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La plaza del Congreso, en sinfonía de colores

A pesar de las diferentes posturas, la convivencia y la espera fueron pacíficas.
Miércoles, 13 de junio de 2018 23:46

Una plaza que amaneció dividida en verdes por un lado, celestes por el otro, y un enorme espacio liberado por vallas. Fue la imagen de cómo la sociedad llegó hoy a la sesión que por primera vez iba a discutir en el Congreso una ley que autoriza el aborto. 
Una fila de vallas azules, como las que hasta hace dos semanas dividían la Plaza de Mayo, separaba a unos y otros. De Rivadavia hacia Corrientes, los verdes, que apoyan el proyecto. De Hipólito Yrigoyen hacia Belgrano, los celestes, que están en contra. En el medio, quedaba la plaza del Congreso como zona neutral.
“Vengan chicas, no hay problema, pasen tranquilas”, garantizó un hombre de pañuelo celeste a dos jóvenes que iban con su distintivo verde y confundieron el lado. No fueron las únicas que se animaron a cruzar: otros “verdes” se asomaron a curiosear los carteles que los “celestes” habían colgado en las vallas.
“Pero mirá lo que escribieron”, se indignó Luján, que llegó de Rosario con otras compañeras de la facultad, mientras leía “Con la ley tu hija de 13 años podría abortar sin que lo sepas”. 
Desde temprano, mujeres pero sobre todo chicas, y muchos hombres jóvenes se convirtieron en los protagonistas de la jornada. 
“Dicen que somos zurdas y asesinas. Voten aborto o va a haber quilombo”, cantaba Valeria, de 18 años y estudiante de arte poco después de las 11.30, cuando en el recinto dos violinistas y un chelista daban los primeros acordes del Himno Nacional, antes de la histórica sesión.
Valeria llegó junto a sus compañeras del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y se animó a enfrentar el frío de la plaza, donde se vendían pañuelos verdes y celestes a 50 pesos, muñecas de paño con el pañuelo verde al cuello y remeras con frases a favor y en contra del aborto. 
“Defendemos la vida y la república. No podemos permitir un genocidio de bebés”‘, dijo Marcela, que viajó con sus amigas desde Lomas de Zamora. 

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Una plaza que amaneció dividida en verdes por un lado, celestes por el otro, y un enorme espacio liberado por vallas. Fue la imagen de cómo la sociedad llegó hoy a la sesión que por primera vez iba a discutir en el Congreso una ley que autoriza el aborto. 
Una fila de vallas azules, como las que hasta hace dos semanas dividían la Plaza de Mayo, separaba a unos y otros. De Rivadavia hacia Corrientes, los verdes, que apoyan el proyecto. De Hipólito Yrigoyen hacia Belgrano, los celestes, que están en contra. En el medio, quedaba la plaza del Congreso como zona neutral.
“Vengan chicas, no hay problema, pasen tranquilas”, garantizó un hombre de pañuelo celeste a dos jóvenes que iban con su distintivo verde y confundieron el lado. No fueron las únicas que se animaron a cruzar: otros “verdes” se asomaron a curiosear los carteles que los “celestes” habían colgado en las vallas.
“Pero mirá lo que escribieron”, se indignó Luján, que llegó de Rosario con otras compañeras de la facultad, mientras leía “Con la ley tu hija de 13 años podría abortar sin que lo sepas”. 
Desde temprano, mujeres pero sobre todo chicas, y muchos hombres jóvenes se convirtieron en los protagonistas de la jornada. 
“Dicen que somos zurdas y asesinas. Voten aborto o va a haber quilombo”, cantaba Valeria, de 18 años y estudiante de arte poco después de las 11.30, cuando en el recinto dos violinistas y un chelista daban los primeros acordes del Himno Nacional, antes de la histórica sesión.
Valeria llegó junto a sus compañeras del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y se animó a enfrentar el frío de la plaza, donde se vendían pañuelos verdes y celestes a 50 pesos, muñecas de paño con el pañuelo verde al cuello y remeras con frases a favor y en contra del aborto. 
“Defendemos la vida y la república. No podemos permitir un genocidio de bebés”‘, dijo Marcela, que viajó con sus amigas desde Lomas de Zamora. 

Las primeras

A pocos metros, Micaela bailaba con un cartel que rezaba “Ni puta por coger, ni madre por deber, ni presa por abortar”. Fueron ellas, las que estaban a favor de la legalización, las que llegaron primero y se instalaron con carpas casi al mismo tiempo que las vallas.
Desde temprano, la mayor parte de los diputados que iban llegando a la Cámara también eligió los pañuelos para ir anticipando una votación cuyo resultado se conocerá hoy de madrugada.
 

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