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Salta: anta, yaguareté y guacamayo verde, tres especies autóctonas que viven al límite

Estos animales, emblemas de la fauna autóctona, son Monumentos Naturales, por lo que se les brinda protección absoluta debido a su valor histórico, científico, rareza y vulnerabilidad.
Domingo, 29 de abril de 2018 06:47

En el Día del Animal resulta interesante detenernos, al menos un momento, para recordar a tres especies emblemáticas de la fauna local: el anta, el yaguareté y el guacamayo Verde. Estos animales son considerados Monumentos Naturales de Salta y también Monumento Histórico Nacional, en el caso del yaguareté. 
El anta es el mamífero nativo más grande de Argentina. “Es uno de los animales más antiguos y comparte un ancestro en común con los caballos y rinocerontes, por lo que se dice que estas especies están emparentadas”, contó Soledad de Bustos, bióloga de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.

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En el Día del Animal resulta interesante detenernos, al menos un momento, para recordar a tres especies emblemáticas de la fauna local: el anta, el yaguareté y el guacamayo Verde. Estos animales son considerados Monumentos Naturales de Salta y también Monumento Histórico Nacional, en el caso del yaguareté. 
El anta es el mamífero nativo más grande de Argentina. “Es uno de los animales más antiguos y comparte un ancestro en común con los caballos y rinocerontes, por lo que se dice que estas especies están emparentadas”, contó Soledad de Bustos, bióloga de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.

En Salta, el anta se encuentra en los departamentos Santa Victoria, Iruya, Orán, San Martín, Metán, Anta y, en menor medida, en Rivadavia.


“Su pelaje pardo con manchas claras le sirven para camuflarse en la vegetación. Luego de 8 meses de nacido las manchas en su pelaje desaparecen, tornando el color pardo homogéneo. La cría permanece junto a su madre hasta el año y medio, cuando ella lo alejará para que inicie su vida solitariamente”, detalló De Bustos.
El anta es herbívoro y come hasta 300 kg por día de hierbas, hojas, frutos, ramas y cortezas. Al alimentarse de frutos, las semillas pasan por sus intestinos y son eliminadas intactas en sus heces; de esta manera va sembrándolas en el bosque. Esta característica llevó a los ecológos a llamarlo “el jardinero del bosque”.

El yaguareté o tigre americano

Tal vez uno de los más famosos y admirados es el yaguareté o tigre americano. El felino cuya imagen ilustra el billete de 500 pesos, es el más grande de Sudamérica y el tercero del mundo, después del león africano y el tigre de bengala. 
Sobre esta especie, la bióloga salteña señaló que en el país su situación es crítica. Habita en los Bosques Chaqueños (Chaco), Formosa, Santiago del Estero y en las Yungas de Salta y Jujuy. En esta última zona se encuentra la subpoblación más numerosa de Argentina, aunque no superaría los 150 individuos. “Las crías toman leche hasta los 8 meses, pero a partir de los 2 o 3 comienzan a comer carne. La madre los acompaña hasta los 2 años, cuando a prenden a cazar para ser independientes”, contó la especialista.


El yaguareté es carnívoro y se alimenta de corzuelas, chanchos del monte, antas, yacarés, acuties, tortugas y armadillos, entre otros. Pero, cuando en la zona que habita escasean las presas silvestres o la cría de ganadero es alta en el bosque, ataca a terneros, potrillos y chanchos.


“La disposición y forma de las manchas del pelaje es único para cada individuo, lo que permite diferenciarlo uno de otro. En las Yungas de Salta y Jujuy, los biólogos ya tienen identificados alrededor de 60 yaguaretés a partir del patrón de manchas”, detalla el Proyecto Jaguares en el límite.

El guacamayo verde

Foto: Portal de Piedra

Está emparentado con los loros. Si bien habita en diversos sectores de Sudamérica, en Argentina solo está presente en las serranías de Tartagal. Allí, existe una población que no superaría los 80 individuos destacó Bustos-, por lo que la situación de conservación de la especie es preocupante. “Sin embargo, se trata de una población con los mayores porcentajes de individuos reproductores para una población silvestre de esta especie, lo que genera un panorama alentador, siempre y cuando la mano del hombre no intervenga afectándola”, advirtieron desde la Secretaría de Ambiente.

El guacamayo verde vive áreas selváticas, especialmente en zonas de pendientes, valles profundos y paredes verticales desprovistas de vegetación, donde duermen y nidifican. Un dato curioso: forman parejas para toda la vida.

Las crías permanecen junto a sus padres hasta el año de edad. Son herbívoros, se alimentan de frutos y semillas, aunque también comen brotes, hojas y flores.

Los peligros que los acechan 

Desde la Secretaría de Ambiente de Salta explicaron que, el área geográfica donde estas especies habitaban hace 100 años se ha reducido significativamente. Es así como el anta hoy vive en menos de la mitad del territorio en lo hacía a principios del siglo XX. Lo mismo el yaguareté, se estima que su distribución es menor al 5% que en el pasado, cuando llegaba Río Negro. El guacamayo verde, en tanto, sólo está presente en un sector muy reducido del departamento San Martín. cuando en la antigüedad estaba distribuido en todos los bosques del NOA.


La cacería contribuyó también y de manera muy significativa en la situación de riesgo de estas especies, no sólo con la matanza de individuos sino también con la captura para mascotismo.

En este sentido, vale la pena recordar que la caza de estas especies está penada por la Ley y puede implicar varios años de cárcel. También está prohibido lucir sus cueros en monturas, atuendos gauchescos, disfraces y ropa, por mencionar algunos usos.
 

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