Esta semana se llevó a cabo en Salta una Jornada de Actualización Técnica de Legumbres, actividad que despertó un enorme interés por parte de productores y exportadores. Con casi 500 asistentes, el evento contó además con presencia de funcionarios de Nación y Provincia que acompañaron las actividades a lo largo de toda la jornada.
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Esta semana se llevó a cabo en Salta una Jornada de Actualización Técnica de Legumbres, actividad que despertó un enorme interés por parte de productores y exportadores. Con casi 500 asistentes, el evento contó además con presencia de funcionarios de Nación y Provincia que acompañaron las actividades a lo largo de toda la jornada.
Al acto inaugural asistieron el director general de Agricultura de la Nación, Ignacio Garciarena; y el subsecretario de Mercados del Ministerio de Agroindustria, Jesús Silveyra. También el secretario de Asuntos Agrarios y el director general de Agricultura de la Provincia, Fernando D’Angelo y Juan Garay respectivamente.
Durante la apertura de la jornada, el presidente de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera), Marcelo Soto Acebal, agradeció la presencia de las autoridades nacionales y provinciales como así también al público en general y planteó los desafíos por llevar a cabo, particularmente para el mercado de porotos y garbanzos.
A lo largo de la ronda de disertaciones, las autoridades de la Clera, institución organizadora del evento, y especialistas invitados, presentaron el panorama para el sector que depende de esta economía regional y detallaron qué se puede esperar hacia el futuro.
Entrevistado por El Tribuno, el presidente honorario de la Clera, José María Lázara, consideró que “fue una jornada importante que superó ampliamente nuestras expectativas”, y agregó que “hemos tenido casi 500 delegados, lo que nos puso muy contentos”.
¿Qué balance hace de esta jornada de legumbres en Salta?
Es muy positivo porque permite una interrelación importante entre el productor, el exportador y el Estado. Del encuentro participó el director nacional de Agricultura, Ignacio Garciarena, y el subsecretario de Mercados de la Nación, Jesús Silveyra, y los principales productores y exportadores del país. Esa interacción que logran en este evento es lo que genera las condiciones para desarrollar al sector.
Salta tiene una importante producción de legumbres y eso se vio reflejado en la asistencia a esta jornada. ¿Cómo vieron a los productores salteños?
Argentina en general es uno de los principales exportadores mundiales de porotos, y Salta en particular es el principal proveedor de porotos de Argentina, con lo cual Salta es una marca registrada en el mundo en materia de porotos, y no es una exageración. Es decir que Argentina, dependiendo de las variedades de las que hablemos, es el tercer o cuarto exportador mundial de porotos; y el poroto argentino está incorporado en el concierto mundial de legumbres, de porotos como el de principal calidad, y eso se ve reflejado en los precios. Y ese poroto es, principalmente, salteño. Por lo tanto, todo lo que tiene que ver con el poroto, específicamente en Salta, es muy importante.
A los productores los vi con la expectativa propia de una cosecha inminente. Cuando hay una cosecha inminente los problemas se agigantan, porque es enorme la incertidumbre de lo que va a pasar en las próximas semanas. Pero yo creo que hay bastantes motivos para ser optimistas; o sea, el mundo está demandando el poroto argentino y el poroto argentino juega en las ligas mayores y, en ese aspecto, Salta juega un papel trascendental, porque es el gran productor de porotos en Argentina.
Además hay una enorme demanda del sudeste asiático y varios países, como India, que están buscando cada vez más las legumbres argentinas...
Así es, aunque ahora con el caso de la India tenemos un problema, que es una medida muy restrictiva que tuvo la India para la importación, aplicando aranceles muy altos con el propósito de frenar las importaciones y promocionar su propia producción. Pero la Argentina tiene su lugar ganado merecidamente en Europa, en los países mediterráneos como España, Francia, Portugal e Italia, donde Argentina es el proveedor número uno, al igual que en el Norte de África, Argelia y Turquía. Es decir, Argentina tiene un mercado muy importante para poroto, hablamos de Alubia en general pero también Argentina está en un proceso importante de diversificación, donde Salta también es actor primario, en otras variedades como Cranberry, Light Red Kidney, Dark Red Kidney, y por supuesto el poroto negro que sigue siendo bandera, principalmente para los negocios con Brasil.
¿Cómo está el productor frente a esta enorme demanda? ¿No hay problemas para cumplir?
El productor de porotos argentino no es un novato. Argentina lleva muchos años siendo líder en exportación mundial de porotos y ese liderazgo lo tiene en función de calidad, no de precios. El poroto argentino tiene un alto nivel comparado con otros. El poroto argentino es calidad, y la calidad se logra mediante unos excelentes trabajos en la producción (del cultivo, de los cuidados), y por supuesto en las plantas exportadoras que tienen la más alta tecnología incorporada.
Y ahora también estamos viendo en Salta un crecimiento propiamente dicho en garbanzos. El garbanzo es otra legumbre que ha tenido un crecimiento geométrico en Argentina. Hace muy pocos años Argentina exportaba 10 mil toneladas de garbanzos y hoy el país está pensando en 200 mil toneladas de garbanzos, con la mitad de la producción en Córdoba y el resto en el NOA. Así que eso agrega al NOA una legumbre más que tiene un mercado inmenso porque el garbanzo tiene un mercado aún más grande que el poroto a nivel mundial. Y existe un crecimiento geométrico de la demanda en el mundo que le ha abierto muchos mercados a la Argentina.
¿Y cómo está el contexto económico, tanto interno como externo, para el productor argentino?
El contexto interno, si comparamos el nuevo gobierno con la política anterior, es evidente que toda producción orientada a la exportación (Argentina consume solo el 2% de su producción y el resto se exporta), está mucho mejor por la quita de las retenciones, el mejoramiento del tipo de cambio, la eliminación de la burocracia. Es evidente que está mucho mejor. Sin embargo no es suficiente y hay todavía un camino muy largo a recorrer y, sobre todo, hay valores que necesitamos como estabilidad en las políticas y previsibilidad. Esto significa que si bien está bien para el sector que suba el tipo de cambio, pero también hay que saber cuál es el programa, hacia dónde vamos. En resumen, estamos mejor pero aún falta.
En cuanto al contexto externo, evidentemente hay variables que no podemos manejar, pero el mundo económico ha evolucionado favorablemente para los intereses argentinos en los últimos años. Hay crecimiento sostenido de la demanda, hay países que se incorporan a la demanda, hay una mayor demanda de las legumbres. Me parece que el contexto internacional nos está ayudando. Estamos en una buena situación, siempre tenemos una tendencia crítica, y está bien que la tengamos, porque la tendencia crítica es lo que nos permite mejorar. Pero en resumen yo creo que estamos en una situación favorable.
¿Tiene Argentina la potencialidad de incrementar su producción ante esta creciente demanda externa?
Sí. Le doy un ejemplo básico que lo explica: China, que fue hasta hace muy pocos años un exportador de porotos, competidor natural de Argentina, y en los últimos dos años se ha volcado a la importación porque por políticas del Gobierno chino, por sus problemas con Estados Unidos, está incentivando la producción de soja, que es lo que los chinos necesitan. Por lo tanto, hay una menor producción de porotos que no le alcanza para cubrir el consumo local, lo que nos abre una ventana de oportunidades. Ahora estamos trabajando codo a codo con el Gobierno nacional, porque todavía no está negociado sanitariamente el poroto argentino en China, para en poco tiempo poder exportar poroto y garbanzo a ese país, como ya lo hacemos con la arveja, y ahí ya tendríamos un nuevo mercado importante.