El debate de una futura reforma constitucional debe focalizar la necesidad de eliminar la dominación y opresión institucionalizada contra las mujeres en Salta. Las desigualdades tanto en la distribución de recursos y oportunidades como en las concepciones de la dignidad humana, la autonomía personal y los derechos afectan la capacidad de las mujeres en Salta de construir capital humano, social, económico y político, así su integridad física y por supuesto las capacidades para elegir cómo vivir su propia vida. La Constitución debe establecer mecanismos de rendición de cuentas de las instituciones para que las acciones que limitan el acceso de las mujeres a los recursos o a las capacidades para tomar decisiones sean prevenidas y castigadas.
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El debate de una futura reforma constitucional debe focalizar la necesidad de eliminar la dominación y opresión institucionalizada contra las mujeres en Salta. Las desigualdades tanto en la distribución de recursos y oportunidades como en las concepciones de la dignidad humana, la autonomía personal y los derechos afectan la capacidad de las mujeres en Salta de construir capital humano, social, económico y político, así su integridad física y por supuesto las capacidades para elegir cómo vivir su propia vida. La Constitución debe establecer mecanismos de rendición de cuentas de las instituciones para que las acciones que limitan el acceso de las mujeres a los recursos o a las capacidades para tomar decisiones sean prevenidas y castigadas.
Señalamos algunos ejemplos:
a) el retroceso en la composición de género de la Corte de Salta: en 2006 de cinco miembros, dos eran mujeres; hoy de siete miembros, solamente dos son mujeres;
b) en un contexto de alta politización de la Justicia y escasa independencia del Poder Judicial, los jueces de la Corte actuaron como legitimadores y ejecutores del proyecto político del Ejecutivo, decidiendo en contra de las garantías constitucionales y de los derechos humanos y de este modo dando la espalda a los reclamos de los sectores desprotegidos y desfavorecidos de la sociedad;
c) la reiteración y profundización de estereotipos de género en las decisiones judiciales hacen sospechar de la existencia de grupos poderosos que gobiernan el Poder Judicial de Salta que tienen especial interés en que la política machista y conservadora no cambie.
Si entendemos a la democracia como el gobierno por medio de la discusión, cualquier debate constitucional debe prestar especial atención a la calidad del proceso democrático y, principalmente a la inclusión de todas las voces durante el ejercicio del razonamiento público.
El vaciamiento del sistema democrático permite que los órganos políticos actúen en beneficio de sus propios intereses.
La Legislatura provincial se llamó a silencio durante la vigencia del decreto 1.170/12 que condicionaba y virtualmente bloqueaba el acceso al aborto no punible de las mujeres violadas y abusadas.
Fue necesaria la visibilización de la extrema violación de derechos humanos de una niña de diez años, condenada por las autoridades públicas a una maternidad forzada, para despabilar a los diputados.
La falta de paridad de género en la composición de ambas Cámaras, y especialmente la autoexclusión del Senado Provincial de la ley de paridad, nos lleva a reflexionar sobre la calidad del proceso democrático en esa institución tan importante para el debate público. Asegurar que hombres y mujeres sean tratados en forma igualitaria es la posición oficial de todos los países que han ratificado la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención para la Eliminación de toda Forma de Discriminación contra la Mujer (Cedaw), pero el Senado de Salta no lo consideró importante.
Tampoco lo consideró el Tribunal Electoral Provincial que permitió la violación de la ley de paridad al aprobar multiplicidad de listas en frentes electorales y, en consecuencia, admitiendo que la ley de paridad se convirtiera en letra muerta.
Salta carece de representación femenina en la Cámara de Diputados de la Nación, muestra evidente del retroceso de la Provincia en materia de género en los últimos años.
Hoy se debate un tema tan importante como el aborto, pero las mujeres de Salta carecen de voz y representación. Los representantes del pueblo de Salta, todos varones, se apresuraron a anticipar su posición en contra, sin que se les ocurriera pensar que, como ejercen la representación también de las ciudadanas, sería importante escuchar sus opiniones, estudiar las estadísticas, buscar las causas por las cuales en Salta la mortalidad materna duplica la media nacional.
Conclusiones
Abordar la prevención de la violencia contra la mujer en Salta importa un trabajo social y político para crear una generación de hombres y mujeres para quienes la violencia sea inaceptable, que incluya a las mujeres en forma igualitaria en todos los ámbitos de toma de decisiones, acceso al poder y recursos económicos.
La opresión de la mujer en la sociedad patriarcal es algo mucho más complejo que la vulneración de un determinado derecho o interés, por lo que su abordaje desde el derecho penal es importante pero no suficiente.
Cualquier reforma constitucional tiene que incorporar la perspectiva de género y ser discutida en forma igualitaria por hombres y mujeres de Salta.
El futuro está en nuestras manos, ¿en qué clase de sociedad queremos que vivan las futuras generaciones?