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Gimnasia, entre el sueño de un ascenso y una realidad con carencias

A cinco días del partido de ida con Desamparados, cuáles son los argumentos que sustentan las chances de ascenso del albo y los condicionantes que contribuyen al escaso crédito y empatía en el hincha. 
Lunes, 26 de marzo de 2018 22:59

Para poder alcanzar ese tangible o utópico -para muchos- ascenso, Gimnasia y Tiro tendrá que superar en ese empinado camino cinco bravos escollos, cuya vara de exigencia irá aumentando gradualmente.

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Para poder alcanzar ese tangible o utópico -para muchos- ascenso, Gimnasia y Tiro tendrá que superar en ese empinado camino cinco bravos escollos, cuya vara de exigencia irá aumentando gradualmente.

Pero a diferencia de otras temporadas, el crédito de la mayoría de los hinchas no está del todo abierto para Gimnasia. Y las razones son entendibles: un plantel que arrancó “atado con alambre”, con una depuración de 20 futbolistas que habían conformado una idea y un estilo en el anterior torneo; con refuerzos arribados a los “ponchazos” y las apuradas en aquel julio de 2017, priorizando la proximidad del incómodo partido con Boca por Copa Argentina, armando así un equipo descompensado y desequilibrado en algunos puestos, cuestión que se sufrió en todo el torneo, cuando se pedían a gritos variantes en determinados puestos.

Y si bien Riggio logró sacar a flote aquello que había heredado de un Duilio Botella que huyó despavorido en la tercera fecha, el albo penó para clasificar en la zona más accesible, que tuvo a tres de los ocho descendidos.

Ya en el octogonal, el millonario se reforzó mal y quedó desnuda la diferencia con otros planteles, si de jerarquía se trata: quizás no demostró ser inferior a Unión Sunchales o a Sportivo Belgrano, pero sí la brecha fue abismal ante Central Córdoba y Defensores de Belgrano, los que pelean el primer ascenso.

La escasa respuesta anímica ante las adversidades, la dependencia del juego con ciertos futbolistas y la poca identificación y contagio del hincha también son razones que abonan las pocas posibilidades del albo.

Como argumentos a favor de la factibilidad, está la confianza en el peso de los valores individuales, la ductilidad de Pablo Motta, las ganas y las condiciones de Lucho Herrera, más la experiencia de Toledo y Arraya, quienes necesitan “destaparse”, pelear menos y hacer los goles por los que se los contrató y que tanta falta hacen. Y se sostiene en la fe en que las manos de Leguiza subsanen más errores que los que hasta acá han potenciado.

También cuenta con un técnico respaldado por trayectoria y pergaminos: el Tano Riggio con sus sobradas capacidades, pero que tendrá un desafío que irá más allá de Desamparados, el rival del domingo: sostener con firmeza el timón ante las tormentas y turbulencias internas que sacuden en el vestuario.
 

El hincha está descreído

De acuerdo a la encuesta realizada por la Web de El Tribuno, los hinchas de Gimnasia y Tiro se encuentran muy descreídos con respecto a las chances de ascenso. Al albo no le alcanzará para lograr la meta tan anhelada, de acuerdo a los pálpitos de los lectores.
Para el 63 por ciento de los votantes en el relevamiento, el albo no tiene chances. En cambio, para un 17 por ciento del total de los alcanzados en la encuesta el equipo “tal vez” dé el batacazo. Por el contrario, un 20 por ciento de optimistas se mostraron esperanzados.

 

Por qué sí

  1. Un DT capacitado, con experiencia en la categoría y en instancias mano a mano. Ya supo sacarle “jugo a las piedras” y hacer crecer a un equipo no del todo compensado.
  2. Peso individual con jugadores de sabida jerarquía y valía, algunos de los cuales no lograron destaparse para el bien del equipo y otros que necesitan ganar confianza. 
  3. Los mano a mano y la capitalización de la presión del contrario pueden llegar a jugar a favor de un equipo que podría ir de “punto” con la mayoría de sus rivales.

Por qué no

  1. Un plantel que se armó a las apuradas para un partido y está descompensado en algunos puestos. Para colmo, la dirigencia la “pifió” con los refuerzos de 2018.
  2. Penó para clasificar en una primera ronda con cuatro equipos que pelearon el descenso y en el octogonal sucumbió ante la jerarquía de Central Córdoba y Defensores. 
  3. Dificultades para concretar las situaciones que genera, escasas respuestas anímicas ante las adversidades y dependencia futbolística con algunos futbolistas. 

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