Poco margen de descanso. El entrenador de River, Marcelo Gallardo, retomará hoy los trabajos con el equipo de cara al partido contra Belgrano el próximo domingo, con el objetivo de mejorar el rendimiento para sumar en la Superliga y avanzar en el Grupo 4 de la Copa Libertadores.
Tras la obtención de su octavo título en 4 años, Gallardo tiene por delante 13 partidos oficiales en lo que resta del semestre que incluyen 5 cotejos de la fase de grupos de la Copa Libertadores y 8 presentaciones por el torneo local.
La urgencia en el plano local es recuperar posiciones en la tabla para aspirar a un lugar en las copas, ya que por ahora está afuera del plano internacional para 2019 y debe superar 13 posiciones y 10 puntos para conseguir la plaza de la Libertadores.
En la actual Libertadores apenas jugó un partido, empatando en Río de Janeiro ante el puntero del grupo, Flamengo, que anoche le ganó de visitante a Emelec, y vuelve a jugar el 5 de abril ante Independiente Santa Fe en el Monumental con la obligación de ganar.
Precisamente durante abril, el equipo del “Muñeco” Gallardo tiene una agenda muy cargada con 8 partidos y con todas las chances en juego para lograr el pase a la fase final de la Copa, que se va a jugar luego del Mundial de Rusia 2018.
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Poco margen de descanso. El entrenador de River, Marcelo Gallardo, retomará hoy los trabajos con el equipo de cara al partido contra Belgrano el próximo domingo, con el objetivo de mejorar el rendimiento para sumar en la Superliga y avanzar en el Grupo 4 de la Copa Libertadores.
Tras la obtención de su octavo título en 4 años, Gallardo tiene por delante 13 partidos oficiales en lo que resta del semestre que incluyen 5 cotejos de la fase de grupos de la Copa Libertadores y 8 presentaciones por el torneo local.
La urgencia en el plano local es recuperar posiciones en la tabla para aspirar a un lugar en las copas, ya que por ahora está afuera del plano internacional para 2019 y debe superar 13 posiciones y 10 puntos para conseguir la plaza de la Libertadores.
En la actual Libertadores apenas jugó un partido, empatando en Río de Janeiro ante el puntero del grupo, Flamengo, que anoche le ganó de visitante a Emelec, y vuelve a jugar el 5 de abril ante Independiente Santa Fe en el Monumental con la obligación de ganar.
Precisamente durante abril, el equipo del “Muñeco” Gallardo tiene una agenda muy cargada con 8 partidos y con todas las chances en juego para lograr el pase a la fase final de la Copa, que se va a jugar luego del Mundial de Rusia 2018.
Encuesta: Después de la victoria de River y la derrota de Boca, ¿qué sigue?
En cuanto al equipo para enfrentar a Belgrano el domingo, se empezará a conocer mañana cuando se entregue la lista de concentrados. De los que jugaron frente a Boca no estará Gonzalo Montiel, quien sufrió una sobrecarga muscular en el recto derecho.
En principio, la idea del entrenador es repetir la mayor cantidad de jugadores el fin de semana para poder darle continuidad a un equipo, ya que tras el cotejo ante Belgrano habrá un parate por las fechas de amistosos de la FIFA hasta el 1 de abril cuando visite a Defensa y Justicia.
El plantel de River arribó ayer tarde al aeroparque Jorge Newbery tras la obtención de la Supercopa Argentina frente a Boca. El cuerpo técnico dispuso que los jugadores tengan la tarde libre y que hoy -en horario matutino- retomen los entrenamientos en el predio de Ezeiza.
Por otro lado, allegados a la dirigencia señalaron que el club de Núñez gestiona la participación de River en un torneo amistoso en Chile el fin de semana del 24 y 25 de marzo, con el objetivo de que Gallardo pueda seguir dándole rodaje al equipo, ensayar variantes y observar más jugadores.
River recibirá a Belgrano de Córdoba el domingo a las 20 en el estadio Monumental, por la vigésima fecha de la Superliga Argentina de Fútbol (SAF), con el arbitraje de Diego Abal.
En la Superliga, River está en el 18vo. lugar de la tabla de posiciones, con 23 puntos, la mitad de los que suma Boca.
Pero lo cierto es que el millonario cambió su presente tras un inicio de año muy flojo y el xeneize deberá replantear de cómo asume últimamente este tipo de compromisos, con interrogantes a futuro.
Porque más allá de la gloria que daba ganar la Supercopa Argentina en una final ante el rival de toda la vida, era un clásico para la historia, ya que por segunda vez se enfrentaban a todo o nada, para decidir un campeón, y también tenía la incertidumbre de a quién le iba a pesar más la derrota.