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El caricaturista salteño Sergio Díaz participa de una subasta solidaria 

Donó a la ONG Haciendo Lío un billete de $2 con la figura de Superman. La subasta online finaliza el próximo lunes y beneficiará a escuelas rurales y centros de oficios.
Sabado, 14 de julio de 2018 11:01

El billete de dos pesos conoció diversas formas de depreciación durante su vida útil. Por épocas el más ajado, en ocasiones la figurita difícil y, sin dudas, el más reemplazado en especie (caramelos o saquitos de té) en un intercambio comercial. 
Desde un poder de compra de dos dólares -cuando salió al mercado monetario en 1992- hasta los 9 centavos de dólar con que se despidió el 31 de mayo de este año. 
Tal vez tuvo un mal aura desde su origen, al portar la figura del cuestionado Bartolomé Mitre (uno de los presidentes argentinos con la visión de sustituir un pueblo existente por un pueblo de inmigrantes, merced al paradigma de civilización versus barbarie). Pero un ojo artístico salteño vio en esta pieza de fibra de algodón una minúscula aspiración de vida y se la insufló con pinceles y acrílicos. 
Sergio Guillermo Díaz (34) es un artista que cobró popularidad e incluso se volvió viral en las redes sociales por sus trabajos de money art, que circularon sobre todo por Instagram, pero también por Facebook y Twitter. 
Hace dos meses él fue invitado por la ONG Haciendo Lío para donar una obra suya que se rematará on line en la subasta a beneficio “Todos x 2 pesos”, que cierra el próximo lunes. Lo recaudado beneficiará a escuelas rurales y un centro de capacitación en oficios gratuito. Entre las más de cien obras disponibles en la página de la ONG, el díptico de Sergio Díaz se destaca por su belleza y precisión. Él retrató a Christopher Reeve encarnando al Superman más amado de todos los tiempos. “Busqué un personaje que fuera popular y pudiera gustar a varios públicos”, le comentó a El Tribuno.

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El billete de dos pesos conoció diversas formas de depreciación durante su vida útil. Por épocas el más ajado, en ocasiones la figurita difícil y, sin dudas, el más reemplazado en especie (caramelos o saquitos de té) en un intercambio comercial. 
Desde un poder de compra de dos dólares -cuando salió al mercado monetario en 1992- hasta los 9 centavos de dólar con que se despidió el 31 de mayo de este año. 
Tal vez tuvo un mal aura desde su origen, al portar la figura del cuestionado Bartolomé Mitre (uno de los presidentes argentinos con la visión de sustituir un pueblo existente por un pueblo de inmigrantes, merced al paradigma de civilización versus barbarie). Pero un ojo artístico salteño vio en esta pieza de fibra de algodón una minúscula aspiración de vida y se la insufló con pinceles y acrílicos. 
Sergio Guillermo Díaz (34) es un artista que cobró popularidad e incluso se volvió viral en las redes sociales por sus trabajos de money art, que circularon sobre todo por Instagram, pero también por Facebook y Twitter. 
Hace dos meses él fue invitado por la ONG Haciendo Lío para donar una obra suya que se rematará on line en la subasta a beneficio “Todos x 2 pesos”, que cierra el próximo lunes. Lo recaudado beneficiará a escuelas rurales y un centro de capacitación en oficios gratuito. Entre las más de cien obras disponibles en la página de la ONG, el díptico de Sergio Díaz se destaca por su belleza y precisión. Él retrató a Christopher Reeve encarnando al Superman más amado de todos los tiempos. “Busqué un personaje que fuera popular y pudiera gustar a varios públicos”, le comentó a El Tribuno.

 

El Joker de Heath Ledger y Lord Voldemort de Ralph Fiennes. Javier Corbalán

Los caminos confluyen
Sergio nació en General Güemes y dijo que dibuja desde que tiene memoria. Que el money art se transformaría en su estilo de obra más popular le resultaba un vaticinio imposible en el pasado, pero en retrospectiva, repasó senderos en apariencia bifurcados de su infancia y adolescencia que se entroncan hoy. 
Por ejemplo, su madre, Inés Delgado, también con habilidad para el dibujo, lo inscribió cuando era niño en un taller de cerámica que daba el profesor Quinteros en la Jaime Dávalos. Además, previo a la era de internet, Sergio se sumergía en las ficciones de D’Artagnan y Nippur de Lagash o las series animadas de televisión. Por último, su papá, Antonio Díaz, durante aquellos años empleado de una empresa petrolera, traía de sus viajes por países de América billetes extranjeros que todos atesoraban. “Siempre tuve un vínculo fuerte con el papel moneda de Colombia, Venezuela, Brasil, Canadá, México, porque yo los guardaba y ahora estoy esperando el momento para pintarlos”, anticipó, mientras alisaba estos billetes de que habla, algunos en polipropileno con orientación biaxial (plástico) y que seguramente le insumirán un reajuste técnico al momento de intervenirlos. 

Obi Wan Kenobi, interpretado por Sir Alec Guinness. Javier Corbalán

Volver al dibujo
Sergio cursó en Salta el Profesorado de Artes Visuales (por concluir) y la Tecnicatura de Diseño Gráfico en la Escuela Provincial de Bellas Artes Tomás Cabrera. 
En el Museo de Arte Contemporáneo cumple tareas de montajista, guía y colabora en el diseño gráfico de las comunicaciones y cartelería de esa institución. Desde 1999 viene participando de varias muestras individuales y colectivas y salones en el medio local. 
Incluso ha sido distinguido con premios como el 1er. premio XXXVI Salón Provincial de Artes Visuales de Salta en 2016, una mención en pintura XXXV Salón Provincial de Artes Visuales, una obra seleccionada en la especialidad dibujo (2017) del Salón Nacional de Artes Visuales o el 1er. premio del VI Salón Regional de Pintura del NOA, Fundación Cultural de Santiago del Estero (2015), entre otros. Unos meses antes de que el Banco Central dispusiera quitar los billetes de $2 del circuito económico, los rostros de Mitre fueron reemplazados por artistas y gente no dotada para la caricatura ni el dibujo, pero que generaron una cadena sin fin de obras de arte. Sergio en realidad no buscó ser un agente más de este feedback de moda, sino volver a pintar. Dejar las obras artísticas seriadas para propiciar el momento de enfrentarse a la hoja inmaculado por puro placer. 

“No tengo desde que nació mi hija Guillermina, que en septiembre cumplirá tres años, porque mi taller se transformó en su cuarto, pero tener un taller nunca fue una cuestión para mí. Antes llevaba hojas y dibujaba mis series de animales en los tiempos muertos cuando el MAC se quedaba sin visitantes. Tenés que adaptarte siempre a la situación para poder trabajar”, definió este artista, acostumbrado a portar su obra y a que la inspiración lo halle trabajando. 
Personajes ícono de las películas de Batman, la saga Star Wars, la trilogía Volver al futuro, la saga de Alien y otras tantas descansan sobre la mesa de su cocina. El proceso de intervenirlos conlleva unas cuatro horas desde que para alisarlos los humedece y les pone un peso encima hasta que les realiza retoques. El papel moneda no es un lienzo convencional, sino que el artista debe vencer azules y rojos naturales con sus diseños. Sergio dijo que se apagan algunos colores, otros resaltan más al estar terminados. Los que insumen colores más planos (animación y cómics) demandan repintura, mientras que los retratos de personajes interpretados por actores se constituyen de pequeñas manchas y tienen un acabado más pictórico.

En un tríptico, el villano Darth Vader. Javier Corbalán

Obra viral 
“La repercusión de este trabajo fue lenta, pero paulatina. No esperaba que se volviera viral ni que luego dijeran que soy un referente de este tipo de arte”, señaló sorprendido. Pronto comenzó a seguir las carreras de artistas del rubro como el londinense Lewis Bannister, el estadounidense Dub Williams, la cordobesa Samanta Rched Abugauch o el venezolano José León. 
Él, además de los motivos de la cultura pop, proyecta una serie de pequeñas reproducciones de pinturas y como la nueva familia de billetes lanzada reemplazó el homenaje a figuras de la historia nacional por ejemplares de la fauna autóctona argentina, se prestó al juego de retratar un perro pila, un yaguareté, un carancho y un tapir, en quienes los diseñadores del Banco Central no pensaron para su rediseño. 
Entre sus obras de money art os dípticos y trípticos son más recientes y semejan una pared cualquiera tomada por el arte de un grafitero, puesta sobre la mesa de una cocina en esta circunstancia o sobre cualquier superficie que dicte el antojo de alguien. Al igual que los artistas del grafiti que aceptan las superficies de material aunque sobre ellas haya pegatinas, roturas e inscripciones, Sergio pintó sobre la cinta adhesiva con que una mano anónima buscó prolongar la vida útil del billete. El artista anticipó que con ellos concursará por una beca para obtener fondos y exponer en Buenos Aires. También que los mostrará en algún espacio local. Por el momento, dijo que se mantendrá ocupado preparando el aluvión de billetes regalados que tiene en custodia y cumpliendo con los pedidos de clientes de todo el país. 

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