Cuando llegamos a buscar a Darío en su casa, él no abrió la puerta, sino su mamá.
inicia sesión o regístrate.
Cuando llegamos a buscar a Darío en su casa, él no abrió la puerta, sino su mamá.
Darío Arias, o como le dicen "Pitu", tiene 41 años. Se levanta a las 6 de la mañana y con ayuda de su mamá llega al comedor donde se queda hasta la noche para volver a la cama.
En mayo le dieron un pedido de internación en el hospital Oñativia. Según contó, en un primer momento, se lo habrían negado por falta de camas que soportaran su peso. Luego de las denuncias que realizó por algunos medios, desde el hospital se comunicaron con él para que fuera a internarse.
"No puedo ir porque no tengo dinero para el taxi, apenas llegamos a mitad de mes con lo de mi mamá y lo mío", contó sentado en lo único que aún aguanta su peso: un balde con arena.
"Solo pido que lo ayuden a bajar 20 kilos", dijo Norma Cansino, madre de Darío. "Si es que podemos pagar un taxi, no lo quieren subir. Si baja de peso al menos puede tomarse el colectivo para ir a hacer los tratamientos", afirmó y rogó entre lágrimas por ayuda: "Ya estoy grande, qué va a ser de él. Por las noches me fijo si mi hijo aún respira".