Yo soy. Tatiana (se cambió el nombre para preservar la privacidad de la niña) obtuvo hoy en el Registro Civil su nuevo DNI que indica, además del nombre elegido por ella, el sexo con el que se siente identificada desde pequeña: el femenino.
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Yo soy. Tatiana (se cambió el nombre para preservar la privacidad de la niña) obtuvo hoy en el Registro Civil su nuevo DNI que indica, además del nombre elegido por ella, el sexo con el que se siente identificada desde pequeña: el femenino.
Las oficinas de la calle Brown fueron testigo de la conquista de una niña de 10 años que enfrentó a sus padres, incluso a ella misma, con el objetivo de que lo que se veía por fuera se correspondiera a lo que desde pequeña sentía ser: una niña y no un niño.
“La identidad es un derecho, hoy ella puede disfrutar su vida como se siente. Desde el Estado sólo cumplimos con lo que dice la ley, actuamos y escuchamos a quienes muchas veces parecen no serlo”, expresó hoy el titular del Registro Civil, Matías Assennato.
A poco más de un mes desde que inició el trámite, Tatiana accedió a una nueva identidad, derecho garantizado por la ley nacional 26.743. A pesar de que la norma rige para todo el país, este caso sentó un precedente a nivel nacional, por lo que será expuesto en el próximo encuentro del Consejo Federal del Registro Nacional de las Personas (Renaper).