Conocer cómo pasan los chicos su día en la escuela también estuvo planteado dentro de los exámenes Aprender que se realizaron el año pasado en 29 mil escuelas y contaron con la participación de más de 900 mil estudiantes en todo el país. En el caso de Salta, Aprender se aplicó en 752 escuelas primarias entre públicas y privadas y un total de 344 del nivel secundario. Las respuestas que los estudiantes de quinto año de la escuela secundaria y de sexto grado de la primaria dejaron a la vista una realidad sobre la que ya se sospechaba.
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Conocer cómo pasan los chicos su día en la escuela también estuvo planteado dentro de los exámenes Aprender que se realizaron el año pasado en 29 mil escuelas y contaron con la participación de más de 900 mil estudiantes en todo el país. En el caso de Salta, Aprender se aplicó en 752 escuelas primarias entre públicas y privadas y un total de 344 del nivel secundario. Las respuestas que los estudiantes de quinto año de la escuela secundaria y de sexto grado de la primaria dejaron a la vista una realidad sobre la que ya se sospechaba.
Niños que sufren insultos por tener buenas calificaciones, otros por ser estudiantes repitentes o por alguna situación familiar, etnia y aquellos que solo son molestados "por cualquier motivo".
Según Aprender, en el nivel secundario el 60 por ciento de los estudiantes molestó en algún momento a sus compañeros por tener buenas notas, el mismo índice se repite en aquellos que tuvieron problemas o repitieron el año.
Un 61 por ciento de los estudiantes de quinto año discriminó a sus compañeros por alguna características personal o familiar o por su nacionalidad o etnia. Mientras que un 54 por ciento amenazó a sus compañeros a través de las redes sociales.
En el nivel primario, los resultados sobre los estudiantes de sexto grado son apenas un poco más bajos, lo que evidencia que los chicos a medida que cursan crecen con más ataques.
En este caso, el 44 por ciento molestó a los estudiantes que se sacaron buenas notas y el 47 por ciento molestó a los que les va mal. Un 55 por ciento de los estudiantes de sexto grado reconoce haber discriminado a sus compañeros por algunas característica personal o familiar, el 41 por ciento agredió a través de las redes y tristemente un 58 por ciento insultó a sus compañeros.
Números como estos, donde en algunos casos se supera el 50 por ciento de estudiantes que reconocen ser agresivos con sus pares, requieren de acciones concretas.
En el caso de Salta, desde la Cooperadora Asistencial se está llevando adelante desde el año pasado un programa bajo el nombre "El trato es un buen trato".
El proyecto apunta a trabajar, este año, en 14 escuelas en forma continua los valores de la convivencia.
En diálogo con El Tribuno, Nora Ríos, coordinadora de políticas sociales y ejecución de convenios institucionales de la Cooperadora Asistencial, destacó que el año pasado se realizó una prueba piloto en seis escuelas. "Los resultados positivos que se lograron permiten que este año sumemos a más del doble de escuelas de distintas zonas", indicó.
La coordinadora destacó que el trabajo del programa cuenta con la asistencia de profesionales que colaboran con el trabajo de la buena convivencias en las escuelas. Atada a la realidad, Ríos explicó que muchos de los casos de niños que se expresan a través de la violencia se deben a que viven en este medio. "Esas son las formas en que son tratados y otras veces esa violencia es para descargar los problemas que traen".
El programa "El trato es un buen trato" llega a estudiantes de séptimo grado. En este caso no se trabaja con niños más chicos, pese a que los profesionales advierten que las situaciones de violencia en el aula se presentan incluso en el primer nivel de la escuela primaria.
Este año el programa se aplicará en las escuelas Fray Honorato Pistoia, IV Centenario, Leopoldo Lugones, Domingo Sarmiento, Argentino Roca, Fe y Alegría, Cuchi Leguizamón, Nuestra Señora de Asunción, Fray Luis Beltrán, Nicolás Avellaneda, Vicente Solá, Ceferino Namuncurá, Bicentenario de la Batalla de Salta y Juan José Valle.
Ríos destacó que este año el programa llegará a 840 chicos. Los grupos de profesionales que trabajan en las escuelas cuentan con el apoyo de psicopedagogos, psicólogos, asistentes sociales y abogados.
"El año pasado, cuando se hizo la prueba piloto en seis escuelas, nos encontramos con situaciones de extrema violencia en la casa. Hay niños que tienen como un acto normal el trato violento. Lo ven entre los padres y luego los replican con sus pares. En algunos casos se necesitó la presencia de abogados que asesoren los pasos a seguir", destacó.
Para optimizar el trabajo del programa, desde la Cooperadora Asistencial se firmaron convenios con la Federación Salteña de Ajedrez ( jaque mate a la violencia), la Oficina de Violencia Familiar y de Género de la Corte de Justicia, Observatorio de Violencia contra la Mujer, Fundación Lapacho y profesionales de la Cooperadora como psicopedagogas, asistentes sociales y abogados.
El trabajo
Los equipos de profesionales que se acercan a las escuelas están llevando adelante talleres en los que se utilizan las técnicas PNL (programación neuro lingísticas).
"Esto facilita que los chicos no rechacen los encuentros. Se busca que sean un lugar de juego donde se buscan las formas para comunicar lo que les pasa y las formas de comunicarse con los demás", expresó Ríos.
Acciones en la escuela
El año pasado los talleres promovieron un concurso de selfies, donde se buscó promover acciones positivas para el buen trato. Los premios que reciben los chicos son celulares y netbooks, mientras que en el caso de los concursos por escuela se les entrega como premios equipos tecnológicos.
Desde la Cooperadora Asistencial destacaron que si bien ya se tiene seleccionado el número de alumnos con el que se trabajará, aquellos directores que consideren que requieren del aporte de este programa pueden comunicarse al 08003453820 o dirigirse a las oficinas de la Cooperadora Asistencial en Buenos Aires 693.
Nora Ríos destacó que en los encuentros con los directivos de las escuelas se advierte una gran preocupación por el incremento de la violencia entre los estudiantes. “Esto se ve con vergüenza. No se dice que se denuncie, sino que le aconsejan al niño agredido que se defienda y esto genera un circuito de violencia”, expresó.
La titular del programa dijo que se resolvió trabajar en las escuelas porque es el espacio donde tarde o temprano se entra en contacto con los padres.