Los fines de semana se convierten en una oportunidad para encontrar regalitos o adornos para la casa en las ferias que hay en la ciudad de Salta. Paseo de los Poetas, Plaza Gemes, Paseo Balcarce y Paseo Ameghino son los puntos de encuentro de cientos de familias artesanas y de clientes ávidos por encontrar las bellezas que cada día confeccionan manos creativas y trabajadoras.
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Los fines de semana se convierten en una oportunidad para encontrar regalitos o adornos para la casa en las ferias que hay en la ciudad de Salta. Paseo de los Poetas, Plaza Gemes, Paseo Balcarce y Paseo Ameghino son los puntos de encuentro de cientos de familias artesanas y de clientes ávidos por encontrar las bellezas que cada día confeccionan manos creativas y trabajadoras.
Hace unos 18 años nacieron las ferias en las calles del entorno de la estación de Ferrocarriles Argentinos y así recuperaron un espacio público olvidado. Cada domingo las calles Ameghino y Balcarce se emperifollan para recibir a cientos de personas que buscan comprar y vender objetos artesanales de calidad óptima.
Si bien en los últimos años los artesanos han visto bajar sus ventas debido a la pérdida de poder adquisitivo de los salteños, mantienen las esperanzas de que la situación económica mejore para todos y de que el Estado se comprometa a mejorar sus condiciones laborales y a promocionar su trabajo, que ellos consideran una parte de la economía regional.
Paseo Balcarce
Patricia Fregenal tiene su puesto hace 16 años sobre la calle Balcarce, donde vende sus tejidos hechos en telar y a crochet. Hace dos años es la presidenta de esta feria, que reúne cada domingo a unos 130 puesteros entre las 10 y las 22. La oferta es muy variada: alpaca, madera, tejido, bordado, pintura, bijouterie, cestería en papel y tradicional, entre otros. Todo, preparado por los propios vendedores.
Patricia contó a El Tribuno que hace un año y medio la feria está bastante despoblada y que las ventas bajaron muchísimo. "No tenemos una buena difusión de nuestra feria en Turismo. Si bien estamos hace mucho tiempo, nos falta un poco... Cuando hicieron el festival del Desentierro del Carnaval (en febrero último), hubo gente. A eso apunta la gestión de ahora: a querer levantar", contó.
Comentó que las comisiones de las cuatro ferias se reúnen todos los miércoles con el área de Cultura de la Municipalidad para ver cómo mejorar las ferias de artesanos.
Mauricio Páez trabaja en la feria hace siete años y, aunque no es salteño, se estableció aquí con su familia. El hombre, de 37 años, concordó en que las ventas han bajado desde hace un par de años y notó la ausencia de las áreas de Cultura del Estado. “Nos gustaría que participaran un poco más y tener más apoyo de la Municipalidad”. Recordó que desde la gestión anterior les habían prometido hacer un baño en la estación de Ferrocarriles, lo que les preocupa, sobre todo, por los clientes con niños o bebés. Señaló también que falta más promoción turística.
Paseo Ameghino
Marcela Castrillo es la presidenta de la feria que funciona desde hace más de 16 años en la calle Ameghino, de 9.30 a 21. Bajo la sombra de las tipas, los artesanos que trabajan en este paseo conformaron la Asociación de Artesanos de la Tierra de Salta (Apacha), que cuenta con 65 socios fijos. Sin embargo, en las épocas “altas” llegan a ser 100 los feriantes.
“Estamos muy molestos porque el último tiempo están usando nuestras estructuras sin pedirnos autorización”, contó Marcela, quien protestó porque el sábado hubo una feria organizada por la Municipalidad y al llegar este domingo se encontraron con las puertas de los gabinetes de electricidad forzadas y dobladas.
“Esto era un predio abandonado, que Ferrocarriles nos cedió y con mucho esfuerzo logramos hacer las instalaciones. Es un espacio público con estructura privada”, explicó.
La artesana compartió el enojo por las promesas de Gobierno sobre baños de uso público para artesanos y clientes, muchos de los cuales son turistas. “Nunca preguntan cuáles son nuestras necesidades. Estamos organizados pero faltan muchas cosas. Sería bueno que nos conocieran, nos apoyaran y difundieran lo que hacemos”, dijo .
Horacio Pequeño es otro artesano que se ofendió por el uso que hizo el municipio de la estructura de Apacha y porque le dieron a una acción puntual un apoyo que ellos consideran que no tienen, pese a que llevan 16 años allí. “No hay ayuda de la Provincia ni de la Municipalidad. Esto es todo a pulmón. Somos parte de una economía regional y necesitamos del apoyo del Gobierno”, planteó.