A un año del desalojo de los puesteros ubicados en la avenida Roberto Romero, en el barrio Juan Pablo II, se analizan los pasos a seguir para regularizar la situación.
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A un año del desalojo de los puesteros ubicados en la avenida Roberto Romero, en el barrio Juan Pablo II, se analizan los pasos a seguir para regularizar la situación.
Desde la Procuración de la Municipalidad de la Ciudad de Salta calificaron al conflicto como de "larga data". En diálogo con El Tribuno, Agustín Pérez Alsina recordó que hace un año se realizó un procedimiento, que incluyó efectivos policiales y sobre el que no se avanzó, a causa de los enfrentamientos violentos de aquel momento.
Desde la Subsecretaría de Control Comercial se envió un expediente sobre la situación de los puesteros, para que la Procuración revise el tema y resuelva. El viernes se confirmó que el expediente ya se encuentra en la Fiscalía Penal.
También se elevó un informe a la Jefatura de Gabinete para que analice cuál será la decisión que se tomará sobre este grupo de comercios, luego de dialogar con los puesteros sobre posibles obras y mejoras en el lugar.
Pérez Alsina destacó que si bien se comprobó la existencia de conexiones clandestinas de luz y agua, lo más preocupante son las cuestiones sanitarias, teniendo en cuenta que la mayoría de los puestos son de venta de comidas.
El procurador destacó que desde las oficinas de Medio Ambiente y Obras Públicas se tomará la decisión final y se resolverá si habrá o no acuerdo. "Son personas que llevan años trabajando es este espacio público pero la cuestión sanitaria, y más por estos días, es preocupante", afirmó.
Desde la Agrupación de Puesteros de Juan Pablo II, Alejandro Siares destacó que los comerciantes están trabajando para mejorar las condiciones. El delegado de los 18 comerciantes registrados destacó que se logró un acuerdo con las empresas de colectivos para que se construyan dos paradores sobre la avenida Roberto Romero que faciliten el tránsito de los clientes.
También se están llevando adelante obras de mejoras en el paseo, con la construcción de una caminería y se está negociando con Aguas del Norte la posibilidad de contar con el abastecimiento de agua potable a través de un camión cisterna a los tanques de agua que se colocarán en la zona.
Con respecto a las habilitaciones comerciales, Siares destacó que los 18 puestos que están funcionando actualmente en el lugar están a cargo de personas que "realizaron los cursos de manipulación de alimentos, y las habilitaciones transitorias".
El representante de los puesteros destacó también que uno de los principales objetivos que esperan lograr es la colocación de baños químicos.
"La mayor afluencia de clientes se produce los fines de semana. Incluso tuvimos la visita de colectivos de turistas que se llegan al lugar a probar las empanadas. Así que estamos viendo cuánto nos cuesta el alquiler de, al menos, dos baños químicos para esos días", expresó.
A sabiendas de que están ocupando un espacio público, los puesteros aseguraron que llevaron adelante mejoras en los locales, ampliación de las veredas y que esperan poder armar un paseo sobre el canal.
Consultados sobre la posibilidad tapar canal, los puesteros recordaron que esa era una de las ideas que se analizaba hace un año atrás pero que quedó descartada por el costo de la obra.
Los comerciantes destacaron que, en diálogo con las autoridades municipales, ya se había acordado que cada uno de los puestos cuente también con una bacha. "Estas obras están en camino, todos queremos tener un espacio lindo donde trabajar", afirmó a lo que agregó que muchas de las obras aún no pueden terminarse por temor a los robos ya que la zona no es segura.