Panza llena, corazón contento. Pero si es Messi el que te invita a comer, más contento todavía.
En otro gesto como anfitrión, el capitán del seleccionado argentino, Lionel Messi, ofreció a sus compañeros un almuerzo en el restaurante de su familia en Barcelona, lugar que hace casi dos años se convirtió en su pequeño “jardín” particular, en pleno corazón de la ciudad. Entre los comensales también estuvieron Jorge Sampaoli y Claudio “Chiqui” Tapia.
Bellavista del Jardín del Norte es el nombre del restaurante de los Messi, situado en la elegante calle Enric Granados, un proyecto que combina la cocina tradicional catalana, con toques argentinos y de vanguardia.
Tras más de una década divirtiéndose en el Camp Nou, Messi junto a sus hermanos Rodrigo y Marisol, debutaron con su primera aventura gastronómica junto al Grup Iglesias, de los hermanos Juan Carlos, Borja y Pedro Iglesias, socios de otros dos hermanos famosos, los chef Albert y Ferran Adriá.
Luego de la polémica suspensión del partido amistoso contra Israel, Messi pasó de estar amenazado y señalado a convertirse en héroe de una buena parte del planeta y, en parte, se lo debe al apoyo de sus compañeros. A ellos es a quienes quiso reconfortar con el almuerzo, llevándolos a la intimidad de su cocina.
En realidad, es su hermano Rodrigo quien maneja el negocio familiar, que implicó una inversión de cerca de 2,5 millones de euros y que cuenta también con la participación del estudio de diseño de interiores El Equipo Creativo.
Desde la calle apenas se puede divisar el interior, pero Bellavista del Jardín del Norte pretende recrear un mini pueblo, con su kiosco de revista, su barbería, la iglesia, una fuente de agua, Manantial Rosario, todo un guiño hacia el hogar del crack rosarino. También cuenta con una zona de juegos, donde están colgadas camisetas del Barcelona de Messi, Suárez y Neymar.
Los comensales pueden pasarse allí un buen rato jugando con videojuegos de los años 80 y 90, o escuchando música, ya que tienen a su disposición cientos de vinilos.
En el segundo nivel del restaurante está la zona que Messi suele utilizar para recibir a sus compañeros de equipo, en la que puede mantener cierta privacidad cuando el restaurante está abierto al público, que cuenta con TV y juegos. Ayer el restaurante estuvo cerrado, y solo atendió a la Selección.
Una de las curiosidades del establecimiento es que uno se puede quedar atrapado en el baño, muerto de risa, escuchando los chistes que salen de los parlantes, en lugar de música ambiente.
El menú es variado: desde tapas clásicas, como el jamón ibérico, croquetas, pasando por comida asiática, hasta platos más típicos de Argentina. El favorito de Messi: milanesa napolitana a caballo. El costo es de 14,50 euros, aunque la mayoría de los platos del menú tiene un precio más elevado.
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Panza llena, corazón contento. Pero si es Messi el que te invita a comer, más contento todavía.
En otro gesto como anfitrión, el capitán del seleccionado argentino, Lionel Messi, ofreció a sus compañeros un almuerzo en el restaurante de su familia en Barcelona, lugar que hace casi dos años se convirtió en su pequeño “jardín” particular, en pleno corazón de la ciudad. Entre los comensales también estuvieron Jorge Sampaoli y Claudio “Chiqui” Tapia.
Bellavista del Jardín del Norte es el nombre del restaurante de los Messi, situado en la elegante calle Enric Granados, un proyecto que combina la cocina tradicional catalana, con toques argentinos y de vanguardia.
Tras más de una década divirtiéndose en el Camp Nou, Messi junto a sus hermanos Rodrigo y Marisol, debutaron con su primera aventura gastronómica junto al Grup Iglesias, de los hermanos Juan Carlos, Borja y Pedro Iglesias, socios de otros dos hermanos famosos, los chef Albert y Ferran Adriá.
Luego de la polémica suspensión del partido amistoso contra Israel, Messi pasó de estar amenazado y señalado a convertirse en héroe de una buena parte del planeta y, en parte, se lo debe al apoyo de sus compañeros. A ellos es a quienes quiso reconfortar con el almuerzo, llevándolos a la intimidad de su cocina.
En realidad, es su hermano Rodrigo quien maneja el negocio familiar, que implicó una inversión de cerca de 2,5 millones de euros y que cuenta también con la participación del estudio de diseño de interiores El Equipo Creativo.
Desde la calle apenas se puede divisar el interior, pero Bellavista del Jardín del Norte pretende recrear un mini pueblo, con su kiosco de revista, su barbería, la iglesia, una fuente de agua, Manantial Rosario, todo un guiño hacia el hogar del crack rosarino. También cuenta con una zona de juegos, donde están colgadas camisetas del Barcelona de Messi, Suárez y Neymar.
Los comensales pueden pasarse allí un buen rato jugando con videojuegos de los años 80 y 90, o escuchando música, ya que tienen a su disposición cientos de vinilos.
En el segundo nivel del restaurante está la zona que Messi suele utilizar para recibir a sus compañeros de equipo, en la que puede mantener cierta privacidad cuando el restaurante está abierto al público, que cuenta con TV y juegos. Ayer el restaurante estuvo cerrado, y solo atendió a la Selección.
Una de las curiosidades del establecimiento es que uno se puede quedar atrapado en el baño, muerto de risa, escuchando los chistes que salen de los parlantes, en lugar de música ambiente.
El menú es variado: desde tapas clásicas, como el jamón ibérico, croquetas, pasando por comida asiática, hasta platos más típicos de Argentina. El favorito de Messi: milanesa napolitana a caballo. El costo es de 14,50 euros, aunque la mayoría de los platos del menú tiene un precio más elevado.