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Arrojan 20 vacas muertas para que se pudran a la vera del río

Repudian la incomprensible actitud de los productores de la zonaOtros persisten en sus costumbre de arrojar basura y desechos de tabaco a los cauces.
Sabado, 14 de abril de 2018 00:00

Son dos puntos entre los ríos Chicoana y Pulares, que están atestados de contaminación.

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Son dos puntos entre los ríos Chicoana y Pulares, que están atestados de contaminación.

Lo grave es que es frecuente este tipo de irresponsabilidad. Todos los ríos que cruzan el Valle de Lerma son utilizados como basureros.

Hay basura doméstica, desechos de comercios y ahora, resulta sorprendente la inexplicable acción de arrojar vacas muertas al lecho del río.

Las escenas captadas delatan la insensibilidad por preservar la ribera de los ríos que son afluentes del Cabra Corral.

Incomprensible

¿Cómo se explica que una empresa dedicada al rubro ganadero y lechero haya arrojado nada más y nada menos, que veinte vacas lecheras muertas, de unos 300 kilos cada una, a las márgenes del río Chicoana, a escasos 200 metros de la ruta nacional 68, en el sector sur de El Carril y en el ingreso al camino de Las Moras?

¿Quién explica que un productor tabacalero, sin ningún tapujo, haya contaminado la rivera del río Pulares con desperdicios de tabaco, sobra de las hojas estufadas y otros cacharros, que lucen diseminados a lo largo de la rivera de este río?

De estas dos actitudes delictivas contra el ambiente, una fue denunciada por la Municipalidad de Chicoana en la Fiscalía auxiliar de la zona, también se alertó a la policía rural y al Senasa del Valle de Lerma.

La otra, cuyo testimonio fotográfico fue alertado a través de las redes sociales, no tuvo aún intervención de la comuna de El Carril. Los hechos se sucedieron en menos de 48 horas. De un punto al otro, apenas hay 4 kilómetros.

Son dos ríos que bajan de la zona alta de los cerros de Chicoana, y pasan por El Carril, para terminar como depósito final de tanta irresponsabilidad en nuestro querido y tan promocionado turísticamente dique Cabra Corral.

Intervino Bromatología

Bromatología de Chicoana a cargo de María José Soria junto al médico veterinario Hugo Mallo llegaron hasta el sitio en donde arrojaron los restos de las vacas lecheras. Comprobaron que aún tenían las señas en sus orejas que delatan su procedencia y el fin para el cual son utilizadas.

"El encargado del tambo en cuestión reconoció que eran vacas de ese establecimiento ubicado a un costado de la ruta 68. Increíblemente, nos dijo que las arrojaron ahí porque no sabían dónde tirarlas y que no era la primera vez que lo hacían. Apenas relató lo sucedido, denunciamos el hecho a la Justicia y advertimos a las autoridades ambientales de la provincia y al Senasa", detalló la funcionaria municipal ante la consulta de El Tribuno.

El hecho denunciado está ubicado en el límite de los municipios de El Carril y Chicoana. Los animales, habrían muerto por haber ingerido Wedelia glauca, conocida por su nombre popular como "sunchillo". Los responsables de estos animales no tuvieron mejor idea que dejarlos allí, para que se pudran a cielo abierto y a orillas del río.

El en río Pulares

Del otro lado, hacia el norte, en el río Pulares, el panorama no es muy diferente. El lugar no es ignoto para los vecinos. La única diferencia con el otro punto de contaminación, es que aquí se vierten residuos domésticos y los desechos de las estufadas de tabaco. Pero el daño es irreparable.

Cualquiera sabe que esta irresponsabilidad ambiental es enemiga de la sustentabilidad.

Los recursos vegetales y animales del dique Cabra Corral se extinguen cada día. Pero nadie controla a lo largo de la cuenca de los ríos del Valle de Lerma cómo y cuándo se contamina despiadadamente.

 

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