Concejales y funcionarios del municipio capitalino analizan un pedido presentado por un particular para que se dicten normas que posibiliten el inicio de la actividad comercial con vehículos de fantasía.
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Concejales y funcionarios del municipio capitalino analizan un pedido presentado por un particular para que se dicten normas que posibiliten el inicio de la actividad comercial con vehículos de fantasía.
Esta actividad es común en Mar del Plata, donde funcionan una docena de "vehículos de fantasía", denominados así por reproducir en sus carrocerías aspectos decorativos relacionados con trenes, barcos y animales.
Ediles de la comisión de Servicios Públicos, Actividades Comerciales y Privatizaciones se reunieron la semana pasada con el director municipal de Transporte Público Impropio y Taxiflet, Carlos Salas, para analizar el pedido del particular.
El funcionario municipal explicó que esta actividad no se encuentra regulada en las normas de la ciudad de Salta y consideró necesario elaborar un marco legislativo específico.
Además, informó que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene una ley que la encuadra al particular servicio como "transporte de pasajero de oferta libre para recreación y excursiones en vehículos de fantasía".
Los concejales estudiarán normas de otros puntos del país sobre el tema y resolvieron convocar para el 10 de mayo a la impulsor de la idea, cuyo nombre no trascendió.
Los actuales concejales no necesitan mirar normas de otros lugares porque en el cuerpo deliberativo capitalino existe un antecedente normativo sobre el tema.
Antecedente
Concejales que cumplieron mandato entre 2013 y 2015, en noviembre de este último año, ya habían otorgado un dictamen favorable a un proyecto que proponía incluir un anexo a la ordenanza 14.395, referida al uso de la vía pública.
El texto regulaba las características que debía tener el servicio con vehículos de fantasía para la ciudad de Salta.
La iniciativa fue presentada por Zulma Pedraza cuando era edil y el dictamen favorable fue firmado por los exconcejales Rodrigo Tolaba y Cristian Pereyra, del PO, y por Mario Moreno, del PV.
Esa opinión luego fue elevada a los integrantes de la comisión de Legislación General, donde pusieron a dormir el proyecto.
Esa iniciativa proponía un régimen especial para vehículos de fantasía afectados al servicio de transporte de pasajeros para recreación y diferentes excursiones.
Establecía los alcances de la denominación, autoridad de aplicación y requisitos para la prestación del particular servicio.
Se entendía como vehículo de fantasía al usado, con fines comerciales, para el transporte de pasajeros que en su carrocería "reproduzca aspectos decorativos o alegóricos" a trenes, barcos, animales y otros motivos.
Además, el proyecto contemplaba también la creación de un registro con el permiso correspondiente otorgado por la autoridad de aplicación, de carácter anual e intransferible.