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23 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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El Municipio apura obras clave para mitigar las inundaciones

La cisterna de plaza Gurruchaga tiene un avance del 80%. Estaría lista en 30 a 45 días. Es inminente la adjudicación de los 4 microembalses proyectados en la zona norte.
Domingo, 01 de abril de 2018 01:21

Joaquín Amador, de 81 años, vive con sus hijos en San Luis al 1500, frente a la plaza Gurruchaga. Allí se estableció con su familia hace 37 años y desde el primer verano, a fines de 1981, se encontró con mares de agua dentro de su casa.

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Joaquín Amador, de 81 años, vive con sus hijos en San Luis al 1500, frente a la plaza Gurruchaga. Allí se estableció con su familia hace 37 años y desde el primer verano, a fines de 1981, se encontró con mares de agua dentro de su casa.

El jubilado de la legendaria Radio Güemes es uno de los vecinos de Villa Chartas que, en cada lluvia, cruzan los dedos para que los oleajes no superen los umbrales de sus viviendas.

Chartas creció sobre una antigua laguna y los anegamientos son crónicos en una decena de manzanas a la redonda, tanto por la depresión del terreno como por el deficiente funcionamiento de los antiguos y superados desagües pluviales de la ciudad de Salta.

Desde fines de 2017 se construye en la plaza Gurruchaga una cisterna con capacidad para almacenar hasta 4 millones de litros de agua. El estanque subterráneo, de 50 metros de diámetro y 3 de profundidad, almacenará los flujos pluviales para luego descargarlos por bombeo, de modo regulado, en los canales de villa Chartas y de la avenida Esteco.

La obra, financiada con fondos nacionales, está a cargo de la constructora Valle Vial.

La Unidad Ejecutora de Proyectos Especiales (UEPE) del Municipio capitalino contrató esos trabajos, en diciembre de 2017, por cerca de $34 millones.

Con un avance del 80% en la ejecución, los responsables de la construcción de la cisterna subterránea estiman que estaría terminada a fin de mes o comienzos de mayo.

Aunque el sistema tendrá su prueba de fuego recién en la próxima estación estival, vecinos de la zona más crítica de Chartas notaron alguna mejoría en las últimas lluvias, por las obras de reconducción que se ejecutaron para optimizar la circulación del agua por calles Mendoza (hacia el Este) y Coronel Moldes (hacia el Sur).

Los microembalses

La cisterna subterránea de la plaza Gurruchaga es una de las obras incluidas en un plan de manejo de cuencas que apuró el Municipio para amortiguar el escurrimiento de los caudales de lluvia, descomprimir los canales pluviales y contrarrestar las inundaciones en una superficie de 5.700 hectáreas que abarca al Área de Conservación General Belgrano (campo militar) y barriadas del noroeste, norte, oeste y macrocentro capitalino.

Marcelo Arzelán, especialista en manejo y gestión de cuencas hidrográficas, es el responsable técnico del plan de amortiguamiento de inundaciones que también tiene proyectados cuatro microembalses dentro del Área de Conservación General Belgrano.

Las pequeñas presas que se construirán en los campos que ocupa el Ejército almacenarán hasta 674 millones de litros de agua de lluvia, en las cuencas superiores del arroyo Grand Bourg y los canales de la zona oeste (paralelo a la avenida Juan XXIII) y la avenida Constitución.

En los cálculos, el sistema regulador reducirá en un 40% los flujos pluviales que impactan con serios anegamientos en 4.400 hectáreas densamente pobladas de la ciudad de Salta.

El primer paso para la construcción de los microembalses se dio el 20 de julio de 2017, con un acuerdo marco que firmó el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación, Rogelio Frigerio, con el intendente Gustavo Sáenz.

El plan de mitigación de inundaciones también contempla la ejecución de 40,5 kilómetros de terrazas, aguas arriba de los microembalses. Las terrazas, que cortarán las pendientes para incrementar las infiltraciones del agua de lluvia y mermar los escurrimientos, serán reforestadas con 40.000 ejemplares de algarrobo y otras especies nativas.

El financiamiento de las obras de represamiento quedó asegurado en marzo último con un convenio en el que se garantizó desde el Gobierno nacional un primer desembolso de $35 millones.

Por estos días, una comisión técnica evalúa las ofertas de varias empresas. Fuentes municipales aseguraron que las adjudicaciones son inminentes, porque se apunta a tener los cuatro microembalses finalizados antes de la próxima temporada de lluvias.

El Plan Maestro de Drenaje Pluvial viene en camino

Consultoras entregaron un informe preliminar con advertencias y recomendaciones.


La ciudad de Salta tiene 17 canales entubados (19.748 metros de longitud) y 30 canales abiertos (112.281 metros de extensión total) que funcionan como piezas aisladas de un sistema de desagües que requiere ampliaciones y adecuaciones estructurales para responder de un modo más integrado y eficiente ante los eventos pluviales.

Esa es una de las conclusiones del primer informe que las consultoras Serman y Solid acaban de entregar a organismos competentes del Municipio capitalino.

El extenso informe de avance, de 267 páginas, resume los relevamientos que se hicieron en 36 cuencas urbanas y periurbanas de la capital, con explotación agrícola y de áridos, que inciden con aportes pluviales y sedimentos.

El informe advierte que buena parte del agua de lluvia hoy drena por las calles, cuya función primordial es la de permitir un tránsito vehicular fluido, a causa del deficiente funcionamiento de los desagües pluviales. También destaca la insuficiencia de bocatormentas, el diseño inadecuado de muchos de los que están instalados en distintos puntos de la capital y la ausencia de trampas de sedimentos y basura que incrementen su rendimiento. “La falta de rejas y bocas de tormenta hace que la captación sea ineficiente y que la calles se inunden mientras los canales no alcanzaron su máxima capacidad”, puntualizaron los especialistas.

Entre tantos aspectos abarcados, los técnicos marcaron la incidencia que tiene la erosión superficial en distintos cursos hídricos y la gran sensibilidad de la cobertura vegetal en la producción de sedimentos. El estado ambiental del sistema Arias-Arenales y de otros cursos hídricos de la región, como los ríos San Lorenzo, Vaqueros y La Caldera, no quedó al margen de las recomendaciones. Tampoco se escatimaron advertencias sobre la presión inmobiliaria y su avance en zonas de altas pendientes con eliminación de la cobertura vegetal. “Sin medidas adecuadas pueden generarse serios problemas de erosiones superficiales con la afectación de bienes y personas”, remarca el informe preliminar que el ingeniero Pablo Bronstein, director de Proyectos del consorcio Serman-Solid, entregó al gobierno municipal días atrás.

Los expertos que trabajan en la elaboración del Plan Maestro de Drenaje Pluvial evaluaron las cargas sedimentarias que llegan al ejido capitalino por los procesos erosivos que se generan en las nacientes de los ríos Arias. Arenales, San Lorenzo y Vaqueros, y que terminan depositadas, aguas abajo, en la zona de travesía urbana.

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