Cambio climático. Calentamiento global. Como sea, en pleno otoño, cuando se espera algo de frío y una que otra garúa, se desplomó el cielo en gran parte de Salta y en localidades como Metán, El Galpón, Pichanal, Campichuelo, Embarcación, entre otras, vieron pasmados precipitarse más de 145 milímetros entre la madrugada y la mañana de ayer. El agua entró a muchas casas, tapó los cordones de las veredas e inundó en varios tramos la ruta nacional 34 convirtiendo en pozos algunas partes. Ya nadie entiende lo que pasa con el tiempo. Casi nadie lo puede explicar sin enredarse. Lo cierto es que nada hacía prever la tormenta de la madrugada y mañana de ayer en el paraje Campichuelo. Los vecinos residentes en ese lugar, ubicado a unos 13 kilómetros al norte de Embarcación, al costado de la ruta nacional 34, vieron cómo el agua bajaba de las serranías del oeste y se desplazaba por los campos, inundaba la ruta nacional 34 y llegaba hasta sus casas, a la escuela y al centro de salud, arrasando con todo a su paso.
Tal era la fuerza del agua que la camioneta de un docente que estaba estacionada en la entrada de la escuela de Campichuelo fue arrastrada como un juguete, mientras los casi 700 pobladores del lugar trataban de protegerse en sus casas.
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Cambio climático. Calentamiento global. Como sea, en pleno otoño, cuando se espera algo de frío y una que otra garúa, se desplomó el cielo en gran parte de Salta y en localidades como Metán, El Galpón, Pichanal, Campichuelo, Embarcación, entre otras, vieron pasmados precipitarse más de 145 milímetros entre la madrugada y la mañana de ayer. El agua entró a muchas casas, tapó los cordones de las veredas e inundó en varios tramos la ruta nacional 34 convirtiendo en pozos algunas partes. Ya nadie entiende lo que pasa con el tiempo. Casi nadie lo puede explicar sin enredarse. Lo cierto es que nada hacía prever la tormenta de la madrugada y mañana de ayer en el paraje Campichuelo. Los vecinos residentes en ese lugar, ubicado a unos 13 kilómetros al norte de Embarcación, al costado de la ruta nacional 34, vieron cómo el agua bajaba de las serranías del oeste y se desplazaba por los campos, inundaba la ruta nacional 34 y llegaba hasta sus casas, a la escuela y al centro de salud, arrasando con todo a su paso.
Tal era la fuerza del agua que la camioneta de un docente que estaba estacionada en la entrada de la escuela de Campichuelo fue arrastrada como un juguete, mientras los casi 700 pobladores del lugar trataban de protegerse en sus casas.
En los cerros del oeste cayeron, según estimaciones de Defensa Civil del municipio de Embarcación, unos 200 milímetros en unas pocas horas, según precisó el encargado de prensa Manuel Sosa.
En Campichuelo la lluvia caída superó los 100 mm pero el río Seco, a unos 8 km más al norte, no mostró ningún comportamiento extraño, ni aumentó su caudal. “En Embarcación no tenemos familias evacuadas, más allá de que cayó una lluvia intensa. Pero en Campichuelo el agua que baja de los cerros era tanta que pasó por arriba de la ruta y afectó a todo el pueblo. Gracias a Dios, tenemos un centro de salud y la capilla para albergar a la gente”, dijo Sosa.
Alrededor de las 7, el agua ingresó al pueblo y la gente nada pudo hacer para salvar sus muebles o electrodomésticos. “Estimamos que el agua comenzó a correr desde las serranías del oeste a eso de las 6 de la mañana. Desde la ruta hasta la serranía hay una distancia de unos 15 km; toda esa impresionante cantidad, bajó con fuerza y por la declinación propia del terreno tomó más velocidad”, precisó.
El agua que bajaba de los cerros buscó la calle principal de la comunidad y siguió desplazándose en dirección oeste-este. Al mediodía, los cuerpos de bomberos de la zona aún no podían ingresar. El agua había formado una especie de arroyo de más de un metro de profundidad en lo que hasta las 7 de ayer era la calle principal de Campichuelo. “El pueblo está totalmente inundado”, informaron.
No quieren dejar las casas
Las casi 100 familias de Campichuelo se resisten a dejar sus viviendas, prefieren esperar que el agua baje pero no dejar sus cosas”, explicó Manuel Sosa. Cerca de las 15 el agua estaba por arriba de la cintura de los pobladores.
El funcionario: “Aguardamos la llegada de defensa civil de la provincia pero mientras tanto desde el municipio estamos iniciando el relevamiento para saber en qué situación está cada familia y qué perdieron. Por el momento nos están pidiendo agua y los estamos asistiendo, pero tenemos que esperar el resultado del relevamiento”.