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Jimena López Morillo, la primera ingeniera mecánica salteña recibida en el Balseiro

En una entrevista con El Tribuno, la joven cerrillana admitió: “No fue fácil, pero lo logré” . 
Domingo, 24 de junio de 2018 15:54

Con 23 años, Jimena López Morillo, una joven cerrillana, se convirtió en la primera ingeniera mecánica salteña recibida en el Instituto Balseiro, que funciona en el Centro Atómico Bariloche. 
El viernes, justamente, tuvo su acto de colación rodeada de sus afectos. “Estoy muy feliz porque no fue fácil, pero lo logré y cerré una etapa”, destacó la flamante profesional que llegará a Salta el próximo miércoles.
Pero los desafíos siguen y ella decidió quedarse dos años más en el Balseiro para realizar una maestría en Robótica, un campo que la apasiona. Todavía se acuerda cuando le preguntaban especialmente algunos familiares ¿esa carrera querés estudiar? Ahora con el título en mano desmitificó el prejuicio de que las carreras científicas y técnicas son más para hombres que mujeres. Si bien son pocas las que se animan, Jimena es el claro ejemplo de que se puede.
“En mi promoción somos dos mujeres de ocho que nos recibimos, es histórico en el Balseiro, nunca se habían recibido dos ingenieras mecánicas juntas”, contó la joven y agregó que durante su carrera nunca sintió una diferencia de trato por el hecho de ser mujer.
En la historia del Instituto Balseiro Jimena y una joven de Bariloche se convirtieron en la quinta y sexta ingenieras. 

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Con 23 años, Jimena López Morillo, una joven cerrillana, se convirtió en la primera ingeniera mecánica salteña recibida en el Instituto Balseiro, que funciona en el Centro Atómico Bariloche. 
El viernes, justamente, tuvo su acto de colación rodeada de sus afectos. “Estoy muy feliz porque no fue fácil, pero lo logré y cerré una etapa”, destacó la flamante profesional que llegará a Salta el próximo miércoles.
Pero los desafíos siguen y ella decidió quedarse dos años más en el Balseiro para realizar una maestría en Robótica, un campo que la apasiona. Todavía se acuerda cuando le preguntaban especialmente algunos familiares ¿esa carrera querés estudiar? Ahora con el título en mano desmitificó el prejuicio de que las carreras científicas y técnicas son más para hombres que mujeres. Si bien son pocas las que se animan, Jimena es el claro ejemplo de que se puede.
“En mi promoción somos dos mujeres de ocho que nos recibimos, es histórico en el Balseiro, nunca se habían recibido dos ingenieras mecánicas juntas”, contó la joven y agregó que durante su carrera nunca sintió una diferencia de trato por el hecho de ser mujer.
En la historia del Instituto Balseiro Jimena y una joven de Bariloche se convirtieron en la quinta y sexta ingenieras. 

"¿Cómo surgió esta vocación por la ingeniería mecánica?" le consultó El Tribuno. Jimena, entonces, contó que desde pequeña era muy curiosa y siempre quería saber cómo funcionaban las cosas en detalle. Empezó desarmando autitos y radios y mientras crecía se hacía más preguntas. 
“Decir esto se transforma de esta forma, por ejemplo, generamos electricidad, pero más en profundidad, cómo esto mueve a esto otro. Los mecanismos que hacen funcionar al mundo entero con la tecnología todo eso me despertaba mucha curiosidad”, precisó.
De cara al futuro, más que reactores nucleares Jimena López Morillo se inclina por la parte de robótica y automatización y si es aplicada a la medicina mucho mejor, por ejemplo, trabajar en brazos robóticos e implantes.
Por ahora la cabeza de la ingeniera está en sus estudios, aún no pensó bien qué va a hacer después. Admitió que no sabe si va a poder regresar a su ciudad natal, pero sí tiene el deseo de poder hacerlo en algún momento de su vida.
 

 

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