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Murió Milos Forman, ícono del cine europeo

El cineasta checo obtuvo dos Oscar a la mejor dirección por “Alguien voló sobre el nido del cuco” y “Amadeus”.
Domingo, 15 de abril de 2018 10:10

El cineasta checo exiliado en Estados Unidos Milos Forman, murió el viernes pasado por la noche tras una breve enfermedad en Warren (Connecticut, EEUU) a los 86 años, informó ayer su mujer, Martina Zborilova, a la agencia de noticias checa CTK. El artista -que decidió radicarse en Estados Unidos tras la represión soviética a la Primavera de Praga de 1968- es autor de una obra cinematográfica tan personal como exitosa en la que destacan títulos como “Atrapado sin salida” (1975) y “Amadeus” (1984), que merecieron sendos premios Oscar a la mejor dirección.
Ese par de filmes acapararon un total de 13 estatuillas de la Academia de Hollywood, 5 para la cinta sobre el destrato a los enfermos mentales, protagonizada por Jack Nicholson (que por esa labor alcanzó su primer Oscar) y 8 para la historia de Mozart narrada desde la perspectiva de su rival, Antonio Salieri. Pero, además, la faceta internacional de Forman también incluyó otras películas de alto impacto como el musical “Hair” (1979), “Ragtime” (1981, acerca de un exitoso pianista afroamericano que padece discriminación racial) y “Valmont” (1989). En los 90 estrenó “Larry Flynt, el nombre del escándalo” (1996, sobre el magnate dueño de la revista Hustler que logró el Oso de Oro del Festival de Berlín) y “El mundo de Andy” (1999, inspirada en la vida del comediante Andy Kaufman que demandó una ardua labor dramática de Jim Carrey). Su última labor como director fue en 2006 con “Los fantasmas de Goya” (situada en la agitada España de entre 1792 y 1809 y avistada desde los ojos del pintor).
Por entonces Forman le dijo a DPA que las biografías clásicas en el cine “suelen ser aburridas. Siempre hay algo más dentro de esa historia” y, podría aventurarse que su obra intentó siempre desentrañar ese “algo más”.
En 2007 se embarcó junto con sus gemelos mayores (de su segundo matrimonio con Vera Kresadlova) en la puesta en escena en el Teatro Nacional de Praga de la ópera cómica “Un paseo bien pagado”, proceso que documentó en una película que presentó en 2009 en el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary. Y hacia 2012 volvió a la pantalla grande, pero como actor al encarnar a un antiguo amante checo en la comedia “Las bien amadas”, junto a la diva francesa Catherine Deneuve y la hija de esta, Chiara Mastroianni.
El reconocimiento a su talento llegó después de una existencia dura en su país. Cuando tenía 8 años, sus padres fueron apresados por la Gestapo y murieron en un campo de concentración. Luego estudió en la Academia de Cine de Praga y se convirtió en uno de los precursores de la Nueva Ola de cine checoslovaco con películas satíricas que marcaron su estilo crítico y burlón como “La audición”, “Pedro, el negro”, “Los amores de una rubia” y “¡Al fuego, bomberos!”. Tras la Primavera de Praga, su primer proyecto en Hollywood fue la sátira generacional “Búsqueda insaciable” (1971) que recibió el premio del jurado en el Festival de Cannes, pero no tuvo éxito en EEUU, perdió el permiso de trabajo y temió ser repatriado. En una carta leída en febrero de 2013 con motivo del galardón a su trayectoria otorgado por la Asociación de Directores, Forman agradeció a colegas como Sidney Lumet que lo apoyaron cuando corría peligro de ser deportado.

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El cineasta checo exiliado en Estados Unidos Milos Forman, murió el viernes pasado por la noche tras una breve enfermedad en Warren (Connecticut, EEUU) a los 86 años, informó ayer su mujer, Martina Zborilova, a la agencia de noticias checa CTK. El artista -que decidió radicarse en Estados Unidos tras la represión soviética a la Primavera de Praga de 1968- es autor de una obra cinematográfica tan personal como exitosa en la que destacan títulos como “Atrapado sin salida” (1975) y “Amadeus” (1984), que merecieron sendos premios Oscar a la mejor dirección.
Ese par de filmes acapararon un total de 13 estatuillas de la Academia de Hollywood, 5 para la cinta sobre el destrato a los enfermos mentales, protagonizada por Jack Nicholson (que por esa labor alcanzó su primer Oscar) y 8 para la historia de Mozart narrada desde la perspectiva de su rival, Antonio Salieri. Pero, además, la faceta internacional de Forman también incluyó otras películas de alto impacto como el musical “Hair” (1979), “Ragtime” (1981, acerca de un exitoso pianista afroamericano que padece discriminación racial) y “Valmont” (1989). En los 90 estrenó “Larry Flynt, el nombre del escándalo” (1996, sobre el magnate dueño de la revista Hustler que logró el Oso de Oro del Festival de Berlín) y “El mundo de Andy” (1999, inspirada en la vida del comediante Andy Kaufman que demandó una ardua labor dramática de Jim Carrey). Su última labor como director fue en 2006 con “Los fantasmas de Goya” (situada en la agitada España de entre 1792 y 1809 y avistada desde los ojos del pintor).
Por entonces Forman le dijo a DPA que las biografías clásicas en el cine “suelen ser aburridas. Siempre hay algo más dentro de esa historia” y, podría aventurarse que su obra intentó siempre desentrañar ese “algo más”.
En 2007 se embarcó junto con sus gemelos mayores (de su segundo matrimonio con Vera Kresadlova) en la puesta en escena en el Teatro Nacional de Praga de la ópera cómica “Un paseo bien pagado”, proceso que documentó en una película que presentó en 2009 en el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary. Y hacia 2012 volvió a la pantalla grande, pero como actor al encarnar a un antiguo amante checo en la comedia “Las bien amadas”, junto a la diva francesa Catherine Deneuve y la hija de esta, Chiara Mastroianni.
El reconocimiento a su talento llegó después de una existencia dura en su país. Cuando tenía 8 años, sus padres fueron apresados por la Gestapo y murieron en un campo de concentración. Luego estudió en la Academia de Cine de Praga y se convirtió en uno de los precursores de la Nueva Ola de cine checoslovaco con películas satíricas que marcaron su estilo crítico y burlón como “La audición”, “Pedro, el negro”, “Los amores de una rubia” y “¡Al fuego, bomberos!”. Tras la Primavera de Praga, su primer proyecto en Hollywood fue la sátira generacional “Búsqueda insaciable” (1971) que recibió el premio del jurado en el Festival de Cannes, pero no tuvo éxito en EEUU, perdió el permiso de trabajo y temió ser repatriado. En una carta leída en febrero de 2013 con motivo del galardón a su trayectoria otorgado por la Asociación de Directores, Forman agradeció a colegas como Sidney Lumet que lo apoyaron cuando corría peligro de ser deportado.

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