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25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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El fútbol salteño, en un callejón sin salida

La última eliminación de Gimnasia y Tiro en el Federal A ahondó la crisis en el fútbol salteño. Somos meros espectadores de cómo equipos de otra provincias llegaron a la Libertadores
Lunes, 23 de abril de 2018 22:02

Otro fracaso más y el fútbol de Salta sigue perdido en un callejón sin salida. Otra temporada para los equipos grandes de nuestra provincia que no consiguen pegar ese salto de calidad con la finalidad de que, al menos, se llegue a competir en una segunda categoría en Argentina. Ni qué hablar, somos meros espectadores televisivos de como Atlético Tucumán o bien Godoy Cruz de Mendoza, por citar, se codearon con encumbrados rivales sudamericano en la Copa Libertadores.
Gimnasia y Tiro era la última esperanza con vida que nos quedaba a los salteños, que a través de un camino más largo peleaba por un segundo ascenso en el torneo Federal A. Pero el albo no logró sortear ese escollo que se le puso por delante como Sportivo Belgrano y en la serie de los tiros penales terminó sellando su suerte y se tuvo que volver con las manos vacías a Salta, desde San Francisco, Córdoba.
De entrada nomás Juventud Antoniana no estuvo a tono competitivo y mejor dicho nunca logró plasmar en una cancha un juego que lo posicione para erigirse entre aquellos equipos que luego clasificaron a la fase donde estuvo en juego el pasaporte al pentagonal por el primer ascenso. 
El santo desde el segundo semestre de 2017 anduvo a la deriva, sin un patrón de juego acertado y solo esperó en la segunda parte del Federal A, quedarse a jugar los partidos en la fase reválida, donde para colmo de males finalizó con un promedio 1,286, mientras que con 1,146 Villa Krause de San Juan, perdió la categoría. Para tener muy en cuenta si cómo fue la intervención antoniana en esta edición del torneo, siendo además un temporada para olvido. Quizás no tan parecido como ocurrió en el 2014, que por las series de tiros penales frente a su archirrival de toda la vida, Central Norte, consiguió mantener la participación en el certamen que organiza el Consejo Federal y llegando a un extremo donde tocó fondo.
Central Norte también tenía todo a su favor para ascender al Federal A, pero, en una final para el infarto, en el propio Doctor Luis Güemes y junto a su público vio como se esfumaron sus ilusiones en la definición desde el punto del penal con Racing de Córdoba, que finalmente se llevó todos los laureles a la ciudad Mediterránea y dejó masticando bronca y amargura a todo el pueblo azabache. El cuervo venía volteando muñecos en la ronda regular del Federal B y cuando llegó a la serie de los play-offs comenzó a sentir esa presión extra que no pudo sobrellevar en la final. Eso sí, con tiros desde el punto del penal frente a Talleres de Perico y Atlético Pellegrini, superó a estos rivales para definir el ascenso con Racing de Córdoba, lo que finalmente estos se hicieron acreedores de tamaño logro.
Y todo el entusiasmo por parte de Gimnasia y Tiro se trasladó con la continuidad como entrenador de Duilio Botella. Una apuesta de los directivos del albo que no dio en la tecla, por lo que rápidamente se volcaron en la contratación de los servicios de Víctor Alfredo Riggio. El Tano, con un plantel que no armó, se dio vuelta como pudo y consiguió sacar a flote con la clasificación a la ronda campeonato. Pero sin ese equilibrio preciso en una zona de 8 equipos finalizó último con Chaco For Ever, con 6 puntos cada uno. Pero en las serie de los play-offs no avanzó más allá de Sportivo Belgrano.
Un diagnóstico muy deplorable para el fútbol salteño que exige, en forma urgente, que los “grandes” comiencen a recorrer otros caminos. Si no se seguirá hablando de lo mismo hasta el hartazgo.

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Otro fracaso más y el fútbol de Salta sigue perdido en un callejón sin salida. Otra temporada para los equipos grandes de nuestra provincia que no consiguen pegar ese salto de calidad con la finalidad de que, al menos, se llegue a competir en una segunda categoría en Argentina. Ni qué hablar, somos meros espectadores televisivos de como Atlético Tucumán o bien Godoy Cruz de Mendoza, por citar, se codearon con encumbrados rivales sudamericano en la Copa Libertadores.
Gimnasia y Tiro era la última esperanza con vida que nos quedaba a los salteños, que a través de un camino más largo peleaba por un segundo ascenso en el torneo Federal A. Pero el albo no logró sortear ese escollo que se le puso por delante como Sportivo Belgrano y en la serie de los tiros penales terminó sellando su suerte y se tuvo que volver con las manos vacías a Salta, desde San Francisco, Córdoba.
De entrada nomás Juventud Antoniana no estuvo a tono competitivo y mejor dicho nunca logró plasmar en una cancha un juego que lo posicione para erigirse entre aquellos equipos que luego clasificaron a la fase donde estuvo en juego el pasaporte al pentagonal por el primer ascenso. 
El santo desde el segundo semestre de 2017 anduvo a la deriva, sin un patrón de juego acertado y solo esperó en la segunda parte del Federal A, quedarse a jugar los partidos en la fase reválida, donde para colmo de males finalizó con un promedio 1,286, mientras que con 1,146 Villa Krause de San Juan, perdió la categoría. Para tener muy en cuenta si cómo fue la intervención antoniana en esta edición del torneo, siendo además un temporada para olvido. Quizás no tan parecido como ocurrió en el 2014, que por las series de tiros penales frente a su archirrival de toda la vida, Central Norte, consiguió mantener la participación en el certamen que organiza el Consejo Federal y llegando a un extremo donde tocó fondo.
Central Norte también tenía todo a su favor para ascender al Federal A, pero, en una final para el infarto, en el propio Doctor Luis Güemes y junto a su público vio como se esfumaron sus ilusiones en la definición desde el punto del penal con Racing de Córdoba, que finalmente se llevó todos los laureles a la ciudad Mediterránea y dejó masticando bronca y amargura a todo el pueblo azabache. El cuervo venía volteando muñecos en la ronda regular del Federal B y cuando llegó a la serie de los play-offs comenzó a sentir esa presión extra que no pudo sobrellevar en la final. Eso sí, con tiros desde el punto del penal frente a Talleres de Perico y Atlético Pellegrini, superó a estos rivales para definir el ascenso con Racing de Córdoba, lo que finalmente estos se hicieron acreedores de tamaño logro.
Y todo el entusiasmo por parte de Gimnasia y Tiro se trasladó con la continuidad como entrenador de Duilio Botella. Una apuesta de los directivos del albo que no dio en la tecla, por lo que rápidamente se volcaron en la contratación de los servicios de Víctor Alfredo Riggio. El Tano, con un plantel que no armó, se dio vuelta como pudo y consiguió sacar a flote con la clasificación a la ronda campeonato. Pero sin ese equilibrio preciso en una zona de 8 equipos finalizó último con Chaco For Ever, con 6 puntos cada uno. Pero en las serie de los play-offs no avanzó más allá de Sportivo Belgrano.
Un diagnóstico muy deplorable para el fútbol salteño que exige, en forma urgente, que los “grandes” comiencen a recorrer otros caminos. Si no se seguirá hablando de lo mismo hasta el hartazgo.

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