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Crece el malestar por árboles peligrosos y multas a vecinos

Las sanciones pueden ir desde los $3 mil hasta los $30 mil. Denuncian demoras de hasta diez años en los permisos de podas.
Sabado, 23 de junio de 2018 00:00

Raíces que llegan hasta adentro de las casas, ramas sobre el tendido eléctrico y troncos inclinados por su propio peso son algunas de las situaciones de riesgo relacionadas con la falta de mantenimiento del arbolado urbano. Cansados y preocupados, algunos vecinos decidieron recortar ellos mismos sus árboles, pero fueron multados porque la norma municipal prohíbe la poda sin el correspondiente permiso.

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Raíces que llegan hasta adentro de las casas, ramas sobre el tendido eléctrico y troncos inclinados por su propio peso son algunas de las situaciones de riesgo relacionadas con la falta de mantenimiento del arbolado urbano. Cansados y preocupados, algunos vecinos decidieron recortar ellos mismos sus árboles, pero fueron multados porque la norma municipal prohíbe la poda sin el correspondiente permiso.

El riesgo quedó demostrado con los casi cien ejemplares caídos durante el verano y con el viento de los primeros días de junio. Sin embargo, los vecinos denuncian que conseguir un permiso para podar un árbol o rama que está en peligro puede llegar a tomar diez años.

Lucrecia Miller, vecina de la avenida Bicentenario, denunció a través de las redes sociales que fue intimada por la Municipalidad luego de podar dos árboles de la vereda de su casa.

Mediante un acta, le dieron cinco días para que realizara su descargo. Miller, que también es presidenta de la Fundación Papis, explicó que la poda se hizo por seguridad. "Llamé a mi jardinero porque, cuando crecen mucho, tapan la luz y la platabanda. Hay cables y, cuando cobran altura, pueden perjudicarlos", aseguró.

Para que no quedaran dudas sobre su intención, se declaró como "una amante de la naturaleza" y destacó que tiene un jardín muy cuidado.

La mujer presentó su descargo con fotografías, indicando que no cortó ninguna rama, sino que solamente las "redondearon". Ahora espera una respuesta de parte del Tribunal de Faltas de segunda nominación, a cargo de Gisela Moreno.

Sobre la denuncia realizada por redes sociales, el secretario de Medio Ambiente Municipal, Gastón Galíndez, respondió: "Si bien es cierto que para cualquier tipo de poda es necesario tener autorización, pareciera un exceso de rigurosidad en la aplicación de la norma". Además, el funcionario destacó que "durante años hubo poca atención del arbolado urbano".

Los cables del barrio Fraternidad, en Caseros al 2300, corren la misma suerte. En este caso los vecinos decidieron esperar, aunque señalan que la situación es insostenible. Hace más de diez años que presentaron pedidos para que se quiten ejemplares de la plaza, que ya ocasionaron problemas.

"Esa rama se cayó un rato después de que se fueron los chicos del colegio", dijo Luisa García Bes, mientras señalaba un árbol de gran porte al que le falta una parte. Es uno de los ejemplares que ya dejó en claro el peligro que representa para los vecinos. En febrero se le cayó una rama que rompió un farol de la plaza. 

En el espacio verde hay más de 20 árboles, todos de gran porte. Frente a la casa de Luisa hay una tipa que tiene una inclinación de 45 grados. 

“Cuando vine a vivir acá, hace 27 años, no estaba así”, afirmó la vecina. El ejemplar tejió raíces por debajo de su casa. “Diferentes plomeros ya me dijeron que llegan hasta mi dormitorio”, contó preocupada. 

La vereda de su vivienda tiene rajaduras y su mayor miedo es que se dañen las tuberías de gas. “Ante cada viento, rezo”, dijo la mujer, que ya presentó notas ante la Secretaría de Medio Ambiente. 

En caso de que hubiera que sacar el árbol, ofreció plantar otro. “Una aprendió desde chica que los árboles te dan sombra, frutos y aire, pero cuando se vuelven peligrosos...”, planteó. 

Carlos Ruiz, uno de los primeros vecinos en llegar al barrio, fue el que plantó varios de los árboles que hoy representan un riesgo. “Como éramos maquinistas... qué sabíamos. Plantamos tipas nomás. Ahora tienen 50 años pero, si los sacamos, nos ponen multa”, le dijo en la puerta de su casa a El Tribuno. 

“Así es la carpeta que tengo”, indicó, separando las manos. El extrabajador ferroviario aseguró que, “desde que Isa era intendente”, presentaron diferentes solicitudes. Pasaron más de diez años pero no obtuvieron ningún tipo de respuesta hasta el momento.

Armina Vilagrán es otra vecina que, además de presentar notas, acudió a diferentes medios. No buscó ayuda solo por los árboles de la plaza. Hace dos años que le pidió a la Secretaría de Medio Ambiente permiso para podar los dos ejemplares de su vereda, pero la solicitud tampoco encontró respuestas. “Edesa me decía que las ramas estaban tocando los cables”, relató. 

En febrero, en tan solo dos días se cayeron 46 árboles. A fines de ese mes se desplomaron 70 en la vía pública. A eso se suman los que se vinieron abajo hace dos semanas por fuertes ráfagas de viento: se estima que fueron alrededor de cien. 

Los árboles caídos provocaron daños materiales. Muchos se derrumbaron sobre vehículos, como ocurrió en Tres Cerritos. Algunos, como sucedió en Vaqueros, quedaron encima de las casas. En el parque San Martín, un eucalipto de 20 metros cayó cerca del centro cultural de la Municipalidad.

 

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