¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
18 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Rosa, la docente de Orán que murió de hantavirus y que cada semana cruzaba la frontera para enseñar

Dos semanas antes de morir había sido parte de un informe periodístico sobre las dificultades para llegar a la escuela del paraje El Trementinal. 
Domingo, 20 de mayo de 2018 20:28

Rosa Caridad Brandan es una de las seis personas que murieron por hantavirus en la provincia en los últimos cuatro meses. Poco se sabía hasta ahora de ella y de las circunstancias en las que se infectó, pero su nombre trascendió hoy a nivel nacional. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Rosa Caridad Brandan es una de las seis personas que murieron por hantavirus en la provincia en los últimos cuatro meses. Poco se sabía hasta ahora de ella y de las circunstancias en las que se infectó, pero su nombre trascendió hoy a nivel nacional. 

Lo que sucedió es que pocos días antes de morir había sido parte de un informe periodístico de Telenoche que daba cuenta de las pericias que ella y otros docentes debían hacer para enseñar en la escuela del paraje El Trementinal, en el norte de la provincia.

Es que para llegar a la escuela donde trabajaba, ella vivía una odisea que incluía cruzar la frontera, tomar un camino boliviano, volver a cruzar el río Tarija en chalana y de ahí hacer más de dos kilómetros por la selva. Precisamente, la infección se habría originado en alguna de las chalanas que cargan comestibles y agua. 

Hoy, el periodista de Canal 13, Gustavo Tubio, recordó el informe que había hecho con ella dos semanas antes de que saliera al aire y dio cuenta de que era una mujer "llena de vida, de sueños y de proyectos" que, de haber existido un camino a la escuela, hoy estaría viva. 

A continuación, el relato completo que firmó el periodista Tubio y que se publicó en el sitio TN

Habíamos llegado un día antes, después de un viaje de odisea, a su escuela en el paraje El Trementinal, en la provincia de Salta. En ese viaje, desde la ciudad de Orán hasta esa escuela en la frontera con Bolivia, habíamos acompañado al maestro Víctor Albarracín mostrando los innumerables obstáculos, de un camino imposible, que obligaban a cruzar de país para tomar un camino boliviano hasta la altura de la escuela y, de ahí, volver a cruzar el río Tarija en chalana (canoa precaria de madera). El viaje terminó después de caminar más de dos kilómetros por la selva hasta llegar a la escuela.

Rosa Caridad Brandan llegó un día después. Como Víctor dejó su vehiculo en medio de un pastizal boliviano, esperó a que alguno de sus alumnos la fuera a buscar en Chalana desde la Argentina.

Ella también fue parte de nuestra nota. Rosa tenía 34 años, era coordinadora del secundario y dio un mensaje claro: nos habló del desamparo, la pobreza y, sobre todo, de los problemas que genera estar en la Argentina, pero desconectados del propio país. Porque en esa zona del país donde hay varias comunidades, entre ellas Madrejones y Media luna, no existe ningún camino de acceso por dentro del país, a pesar de estar a muy pocos kilómetros de General Mosconi.  

 

En su denuncia Rosa nos explicó que varias mujeres de la zona no tienen DNI y están condenadas a no poder salir nunca de los parajes donde viven. Dos semanas después de realizar este informe y a pocas horas de que saliera al aire nos enteramos de que Rosa murió.

La noticia no tenía sentido. Ella estaba llena de vida, de sueños y de proyectos. Pero era cierto, Rosa había muerto víctima de hantavirus en un hospital de Salta capital.

El hantavirus se transmite cuando la persona tiene contacto directo con la orina del roedor infectado. Según las autoridades de salud de la provincia esas chalanas, que cargan comestibles y agua, son el lugar donde la orina de los roedores infectó a varios vecinos durante los últimos días, provocandoles la muerte a cinco personas, incluida a Rosa.

Si hubiera existido el camino, que tendría que haberse construido hace muchos años, hoy Rosa estaría viva.

Hace 12 años conocimos esa zona por primera vez. Volvimos hace dos años y ahora regresamos a trabajar en esa zona por tercera vez. La problemática siempre fue la misma, pero las soluciones nunca llegaron.

El maestro Víctor Albarracín comunicó la muerte de su compañera a las autoridades provinciales pidiendo que alguien vaya a fumigar la escuela y las chalanas.

Solo le mandaron un pequeño rociador y algunos pocos frascos de veneno para que él mismo se dedicara a fumigar la zona.

Mientras tanto, pasan los años, ellos siguen olvidados y algunos ya no están.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD