipovolémico y posterior muerte. En medio del ataque dos de sus 10 hijos, Jacob y Araceli, intervinieron.
El primero trató de asistir a su progenitora y la segunda, defenderla del ataque forcejeando con su padre y terminando herida.
Frente a los espantosos hechos ocurridos los hermanos de la víctima de femicidio coinciden en acusar al Estado provincial por haber “abandonado” a Claudia Saracho al desoír sus “gritos de auxilio”.