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Siguen pidiendo seguridad tras el ataque a una chofer

Según UTA, hay presencia policial, pero trabajadores creen que falta protección.Una conductora fue golpeada por un pasajero con tratamiento psicológico.
Domingo, 24 de junio de 2018 00:00

María Fernanda Aquino, la joven chofer de colectivo que fue golpeada e insultada por un pasajero que no quiso abonar su boleto, afronta un difícil período de recuperación. Tras el caso, desde la UTA consideraron que la seguridad para los choferes mejoró. Sin embargo, los trabajadores del volante sostienen lo contrario y piden más protección.

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María Fernanda Aquino, la joven chofer de colectivo que fue golpeada e insultada por un pasajero que no quiso abonar su boleto, afronta un difícil período de recuperación. Tras el caso, desde la UTA consideraron que la seguridad para los choferes mejoró. Sin embargo, los trabajadores del volante sostienen lo contrario y piden más protección.

"Estoy realizando tratamiento psicológico. Estoy mal. Me la paso en cama porque no tengo ánimos de levantarme. En una semana empiezo la rehabilitación con fisioterapia en mi brazo derecho", contó a El Tribuno la conductora.

La joven estará de licencia por carpeta médica durante tres meses. Pese al ataque que sufrió y a las secuelas con las que está luchando, expresó que tiene muchas ganas de volver a manejar un colectivo.

"Manejar el colectivo es lo que más me gusta. Parte de mi depresión se debe a que ahora no puedo hacerlo. No puedo trabajar y por eso estoy muy triste. Mi vida cambió completamente. No me siento bien", dijo con profundo pesar.

El jueves 7 de junio, Víctor Wilfredo Calle subió al colectivo del corredor 7 que manejaba María Fernanda Aquino, quien le pidió que pagara su pasaje porque no lo había hecho.

El pasajero, de acuerdo al relato de testigos, la insultó. Luego, al momento de descender y por motivos que se desconocen, el hombre terminó tirado en la vereda.

Aquino se percató de la situación, frenó y bajó para auxiliarlo, pero el imputado la golpeó salvajemente, por lo que resultó lesionada en el hombro derecho.

Calle fue detenido y declaró que, al momento de bajar del colectivo, por una mala maniobra de la conductora cayó a la vereda. Argumentó que, cuando la mujer se dispuso a auxiliarlo, enojado "tiró manotazos" y la golpeó "en forma accidental".

El hombre fue imputado por el delito de lesiones y sigue detenido. La Fiscalía Penal número siete, a cargo del caso, solicitó que se le practique una pericia psicológica.

Al ser consultada por el estado de la causa judicial, Aquino sostuvo: "No sé nada de él. Fui a ampliar mi denuncia". La víctima explicó que prefiere no brindar más detalles para no entorpecer la investigación.

La joven manifestó también que recibió ayuda del Ministerio de Derechos Humanos de la Provincia para afrontar la delicada situación.

Cámaras

El secretario General de la UTA, Jorge Flores, sostuvo que la seguridad para los choferes de colectivo mejoró tras el caso de María Fernanda Aquino.

"Hoy los compañeros tienen presencia policial en las puntas de líneas, control y acompañamiento por varias cuadras arriba las unidades durante la jornada laboral. Además, se acompaña con un móvil policial a los compañeros que prestan servicio a la noche, tanto en la entrada como en la salida de los barrios conflictivos", afirmó el representante sindical.

Afirmó que también hay un compromiso del Ministerio de Seguridad de la Provincia de colocar en octubre cámaras de vigilancia en las puntas de línea consideradas más peligrosas. "Gracias a Dios no hubo agresiones a compañeros en las últimas semanas", dijo el gremialista.

Desde Saeta coincidieron con lo que informó Jorge Flores y explicaron que no recibieron reportes de incidentes durante estas últimas semanas.

Pese a lo expresado por Flores, choferes de colectivo sostienen que se siguen sintiendo inseguros en sus recorridos por los barrios de la ciudad.

“Durante la primera semana, luego de la agresión a la compañera, hubo presencia policial permanente, pero después los policías dejaron de estar apostados en las puntas de línea y pasaban cada tanto a preguntar cómo estaba todo”, aseguró un chofer de colectivo que no quiso brindar su identidad por temor a sufrir persecuciones laborales. 

El trabajador consideró que “este tema debería entrar a la Cámara de Diputados para que se cree una ley que realmente ampare a los trabajadores del volante”.

“El fondo del barrio Castañares, el de Pinares y los barrios Solidaridad, Libertad, Democracia y Círculo son los lugares donde constantemente sufrimos insultos y agresiones. Ni hablar de los fines de semana”, añadió el trabajador del transporte urbano.

Otro chofer expresó: “Nos habían prometido policías en puntas de línea durante las 24 horas, pero la última vez que trabajé, un sábado a las 5 de la madrugada no había nadie. Nos mintieron”. 

Antecedente

El ataque a María Fernanda Aquino generó una gran repercusión en las redes sociales y la indignación creció cuando se conoció que el agresor tenía antecedentes penales y una condena judicial previa por violencia de género.

En 2016 la jueza Claudia del Valle Puertas sentenció a Víctor Wilfredo Calle “a la pena de seis meses de prisión de ejecución condicional por resultar autor penalmente responsable del delito de lesiones agravadas”, según se difundió en el parte de prensa oficial del Poder Judicial del 6 de junio de ese año.

En ese entonces su pareja lo había denunciado por agredirla cuando se encontraban en un camping. La jueza Puertas le impuso, además, obligaciones como no abusar de las bebidas alcohólicas y someterse a un tratamieno psicológico. También debía fijar un domicilio y presentarse ante la Justicia al inicio de cada mes

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