Los "brotes verdes" que surgieron el año pasado en el sector de la construcción local empezaron a secarse a partir del primer trimestre de 2018. La actividad fue prácticamente el único motor de la recuperación en la generación de empleo en la provincia en 2017, pero los últimos registros de puestos laborales en las obras mostraron la primera caída, luego de más de 12 meses de crecimiento continuo.
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Los "brotes verdes" que surgieron el año pasado en el sector de la construcción local empezaron a secarse a partir del primer trimestre de 2018. La actividad fue prácticamente el único motor de la recuperación en la generación de empleo en la provincia en 2017, pero los últimos registros de puestos laborales en las obras mostraron la primera caída, luego de más de 12 meses de crecimiento continuo.
La primera explicación que surge ante los incipientes indicios de una recesión en la construcción es que bajó el ritmo de edificación de viviendas, tanto las ejecutadas con fondos públicos como con privados. Los últimos con más incidencia en la creación de trabajo.
Los proyectos que canaliza el Instituto Provincial de la Vivienda con recursos nacionales vienen sufriendo demoras y aún no se diseñaron nuevos proyectos habitacionales para el futuro.
Un ejemplo es lo que ocurre con los dúplex que se construyen en el predio Pereyra Rozas, en la zona norte de la ciudad de Salta, que estaba previsto su inauguración en octubre próximo, pero ya se anticipa un retraso de, al menos, dos meses de acuerdo a estimaciones de la Cámara Salteña de la Construcción.
Otra muestra se vio en la última entrega de casas sociales en el barrio El Huaico, el 2 de mayo pasado, casi un año después de lo previsto.
En la parte privada, la situación es más crítica porque hay proyectos totalmente paralizados. La suba de las tasas de créditos hipotecarios, la inflación que no cede y la escalada del dólar conforman un cóctel nefasto para las inversiones en ladrillos.
En la capital provincial están paralizadas tres grandes construcciones de edificios de altura, porque quienes se sumaron a los emprendimientos desde "el pozo" no pueden hacer frente a las cuotas.
"El individuo de clase media alta que podía acceder a un departamento quedó en una situación muy complicada porque las cuotas de los emprendimientos de altura comenzaron a subir a la par de la inflación", explicó a El Tribuno el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Salta, Juan Martín Biella.
Empleo
Un reciente informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) da cuenta de que en febrero pasado, el empleo en las obras tuvo una merma interanual del 1,7% y del 2,6% si se compara con enero.
Es una señal de alerta que la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) ya tomó nota.
"Tenemos una caída en el empleo porque la actividad privada está aflojando y eso nos preocupa mucho", dijo a este diario Rubén Aguilar, titular de la Uocra en Salta.
"Todas las construcciones con fideicomisos se ven afectados enormemente por el tema económico. Lo mismo ocurre con las obras particulares, del propietario que quiere refaccionar o ampliar su casa”, agregó el gremialista.
El presidente de la Cámara Salteña de la Construcción, Guillermo Arroyo, advirtió, además, que si bien el IPV tiene en carpeta la edificación de unas 3.700 viviendas, no existen proyectos para nuevas urbanizaciones.
“No se avizoran nuevas obras en el futuro, entonces estamos viendo que cerca de fin de año, si la Nación no manda nuevos planes de vivienda, puede haber una gran cantidad de gente que no va a tener trabajo”, dijo el dirigente empresarial.
Recordó que Nación no actualiza el precio de construcción de viviendas sociales desde abril de 2016. El desfasaje de costos es del 60%, pero por un reciente acuerdo la Provincia se empezó a hacer cargo de parte de esa diferencia.