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Policías investigados, tras la fuga de un preso en Pichanal

Tras los allanamientos en la dependencia secuestraron listas con nombres y teléfonos. El fugado fue identificado como Andrés Robles de 30 años.
Miércoles, 23 de mayo de 2018 00:00

En el norte provincial se siguen sucediendo las fugas de presos de las dependencias policiales. La última huida ocurrió el jueves de la semana pasada en la comisaría 21 de Pichanal, el episodio dejó tela para cortar y se abrió una investigación dado que sospechan que la fuga habría sido planificada. El rebelde reo fue identificado por la policía como Andrés Robles y está acusado de abuso sexual con acceso carnal.

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En el norte provincial se siguen sucediendo las fugas de presos de las dependencias policiales. La última huida ocurrió el jueves de la semana pasada en la comisaría 21 de Pichanal, el episodio dejó tela para cortar y se abrió una investigación dado que sospechan que la fuga habría sido planificada. El rebelde reo fue identificado por la policía como Andrés Robles y está acusado de abuso sexual con acceso carnal.

Además del fugado en Pichanal, la Policía y diferentes áreas de las fuerzas de seguridad también buscan desde hace más de una semana a tres presos fugados en Aguaray. Una situación que acarrea problemas de vieja data, como la superpoblación de la gente detenida en las dependencias policiales, la inexperiencia del personal policial para hacer las veces de "guardiacárcel" y el escaso personal que trabaja en dichos lugares, entre otros asuntos.

Según fuentes policiales, acerca de lo sucedido en la comisaría 21 de Pichanal, el hecho que terminó desencadenando la fuga del hombre de 30 años comenzó en horas de la tarde noche del jueves en una de las celdas. Al parecer dos grupos se trenzaron a golpes y la seguridad de la dependencia llamó a la Infantería, quienes también se agarraron a las piñas con los reos.

Los uniformados lograron sacar el malón hasta el fondo de lugar, mientras eso ocurría Andrés Robles se las habría arreglado para abrir la celda donde permanecía y darse a la fuga.

A raíz de la gravedad de lo ocurrido en la dependencia ordenaron requisar las celdas y encontraron absolutamente de todo: armas blancas, teléfonos celulares o chips con distintas líneas y dinero en efectivo, pero lo que resulta curioso y al mismo tiempo más importante una lista con nombres y teléfonos móviles, incluso de gente perteneciente a las fuerzas de seguridad. Por lo incautado en el interior de la celda, se abrió una investigación para determinar el grado de responsabilidad de los efectivos a cargo de la seguridad en el lugar.

Conexiones afuera

Una mujer fue la encargada de disparar el trascendido de la fuga que rápidamente se viralizó e hizo público. Según la fuente un interno de la comisaría 21 se dedicaba a llamar desde un teléfono celular a la mujer, quien sería su empleada doméstica.

La misma fuente le confió a este medio que dicha mujer se dedicaba a cumplir las solicitadas del preso, en una oportunidad se le requirió comparar una tarjeta telefónica y que una mujer de la Policía pasaría a retirarla. En otra oportunidad, se le pidió que llevara un cuchillo oculto en un pedazo de pan y se lo entregara a determinado policía.

Una de las últimas comunicaciones habrían adelantado la fuga de Andrés Robles, quien en teoría llamaría a la empleada doméstica para pedirle que lo ayudara. Al parecer, la mujer se dio cuenta de que se trataba del preso fugado y decidió denunciar la situación, fue entonces que ordenaron los allanamientos a la comisaría 21.

Según fuentes de la investigación, el hecho reviste una gravedad enorme, dado que sospechan de funcionarios de las fuerzas de seguridad en com plicidad con los presos.

 

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