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“Involucrar al hombre en la planificación”

La licenciada en psicología Carina Salas, directora del Centro de Psicoterapia (CePsi) y docente, habló sobre los métodos contraceptivos, la brecha que hay entre ambos sexos, la planificación familiar y la importancia de la educación sexual.
Martes, 06 de marzo de 2018 13:11

El año pasado hubo casi 900 ligaduras de trompas en el hospital Materno Infantil y las vasectomías no llegaron a 50. ¿Hay una cuestión cultural que influye en esta brecha?

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El año pasado hubo casi 900 ligaduras de trompas en el hospital Materno Infantil y las vasectomías no llegaron a 50. ¿Hay una cuestión cultural que influye en esta brecha?

Sí. Hay una cuestión cultural que influye directamente en la cantidad de mujeres que se hacen ligaduras de trompas y en la poca cantidad de hombres que se hacen la vasectomía. Las razones por las cuales la vasectomía no está prácticamente considerada como una opción válida para los hombres tienen que ver con cuestiones religiosas, psicológicas, sociales y culturales asociadas a algunos temores, fundamentalmente el desconocimiento sobre el procedimiento. En muchos casos, el hombre cree que podría llegar a influir negativamente una vasectomía en la capacidad de rendimiento sexual y otros aspectos que consideraría erróneamente que hacen a su hombría. Otro factor que también influye es el desconocimiento de los métodos anticonceptivos y cuando nosotros analizamos el por qué esta diferencia se hace necesario considerar la influencia de las variables de género que limitan la implicancia del hombre en la responsabilidad de la planificación familiar como parte de su salud reproductiva. 

¿Por qué la planificación familiar se le atribuye más a la mujer?

Actualmente la salud reproductiva esta centrada principalmente en la mujer. Pocas veces se lo involucra al hombre o se da una información muy pobre de como éste puede participar activamente en la planificación familiar. Afortunadamente los cambios culturales y todo el proceso que vamos haciendo como sociedad para replantearnos estos temas que habitualmente fueron temas, entre comillitas, de mujeres va haciendo que cada vez más todos tomemos conciencia de la importancia de involucrar al hombre en dicha planificación. Implícitamente y culturalmente se le ha otorgado a las mujeres el poder de decisión y responsabilidad en cuanto a la procreación y anticoncepción. Esto ha hecho que se vaya relegando al hombre o que este también se vaya relegando y que en la mayoría de los casos asuma un papel pasivo en algunas decisiones que deberían ser tomadas y asumidas por ambos participantes.

¿Como se puede revertir esta situación? 

Es muy importante la cultura, la educación, las instancia de psicoeducación y de información sobre salud sexual reproductiva para todos. Quiero destacar que, si como sociedad estamos promoviendo equidad de género, se hace necesario el involucramiento del hombre en salud reproductiva.

La educación sexual es una herramienta sumamente importante entonces.

La educación sexual en las escuelas puede ser una herramienta muy útil y se hace necesario trabajar para el fortalecimiento de la comunicación en las parejas a fin de promover decisiones basadas en el consenso y en el cuidado respetuoso de ambos miembros. Como sociedad estamos obligados a detenernos en esta temática ofreciendo programas de educación sexual en los que se aborde que el ejercicio de la sexualidad tiene implicancias que van mucho más allá de los que es derecho a una vida placentera y satisfactoria de la sexualidad. Un programa de educación sexual integral debería contemplar estas temáticas, es decir, de repensar todos juntos nuevas posiciones al respecto generando una nueva construcción colectiva. Podemos llegar a nuevos acuerdos y consensos acerca de esto que predominó e implícitamente dominó la salud sexual reproductiva tanto de hombres como de mujeres.
 

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