Si veinte años no es nada, casi veintidós tampoco, mucho menos si de un libro se trata y sobre todo, si las características del actual momento político y social son similares al que imperaba durante su concepción.
Así lo piensa y expresa Carlos Müller, quien presentará esta noche la reedición de su novela “La imaginaria”, a las 20 en la Sala Walter Adet del Complejo de Bibliotecas y Archivos (Av. Belgrano 1002).
La novela “en su momento, constituyó una suerte de resistencia ficcional a la política neoliberal que se debatía entre una sociedad cegada por la dolarización, rumbo a una crisis económica y política, mientras se brindaba con pizza y champán”, asegura su autor.
Y agrega a modo de síntesis: “Por aquellos años (los 90) se vivían momentos de incertidumbre, por lo que en la novela se plantea una especie de reacción desde lo lúdico y la creatividad en resistencia a la situación del país. Es una reacción desde lo cultural y lo creativo ya que los personajes están inspirados en personas reales de la cultura de Salta”.
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Si veinte años no es nada, casi veintidós tampoco, mucho menos si de un libro se trata y sobre todo, si las características del actual momento político y social son similares al que imperaba durante su concepción.
Así lo piensa y expresa Carlos Müller, quien presentará esta noche la reedición de su novela “La imaginaria”, a las 20 en la Sala Walter Adet del Complejo de Bibliotecas y Archivos (Av. Belgrano 1002).
La novela “en su momento, constituyó una suerte de resistencia ficcional a la política neoliberal que se debatía entre una sociedad cegada por la dolarización, rumbo a una crisis económica y política, mientras se brindaba con pizza y champán”, asegura su autor.
Y agrega a modo de síntesis: “Por aquellos años (los 90) se vivían momentos de incertidumbre, por lo que en la novela se plantea una especie de reacción desde lo lúdico y la creatividad en resistencia a la situación del país. Es una reacción desde lo cultural y lo creativo ya que los personajes están inspirados en personas reales de la cultura de Salta”.
Esta nueva edición respeta íntegramente la original, tanto que trataron de conservar el diseño de tapa que realizó Alejandro de la Cruz. En esta oportunidad fue Silvia Katz la encargada de hacer una recreación de los mismos elementos (signos del I-Ching) para cada uno de los capítulos.
La segunda edición viene acompañada por un estudio de Elisa Moyano titulado “Memoria y ciudad en La Imaginaria de Carlos Müller”, que aporta nuevas perspectivas acerca de la narrativa del autor. Moyano será, además, la encargada de la presentación de hoy.
Una banda homónima
También por aquellos tiempos y coincidentemente con la presentación de la primera edición de la novela se presentaba en sociedad un incipiente grupo rockero que adoptó el nombre de la novela.
Carlos Barrabino, en guitarras y voz; Guillermo Zurita, en violín; Luis Román, en bajo, y Juanjo Bustos, en batería, armaban el grupo que se llamó La Imaginaria.
Este grupo dejó en su camino decenas de shows, y dos CD “Parte de lo Imposible” y “Contraoscuridad”, convirtiéndose en la primera banda en grabar y editar en formato digital en Salta.
Hoy juntan algunas partes, se reencuentran Barrabino y Román, quien cambia su bajo por el violoncello y se incorporan Juan Soto en percusión y Ariel Yapura en contrabajo.
Vuelven a darle vida a un proyecto que lejos de la nostalgia, aggiornan viejos temas e incorporan algunos del repertorio de distintas épocas de su mentor.
“Era una propuesta estética muy interesante para la época, algo distinto para lo que venia sonando, un rock más progresivo, o lo que ahora se denomina independiente, alternativo”, recuerda Müller.
“El arte por esos tiempos, de acuerdo a nuestra mirada, se había convertido en algo más glamoroso, pasatista y muy individualista, así fue que la propuesta surgió como algo colectivo”, puntualizó el escritor.