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“Con los británicos en las islas, nunca seremos un país libre”

Entrevista con Pablo Camogli, historiador.
Domingo, 01 de abril de 2018 00:30

El intelectual, nacido en Misiones y autor de “Batallas de Malvinas”, reflexiona sobre la guerra que marcó al país. Asegura que los soldados argentinos fueron creativos en el campo de batalla y destaca que siempre mantiene la esperanza de que las islas se puedan recuperar.

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El intelectual, nacido en Misiones y autor de “Batallas de Malvinas”, reflexiona sobre la guerra que marcó al país. Asegura que los soldados argentinos fueron creativos en el campo de batalla y destaca que siempre mantiene la esperanza de que las islas se puedan recuperar.

En 2012 reeditaste un libro donde repasás todos los combates de la guerra del Atlántico Sur ¿cuáles fueron los descubrimientos más relevantes?
Más que descubrimientos, creo que aquel libro aportó una mirada en cierta medida novedosa, ya que se planteó, desde un principio, describir el acontecimiento bélico en sí mismo, sin caer en el tradicional relato político-ideológico del conflicto. O sea, ya sabemos lo que fue la dictadura y sus responsables fueron juzgados por la Justicia, ya sabemos que se intentó hacer un uso político del ancestral conflicto por Malvinas y ya sabemos que Margaret Thatcher también impulsó la guerra para favorecer su compleja situación política interna generada por el ajuste neoliberal que aplicaba por aquel entonces en el Reino Unido. Lo que no sabíamos tanto era qué había pasado en Malvinas durante los 74 días de guerra y ese fue el objetivo de mi investigación.
Para ello recurrí tanto a testimonios de veteranos de guerra, como a la bibliografía disponible en 2007, que es cuando apareció la primera edición del libro. Tanto del lado argentino como del lado británico.

En algún momento manisfestaste que, sin hacer una defensa de la dictadura, “se peleó bien” en el conflicto ¿podés explayarte en ese sentido?, ¿seguís sosteniendo esa postura?
Sí, sigo pensando lo mismo. Es que si bien a nivel estratégico la conducción fue desastrosa, un tanto por la incapacidad de los altos mandos como por sus propias rencillas internas, en el plano táctico, esto es en el campo de batalla, nuestras tropas pelearon bien. Esto está reconocido por los propios ingleses y, cuando uno analiza el desarrollo de la contienda observa cómo los ingleses planificaban una cosa, por ejemplo tomar Darwin-Pradera del Ganso en una noche, y demoraron el doble en hacerlo. ¿A qué se debe ello? A la resistencia de nuestras tropas, a su creatividad para oponer dificultades al avance enemigo y a la capacidad guerrera de miles de hombres jóvenes que se habían desplegado en el campo de batalla sin mayor instrucción ni armamento o apoyo logístico adecuado.

 ¿Cuál creés que es el significado de la guerra de Malvinas hoy en día?
El mismo desde aquel 2 de abril de 1982, que los argentinos debemos entender que mientras tengamos un pedacito de nuestro territorio en manos del imperialismo británico y estadounidense nunca seremos un país verdaderamente libre y soberano. Que son esos países nuestros verdaderos enemigos históricos y que ellos tienen la responsabilidad por la muerte de 649 argentinos en Malvinas. No pienso que haya que romper relaciones ni nada por el estilo, pero sí tener conciencia de que los únicos países que durante el siglo XX y el XXI han matado a compatriotas han sido los ingleses con el apoyo de la OTAN.

¿Cómo considerás que repercutirá este nuevo aniversario en los excombatientes, que han pasado de ser denigrados a obtener un merecido reconocimiento?
El paso del tiempo, los procesos judiciales que echaron luz sobre lo ocurrido durante la dictadura y la recuperación del fervor nacional que se registró en el país luego de los multitudinarios festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, en 2010, ayudaron para que los veteranos de guerra tuvieran un reconocimiento cada vez mayor en la sociedad. Eso estuvo acompañado por una decisión del Estado de brindarles una contención más adecuada que la que habían tenido hasta fines del siglo pasado y que se tradujo en pensiones, servicios médicos y diferentes beneficios que hoy gozan los héroes de Malvinas.
Además, este año es muy emotivo por la posibilidad que tuvo un grupo de familiares de tener identificados los restos de sus héroes en el cementerio de Darwin, algo que fue muy movilizante para todos.

Desde tu formación analítica de un proceso que no se inició el 2 de abril ¿cuáles son los antecedentes más relevantes del dominio colonial inglés?
La ocupación británica de Malvinas constituye un enclave colonial que responde a la lógica imperialista de mantener bajo control de la OTAN las zonas estratégicas a nivel mundial. Las riquezas ictícolas, mineras y petroleras del Atlántico Sur y la Antártida, más el control estratégico sobre las comunicaciones y la navegación sobre el paso interoceánico, son los datos más relevantes para explicar la continuidad del dominio colonial británico.
Con esa lógica los ingleses ocuparon Malvinas en 1833 y la sostienen hasta nuestros días. Fue justo en la década de 1970, luego de la firma de un acuerdo de comunicaciones entre Argentina e Inglaterra que permitió el desembarco de empresas públicas nacionales en las islas, cuando la tensión recrudeció. El factor determinante fue la crisis del petróleo y la posibilidad de un conflicto este-oeste en el marco de la Guerra Fría, con lo que el control sobre Malvinas volvió a ser central en la política imperial norteamericana y británica. Allí se enfriaron definitivamente las negociaciones entre ambos países que, además, pasaron a tener gobiernos conservadores, autoritarios y militaristas, con lo que rápidamente la opción bélica se transformó en algo posible y proyectable.

 ¿En algún momento ves factible la recuperación de la soberanía argentina sobre las islas?
Sí, siempre tenemos la esperanza de que eso sea posible. Lo dije en 2007, con la primera edición del libro, y lo reitero ahora: solo en la medida en que la Argentina se realice como país, esto es que logre plasmar una política de Estado que le garantice a todos los argentinos una calidad de vida acorde a nuestras riquezas, es que tendremos cercana la posibilidad de recuperar Malvinas.
El gobierno anterior había hecho un extraordinario trabajo con los países de toda la región, que había logrado instalar la idea de que la causa Malvinas no era solo una causa nacional, sino una causa regional. Esa fuerza que nos brinda la solidaridad de los países vecinos y del continente no la podemos despreciar, algo que lamentablemente ha ocurrido en los últimos tiempos.

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