Los vecinos de barrio Casino están indignados. Desde hace prácticamente un mes tienen que soportar los olores de las aguas servidas que inundan el lugar. Pero, principalmente, están expuestos a los riesgos sanitarios que esta situación genera. Los llamados a Aguas del Norte para notificarlos del tema fueron numerosos. Sin embargo, todo sigue igual, contaron.
inicia sesión o regístrate.
Los vecinos de barrio Casino están indignados. Desde hace prácticamente un mes tienen que soportar los olores de las aguas servidas que inundan el lugar. Pero, principalmente, están expuestos a los riesgos sanitarios que esta situación genera. Los llamados a Aguas del Norte para notificarlos del tema fueron numerosos. Sin embargo, todo sigue igual, contaron.
Los residentes de los barrios Casino y Docente pidieron el recambio total de la red cloacal porque desde hace 10 años las cañerías se trancan y rebalsan; sin embargo, nadie tomó cartas en el asunto. Para los vecinos es una historia repetida: todas las semanas los representantes del consorcio llaman a Aguas del Norte para que destranquen las cloacas, que se derraman sobre la vereda y la calle. Los operarios de la empresa levantan la cámara, despejan la suciedad, que tiene materia fecal, y la tapan. Entonces, al ratito ya están llenas de nuevo.
"La verdad es que desconocemos cómo se originó este problema ni dónde se encuentra la avería. Lo que sí estamos seguros es que se trata de un tema que tiene que solucionarse cuanto antes", dijo Martín, un residente de los tradicionales departamentos del sur capitalino.
Los vecinos del lugar comentaron a El Tribuno que los desages cloacales en el predio se hicieron hace más de 40 años, hay 41 torres y más de 320 familias en el sector dos del barrio Casino.
La gente del lugar agregó: "Lo más increíble, es que a metros de este lugar se encuentra el Concejo Deliberante de la ciudad de Salta, que ya debería haber tomado cartas en el asunto. Todos los ediles deben percibir el olor que lamentablemente inunda toda la zona".
Foco infeccioso
Como puede observarse en la fotografía, los vecinos tienen que chapotear entre las aguas servidas para acceder a sus automóviles en el estacionamiento interno de los edificios.
Pero lo más preocupante es que los líquidos cloacales se acumulan a metros de la plaza interna que tiene el barrio.
Ahí los chicos se entretienen en los juegos que están instalados en ese lugar, que por este inconveniente se convierte en un foco de contaminación para los que viven en el Casino, que afecta no solo el medio ambiente, sino la salud de los residentes, en especial la población infantil, que es la más vulnerable.
"Este problema es de larga data. Por suerte ahora se inundaron las cloacas en invierno, cuando hace frío. En el verano también tuvimos este problema y el hedor era insoportable. No sé de quién es la culpa, pero este problema se tiene que solucionar pronto, porque esta en juego la salud de nuestros hijos", concluyó Martín.