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Del Potro se adapta y defiende su lugar en la elite

El tandilense tienen nuevas herramientas para hacerle frente a los mejores y lo demostró en el ATP 500 de Acapulco venciendo a tres top ten en noches consecutivas. 
Domingo, 04 de marzo de 2018 23:04

El dicho “no ha mal que por bien no venga” se adapta como anillo al dedo al pasado y presente de Juan Martín del Potro. El mejor tenista argentino del momento pasó por tres intervenciones quirúrgicas en su muñeca izquierda; la recuperación y la puesta a punto para volver al circuito ATP le llevó casi dos años. Ese trabajo lo obligó a readaptar su juego, fortaleció su juego con el revés y también aprendió a “pegarle con slice”. 
Delpo reconoció el domingo tras coronarse campeón del ATP 500 de Acapulco que aprendió a pegarle de slice producto de sus lesiones. “Dicen que no hay mal que por bien no venga, aprendí a pegarle de slice, producto de mis lesiones en la muñeca, y tal vez me está dando buenos resultados ante buenos jugadores”, consideró tras vencer en la final del certamen mexicano al sudafricano Kevin Anderson por 6-4 y 6-4. Esa victoria lo colocará desde hoy en el octavo puesto del ranking, ascendiendo un lugar con respecto al escalafón de hace una semana. 
 A consecuencia de las lesiones que lo han martirizado desde 2010, sobre todo las de la muñeca, Juan Martín se ha adaptado y ha hecho del revés un arma muy peligrosa. Desquiciante para lo rivales.
En Acapulco, el argentino supo que para vencer al austríaco Dominic Thiem (6º del ranking ATP), al alemán Alexander Zverev (5º) y al sudafricano Anderson (8º), que tienen un saque más poderoso que el suyo, no había que pelear a los bombazos sino competir con astucia, confundirlos con cambios de ritmo y efectos cortados, y repentinamente sacar el mazo para consolidarse en el duelo.
En tres noches consecutivas, el argentino dejó ver en el Abierto de Acapulco que su figura sigue firme en la elite del tenis mundial. Las lesiones y los años no han deteriorado a La Torre de Tandil. Más bien, lo han afianzado. Con su imponente estatura de 1.98 metros, Del Potro es el gigante del tenis latinoamericano y aun tiene un buen trecho por recorrer. A sus 29 años, según dijo tras ganar el torneo de Acapulco, “no me siento tan grande”.

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El dicho “no ha mal que por bien no venga” se adapta como anillo al dedo al pasado y presente de Juan Martín del Potro. El mejor tenista argentino del momento pasó por tres intervenciones quirúrgicas en su muñeca izquierda; la recuperación y la puesta a punto para volver al circuito ATP le llevó casi dos años. Ese trabajo lo obligó a readaptar su juego, fortaleció su juego con el revés y también aprendió a “pegarle con slice”. 
Delpo reconoció el domingo tras coronarse campeón del ATP 500 de Acapulco que aprendió a pegarle de slice producto de sus lesiones. “Dicen que no hay mal que por bien no venga, aprendí a pegarle de slice, producto de mis lesiones en la muñeca, y tal vez me está dando buenos resultados ante buenos jugadores”, consideró tras vencer en la final del certamen mexicano al sudafricano Kevin Anderson por 6-4 y 6-4. Esa victoria lo colocará desde hoy en el octavo puesto del ranking, ascendiendo un lugar con respecto al escalafón de hace una semana. 
 A consecuencia de las lesiones que lo han martirizado desde 2010, sobre todo las de la muñeca, Juan Martín se ha adaptado y ha hecho del revés un arma muy peligrosa. Desquiciante para lo rivales.
En Acapulco, el argentino supo que para vencer al austríaco Dominic Thiem (6º del ranking ATP), al alemán Alexander Zverev (5º) y al sudafricano Anderson (8º), que tienen un saque más poderoso que el suyo, no había que pelear a los bombazos sino competir con astucia, confundirlos con cambios de ritmo y efectos cortados, y repentinamente sacar el mazo para consolidarse en el duelo.
En tres noches consecutivas, el argentino dejó ver en el Abierto de Acapulco que su figura sigue firme en la elite del tenis mundial. Las lesiones y los años no han deteriorado a La Torre de Tandil. Más bien, lo han afianzado. Con su imponente estatura de 1.98 metros, Del Potro es el gigante del tenis latinoamericano y aun tiene un buen trecho por recorrer. A sus 29 años, según dijo tras ganar el torneo de Acapulco, “no me siento tan grande”.

Años de experiencia

Además está la experiencia “que dan los años en el circuito”, apuntó Del Potro quien cerró el año 2017 como número 11 del mundo. “No me imaginaba que iba a estar en el top ten”.
En septiembre próximo el tandilense llegará a 30 años y lo hará con la humildad y la entrega de siempre. “Sé que estando saludable, bien tenísticamente y físicamente puedo jugarle de igual a igual a los mejores”. Y el mejor de los mejores se llama Roger Federer.
Sobre la posibilidad de volver a enfrentar al suizo y vencerlo, Del Potro habló con mesura. “Federer es el mejor, juega mejor que todos, físicamente está impecable. Si ahora me tocase jugar contra él sería un privilegio, da igual si gano o si pierdo”, dijo. 
Del Potro se refiere a Federer con respeto. “No es fácil ganarle en un Grand Slam. Yo lo hice cuando era joven”, dijo sonriendo al recordar la final del Abierto de Estados Unidos en 2009 donde se impuso en cinco sets.
“Mi mayor partido contra él fue la final del US Open. Ese trofeo lo tengo yo y no lo tiene él”, dijo Juan Martín con simpatía y sin arrogancia, con la humildad con que están hechos los sólidos cimientos de la torre tandilense. 
 

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