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"Quiero sentirme un demonio arriba del fito"

El cerrillano Darío "El Profe" Ocampo, en su Fiat 600, supera los 200 kilómetros por hora en las picadas. Lidera los campeonatos de Salta y Jujuy.
Domingo, 04 de marzo de 2018 00:00

¿A cuánto puede acelerar un fito preparado?

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¿A cuánto puede acelerar un fito preparado?

Mi auto llegó a 173 kilómetros por hora en 200 metros y pasó los 200 kilómetros por hora en cuarto de milla. El problema es que ahora estamos haciendo algunas modificaciones, como poniéndole autoblocante y distribuir el peso para que no se me levante de trompa. El motor es un Fiat Uno Tipo turbo de 420 caballos. Es un motor sobrealimentado.

Debajo del aspecto simpático e inofensivo del autito se esconde toda una fiera, que busca devorarse a los rivales en cada picada. Cuenta con inyección electrónica Mega Spark, pistones Iapel, bielas forjadas...

¿En qué ámbitos puede sacarle todo el potencial al fitito?

En estos momentos estoy en categoría libre, donde voy invicto en el autódromo Martín Miguel de Guemes y en el Picódromo Tonino Ballestería, de Jujuy.

El 9 de marzo es la próxima fecha en la vecina provincia, nos estamos preparando a full y estoy muy esperanzado no solo en ganar, sino en brindar un buen espectáculo.

¿Qué objetivos tiene en lo inmediato?

Quiero tirar a fondo sin tener que desacelerar. Quiero sentirme un demonio arriba del fito. Lo cierto es que para llegar a ese punto se requiere contar con un buen equipo; en ese sentido, quiero agradecer la colaboración y el acompañamiento de Matías Ruiz Moreno, Ramiro Costas, Bernardo Frías, David Guaymás, Nicolás Saieg, Gonzalo Maestro y Daniel Vilas.

¿Demanda mucho tiempo mantener este nivel?

Como todas las cosas, cuando uno quiere alcanzar lo máximo en una disciplina tiene que darlo todo de sí.

Yo soy profesor de Educación Física y todo el tiempo en que no estoy dando clases, estoy en el taller.

En este sentido, uno tiene que tener una pareja que entienda esta pasión y que la abrace también.

Yo desde chico quería correr. Recuerdo que le pedía un jeep preparado a mi amigo Daniel y también las motos, para dar una picadita por el pueblo, en Camino a Colón que en esa época no era transitado. En este punto quiero aconsejar a todos aquellos que tengan ganas de picar, que lo hagan en un autódromo respetando todas las medidas de seguridad y no en la vía pública. Es un hermoso deporte que tenemos que cuidarlo para que siga creciendo.

 

 

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