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Milagro, otra vez de rodillas y sin su silla de ruedas eléctrica

Hace seis meses le mandaron el aparato a arreglar al PAMI de Buenos Aires porque se le rompió el motor y no lo entregan.
Domingo, 04 de marzo de 2018 00:00

Milagro Laime llegó de rodillas hasta la garita de seguridad de diario El Tribuno. "Es que hace seis meses que no me entregan la silla de ruedas (eléctrica). La mandaron a Buenos Aires para arreglarla porque se le rompió la batería y el motor izquierdo", contó renegando, sentada en el suelo.

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Milagro Laime llegó de rodillas hasta la garita de seguridad de diario El Tribuno. "Es que hace seis meses que no me entregan la silla de ruedas (eléctrica). La mandaron a Buenos Aires para arreglarla porque se le rompió la batería y el motor izquierdo", contó renegando, sentada en el suelo.

Después de romperse por un golpe de tensión mientras se cargaba la batería, Milagro la dejó en una ortopedia ubicada en Islas Malvinas al 100 y de ahí la enviaron al PAMI central. Le habían dicho que el arreglo demoraría dos semanas, pero ya pasaron meses, y nadie le sabe responder cuándo se la volverán a entregar, si tiene arreglo o no, o si deberán reponerle el aparato.

Todos estos meses Milagro, con sus 62 años, volvió a recorrer las calles salteñas de un extremo al otro, de rodillas, gateando como los bebés. Llueva o truene, como ella misma dice, todos los días sale a vender bingos, con lo cual se sustenta. Se maneja en colectivo, hay días que llega hasta Rosario de Lerma o Chicoana.

Preocupación

Pero lo que más le preocupa ahora a Milagro es que este lunes comienzan las clases y sin su silla eléctrica se le va a complicar llegar a la escuela. La mujer vive con su familia en barrio Norte Grande y estudia en el colegio secundario de barrio Libertad, ambos en la zona sudeste de la ciudad.

"Estoy en segundo año", dijo orgullosa, agregando que cuando se quiere hacer algo se puede. De todas maneras, el no tener la silla le trastoca sus planes porque de su casa al establecimiento educativo hay bastantes cuadras y solo las hace en silla de ruedas porque en colectivo es trasmano.

"Necesito que me devuelvan la silla porque si no no sé cómo voy a hacer para seguir estudiando", pidió Milagro Laime, que se cansó de peregrinar por las oficinas del PAMI. Otras veces va su hija Ana Paula, pero las excusas siguen.

Contra la empresa de energía eléctrica no hizo ninguna presentación formal, aunque muchos se lo dijeron, debido a que se siente cansada de andar y eso sería para ella sumarse un trámite burocrático más.

La historia de Milagro es realmente conmovedora. Tuvo poliomielitis al nacer y a los ocho meses quedó paralítica, por lo que toda su vida se desplazó de rodillas.

Después de innumerables pedidos, el PAMI le entregó la silla de ruedas eléctrica el 19 de diciembre de 2013. Hasta ahora el aparato ya tuvo varios arreglos, pero ninguno se había extendido tanto.

Una dura historia

Milagro Laime nació el 4 de enero de 1956 y cuando tenía 8 meses de vida, el virus de la poliomielitis se adentró en su médula espinal y le paralizó de por vida las extremidades inferiores. No tuvo tiempo de aprender a caminar. Por eso atraviesa la vida de rodillas.

La historia de Milagros, una mujer de férreo carácter en clara correspondencia con la dureza de su día a día, tiene una serie de increíbles matices. Tuvo seis hijos por parto normal y perdió 10 embarazos. Trabajó siempre. No conoce otro modo de vivir. Esta es una historia que visibilizó este diario hace años, cuando era difícil que un salteño diga que no la había visto cruzar las más anchas avenidas de rodillas, o vender medias y alfajores en la peatonal Florida y San Martín. 

 

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