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25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Bajó la cantidad de pacientes internados en psiquiátricos

En total, 160 personas permanecen en el Hospital Miguel Ragone y la clínica Monte Carmelo. Buscan otras alternativas de tratamiento.
Viernes, 13 de julio de 2018 00:00

En Salta hay 160 personas internadas por problemas de salud mental, lo que implica una reducción cercana al 40 por ciento con respecto a 2008, según información oficial que se conoció ayer.

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En Salta hay 160 personas internadas por problemas de salud mental, lo que implica una reducción cercana al 40 por ciento con respecto a 2008, según información oficial que se conoció ayer.

El Ministerio de Salud Pública de Salta comunicó que se realizó la semana pasada el censo de personas internadas por motivos de salud mental en la provincia.

El relevamiento forma parte de un censo nacional que se realiza para conocer las condiciones generales de las personas internadas con miras a su externación, con el objetivo de cumplir con la Ley Nacional de Salud Mental.

Entre el hospital público Miguel Ragone y la clínica privada Monte Carmelo hay en total 160 personas, de las cuales más de 130 están en el nosocomio del Estado, que es el centro de referencia provincial en materia de salud mental.

"Es una reducción del 40 por ciento con respecto a cuando existía la colonia Nicolás Lozano. Es una muy buena noticia porque significa que se privilegiaron los dispositivos alternativos", explicó a El Tribuno Roberto Dinarte, director de Capacitación, Docencia e Investigación en Salud Mental de Salta.

Sobre el tiempo que llevan internados los pacientes en estas instituciones, Dinarte dijo que "hay algunos que ingresaron recientemente y otros que son crónicos, que han sufrido un deterioro importante y que además no tienen referentes familiares, lo que plantea una situación muy difícil".

Los resultados preliminares del censo, que se hizo en todo el país, se darán a conocer en diciembre.

Roberto Dinarte describió también que el objetivo del relevamiento era tener información detallada sobre la población de los hospitales y centros privados y los dispositivos para la externación, entre otros datos.

El trabajo se hizo en coordinación entre el Ministerio de Salud de la Nación y las carteras sanitarias provinciales. Intervino la Coordinación Provincial de Salud Mental y la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones.

El relevamiento de datos se hizo en forma personal con los usuarios de los servicios de salud mental que se encuentran en condiciones de brindar información y con los equipos interdisciplinarios de tratamiento, en representación de aquellos que no pueden hacerlo. El censo releva datos personales y sociodemográficos. Se indaga sobre el tiempo de internación, la existencia o no de consentimiento por parte del paciente y la situación judicial, social y familiar de cada persona.

También se recoge información sobre las posibilidades de concretar la externación, como la situación socioeconómica y habitacional o si la persona puede valerse por sí misma.

El objetivo del censo, que se realiza en todas las provincias donde hay establecimientos públicos o privados de internación, es dar cumplimiento a las acciones y políticas establecidas en la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, para generar y profundizar estrategias de "desinstitucionalización" de las personas internadas y su inclusión en la comunidad.

Los resultados se presentarán el 10 de diciembre en una Jornada de Salud Mental y Adicciones que se realizará en la ciudad de Buenos Aires.

Una experiencia positiva 

Roberto Dinarte, director de Capacitación, Docencia e Investigación en Salud Mental de Salta, destacó la experiencia de cuatro personas que estuvieron internadas en Salta y decidieron asociarse en un negocio.

El emprendimiento comercial les permitió salir de la internación y seguir avanzando en sus tratamientos. “Son ejemplos muy positivos de que hay posibilidades para la externación”, expresó Dinarte.

La Ley Nacional de Salud Mental establece que el Estado debe implementar políticas públicas para que evitar la internación prolongada.

Una de las alternativas que deben aplicarse es dar apoyo para que las personas que estuvieron internadas accedan a la vivienda, ya que en muchos casos permanecen en los hospitales pisquiátricos más tiempo que el necesario porque no tienen familia ni un lugar donde vivir.
 

 

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