Parece haber sido hace unas horas, cuando el piloto salteño Kevin Benavides subió por la rampa del Centro Cívico cordobés y se transformó en el mejor piloto sudamericano de motos en la historia del Dakar, aunque pasaron 118 días y recién este viernes hubo noticias oficiales de la carrera más difícil del mundo porque en París, Francia, la organización presentó la carrera 2019. Argentina no estará por primera vez y Perú será el único país anfitrión, del 6 al 17 de enero.
Etienne Lavigne, director de la carrera, remarcó que este país “tiene otras prioridades”, y una de estas parece ser la obsesión por traer a la Fórmula 1, aunque la austeridad económica fue la excusa perfecta.
“Nos han dicho que la coyuntura económica no es buena y que preferían en esta ocasión no recibir al rally, que tenían otras prioridades”, comentó Lavigne desde el Viejo Continente.
A principios de abril, cuando los rumores tomaban mayor fuerza y El Tribuno recibía la información que el Dakar no pasaría por Argentina (ver el vinculado), el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, habló con un medio cordobés y explicó la situación: “Hoy no sé si (el Ministerio de) Turismo puede seguir siendo el que afronte el 100 por ciento del costo del Dakar. Yo, presupuestariamente, ya no estoy en condiciones de asumirlo. El año pasado (por la edición 2018) algunas provincias colaboraron, pero de todos modos nosotros somos los que estamos sosteniendo solos el Dakar”.
“Empezamos a estar en crisis para seguir haciendo el Dakar. Y como estamos evaluando cada paso que damos, lo hacemos con la relación costo-beneficio”, concluyó Santos. La carrera, finalmente, dijo adiós.
En las siguientes semanas, la Amaury Sport Organisation tuvo más de un dolor de cabeza para realizar el trazado porque Perú fue el único país que confirmó su presencia de entrada. Ecuador presionó, Bolivia nuevamente se mostró interesada (sin estar en los planes), aunque después se bajó al igual que Chile.
La ASO convocó a algunos medios a una videoconferencia para el pasado lunes con el director del Dakar, pero finalmente se canceló. “Los países anfitriones nos han trasladado elementos nuevos que obligan a posponer el anuncio del recorrido 2019”, fue la excusa porque el plural se transformó en singular y el único estado que recibirá la carrera será Perú.
Para 2020, en tanto, exigirán garantías a los candidatos y en caso de no obtenerlas, buscarán alternativas en África (origen del Rally Dakar en 1979) o Asia, un continente dispuesto a desembolsar dinero.
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Parece haber sido hace unas horas, cuando el piloto salteño Kevin Benavides subió por la rampa del Centro Cívico cordobés y se transformó en el mejor piloto sudamericano de motos en la historia del Dakar, aunque pasaron 118 días y recién este viernes hubo noticias oficiales de la carrera más difícil del mundo porque en París, Francia, la organización presentó la carrera 2019. Argentina no estará por primera vez y Perú será el único país anfitrión, del 6 al 17 de enero.
Etienne Lavigne, director de la carrera, remarcó que este país “tiene otras prioridades”, y una de estas parece ser la obsesión por traer a la Fórmula 1, aunque la austeridad económica fue la excusa perfecta.
“Nos han dicho que la coyuntura económica no es buena y que preferían en esta ocasión no recibir al rally, que tenían otras prioridades”, comentó Lavigne desde el Viejo Continente.
A principios de abril, cuando los rumores tomaban mayor fuerza y El Tribuno recibía la información que el Dakar no pasaría por Argentina (ver el vinculado), el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, habló con un medio cordobés y explicó la situación: “Hoy no sé si (el Ministerio de) Turismo puede seguir siendo el que afronte el 100 por ciento del costo del Dakar. Yo, presupuestariamente, ya no estoy en condiciones de asumirlo. El año pasado (por la edición 2018) algunas provincias colaboraron, pero de todos modos nosotros somos los que estamos sosteniendo solos el Dakar”.
“Empezamos a estar en crisis para seguir haciendo el Dakar. Y como estamos evaluando cada paso que damos, lo hacemos con la relación costo-beneficio”, concluyó Santos. La carrera, finalmente, dijo adiós.
En las siguientes semanas, la Amaury Sport Organisation tuvo más de un dolor de cabeza para realizar el trazado porque Perú fue el único país que confirmó su presencia de entrada. Ecuador presionó, Bolivia nuevamente se mostró interesada (sin estar en los planes), aunque después se bajó al igual que Chile.
La ASO convocó a algunos medios a una videoconferencia para el pasado lunes con el director del Dakar, pero finalmente se canceló. “Los países anfitriones nos han trasladado elementos nuevos que obligan a posponer el anuncio del recorrido 2019”, fue la excusa porque el plural se transformó en singular y el único estado que recibirá la carrera será Perú.
Para 2020, en tanto, exigirán garantías a los candidatos y en caso de no obtenerlas, buscarán alternativas en África (origen del Rally Dakar en 1979) o Asia, un continente dispuesto a desembolsar dinero.
Principio y fin en Lima
La largada y la llegada del próximo Rally Dakar será en Lima, el 6 y el 17 de enero, mientras que el día de descanso será en Arequipa, en el sur de ese país. Los pilotos que abandonen en la primera semana podrán reengancharse en la segunda.
Lo anticipó El Tribuno tiempo atrás
Apenas se cerró el telón de la edición 2018, las autoridades del Rally Dakar no supieron responder sobre un posible trazado del año siguiente y desde ese momento comenzó a circular la versión de que Argentina estaría afuera por primera vez después de 10 años ininterrumpidos.
El Tribuno, presente nuevamente en la competencia, consultó a las fuentes y por lo bajo dijeron que en 2019 no habría Dakar en nuestro país.
A principios de marzo este diario volvió a contactarse con allegados a la organización y al Ministerio de Turismo de la Nación. En ambos casos ratificaron que la carrera no pasaría por estas tierras. Pese a desmentidas, ayer se confirmó un Dakar 100% peruano.