¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Multitudinarios festejos por las fiestas patronal y fundacional

Monseñor Scozzina hizo un fuerte reclamo en favor del ambiente y de los más desprotegidos. El intendente Leavy, por su parte, se congratuló con la interinstitucionalidad.
Jueves, 14 de junio de 2018 00:00

En la mañana nublada y fría que siguió a la Serenata en honor a Tartagal, que se realizó desde la 0 hora del miércoles, los tartagalenses participaron de los actos religiosos e institucionales programados por la parroquia La Purísima y la Municipalidad local, para festejar el 94 aniversario de la fundación de la ciudad y rendir cultos a San Antonio de Padua.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En la mañana nublada y fría que siguió a la Serenata en honor a Tartagal, que se realizó desde la 0 hora del miércoles, los tartagalenses participaron de los actos religiosos e institucionales programados por la parroquia La Purísima y la Municipalidad local, para festejar el 94 aniversario de la fundación de la ciudad y rendir cultos a San Antonio de Padua.

Los actos estuvieron encabezados por el gobernador de la provincia Juan Manuel Urtubey, quien acudió acompañado por el vicegobernador Miguel Issa, el intendente interino de Tartagal, Eduardo Leavy, jefes comunales vecinos y diputados por el departamento San Martín, junto a fuerzas de seguridad y del ejército.

Numerosos vecinos participaron también a las 9 del izamiento de las banderas argentina y salteña que se realizó en la plaza General San Martín. Fueron notorias las ausencias de los dos diputados nacionales por Salta oriundos de Tartagal Andrés Zottos y Sergio Leavy, quienes se encontraban en Buenos Aires participando de la sesión que trató la despenalización del aborto.

Una vez finalizada esa primera actividad protocolar las autoridades se dirigieron hacia la parroquia La Purísima donde el obispo de la Diócesis de Orán, monseñor Antonio Scozzina, junto a otros franciscanos de Tartagal, ofició el tedéum. Los actos, tal como estaba previsto, pero ya sin la presencia del gobernador, se trasladaron luego al palco oficial para iniciar el desfile cívico y militar del que participaron alrededor de 150 delegaciones entre escolares, educativas, gauchescas, fuerzas de seguridades y de instituciones intermedias.

Una enérgica homilía

Lo más notorio de la jornada fue la homilía de casi 50 minutos que dio Scozzina, quien comenzó expresando que "estamos viviendo a nivel de la comunidad internacional, nacional y local momentos de crisis, momentos en los que se ha desdibujado el horizonte de la humanidad".

"Ya en el año 2000 Naciones Unidas en la Carta de la Tierra expresaba que si la humanidad seguía este mismo ritmo, iría hacia la destrucción, tanto del hombre como de nuestra casa común que es la tierra", dijo.

Y agregó que "de allí que San Juan Pablo II hablara de la necesidad para los cristianos de una conversión ecológica y palabras que muchos interpretaron como una cuestión verde y nada más".

Scozzina remarcó más adelante que "la tarea de todos, como lo dice el Papa, es cuidar la casa común y la humanidad y a lo más frágiles que son los pobres, los excluidos, los que esta sociedad y este modo de encarar la vida social, política y económica ha convertido en descartables. Como no son funcionales a un interés inmediato utilizando diferentes métodos, se descarta a los pobres porque son muchos millones".

Posteriormente el obispo se refirió a "los especialistas en el arte de matar que tienen nuevos métodos para no posibilitar la vida, tanto la humana como la vida en la tierra que es madre como diría San Francisco".

Y remarcó: "La vida de los descartables y de nuestra tierra está amenazada por distintos proyectos en función de intereses que no son el bien común, sino el beneficio de unos pocos que muchas veces ni siquiera son de acá".

"La vida -remarcó el obispo de Orán- es sagrada y ningún interés, conveniencia personal o decisión institucional puede atentar contra el cuidado de la vida. Todos lo que reconocemos a Jesús como enviado del Padre debemos escuchar el evangelio, que nos encomienda cuidar, proteger la vida desde su concepción y en todas sus etapas como niños, jóvenes, ancianos y de todos los que no han tenido nuestras mismas posibilidades".

Monseñor Scozzina se refirió también "a la gran tarea que tienen los educadores, las fuerzas de seguridad y especialmente los políticos porque en cada decisión que tomen se juega la vida. Hoy -remarcó- comienza este gran debate por esta ley que algunos la interpretan como una solución a un problema que existe y que es real. Me ha tocado escuchar de cerca -recordó el obispo de Orán- de qué manera las posturas intolerantes que a veces con justicia se las han atribuido a la Iglesia Católica, hoy la escuchamos de otros sectores que se dicen progresistas y plurales. Pero, curiosamente, la pluralidad llega hasta tanto se piense igual (que ellos) porque si pensas distinto o votas distinto, sos excluido".

"Los que están a favor de esta ley dicen estar a favor de la vida pero nos falta ponernos de acuerdo en qué es la defensa de la vida porque nos falta diálogo, liberarnos de prejuicios y ser libres para no obrar según las imposiciones de los grupos de poder", enfatizó.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD