Aún está fresco el mal recuerdo que dejaron los hinchas de Juventud Antoniana, que en medio de una feroz interna se enfrentaron en Tucumán, cuando el equipo se presentó a jugar en el estadio de San Jorge por la presente edición de la Copa Argentina (segunda fase regional de ida) y que motivo la suspensión del partido por el árbitro Rodrigo Rivero, en el inicio del segundo tiempo.
Como antecedente de los disturbios que generaron los barras del santo, aquella vez en cancha del expreso tucumano, ahora otra vez provocó un alerta máxima con respecto al traslado de los mismos hacia la provincia de Santa Fe, para el partido con Rosario Central, programado para el 2 de agosto próximo en la cancha de Unión, por los 32avos. de final de la Copa Argentina.
A través de los redes sociales y en la cuenta oficial de Juventud, ayer se dieron a conocer los precios de las localidades para los hinchas salteños que quieran acompañar al equipo que dirige Gustavo Módica, frente al canalla rosarino. En la publicación se detalla que las localidades saldrán a la venta el martes 31 de julio y el miércoles 1 de agosto. Los interesados podrán dirigirse al estadio Fray Honorato Pistoia (Lerma, casi esquina La Rioja), de 10 a 18. La popular tendrá un costo de $350, mientras que a la platea se la podrá adquirir a $700. Y que el día del partido se venderán en la cancha de Unión de 18 a 21.
Vale tener en cuenta que el inicio del choque entre Juventud y Rosario Central está programado para las 21.10.
A todo esto y ante el mal comportamiento de los hinchas santos que no hace otra cosa que perjudicar a la institución; queda como interrogante saber cómo será el proceder tanto de las autoridades de Seguridad, desde el estado salteño, como así también de la Provincia de Santa Fe. Cabe una enorme responsabilidad cuando las amenazas para volver a encontrarse entre ambos grupos que se identifican con Juventud aparecen como una constante. Hasta el momento, los hechos violentos en que incurrieron no llegaron a tener que lamentar otros males.
La apuesta para erradicar definitivamente a los violentos de los estadios de fútbol es materia pendiente en todo el país y Salta no es la excepción. Lo que ocurrió a fines de enero de este año en el estadio de San Jorge es una clara muestra de que es necesaria una política más severa. Aun cuando Juventud mostraba un mejor juego que el rival y le ganaba de visitante (2-1), se “armó la podrida”. Ojalá que ahora en Santa Fe la prevención cumpla un rol preponderante para que luego no haya nada que lamentar.
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Aún está fresco el mal recuerdo que dejaron los hinchas de Juventud Antoniana, que en medio de una feroz interna se enfrentaron en Tucumán, cuando el equipo se presentó a jugar en el estadio de San Jorge por la presente edición de la Copa Argentina (segunda fase regional de ida) y que motivo la suspensión del partido por el árbitro Rodrigo Rivero, en el inicio del segundo tiempo.
Como antecedente de los disturbios que generaron los barras del santo, aquella vez en cancha del expreso tucumano, ahora otra vez provocó un alerta máxima con respecto al traslado de los mismos hacia la provincia de Santa Fe, para el partido con Rosario Central, programado para el 2 de agosto próximo en la cancha de Unión, por los 32avos. de final de la Copa Argentina.
A través de los redes sociales y en la cuenta oficial de Juventud, ayer se dieron a conocer los precios de las localidades para los hinchas salteños que quieran acompañar al equipo que dirige Gustavo Módica, frente al canalla rosarino. En la publicación se detalla que las localidades saldrán a la venta el martes 31 de julio y el miércoles 1 de agosto. Los interesados podrán dirigirse al estadio Fray Honorato Pistoia (Lerma, casi esquina La Rioja), de 10 a 18. La popular tendrá un costo de $350, mientras que a la platea se la podrá adquirir a $700. Y que el día del partido se venderán en la cancha de Unión de 18 a 21.
Vale tener en cuenta que el inicio del choque entre Juventud y Rosario Central está programado para las 21.10.
A todo esto y ante el mal comportamiento de los hinchas santos que no hace otra cosa que perjudicar a la institución; queda como interrogante saber cómo será el proceder tanto de las autoridades de Seguridad, desde el estado salteño, como así también de la Provincia de Santa Fe. Cabe una enorme responsabilidad cuando las amenazas para volver a encontrarse entre ambos grupos que se identifican con Juventud aparecen como una constante. Hasta el momento, los hechos violentos en que incurrieron no llegaron a tener que lamentar otros males.
La apuesta para erradicar definitivamente a los violentos de los estadios de fútbol es materia pendiente en todo el país y Salta no es la excepción. Lo que ocurrió a fines de enero de este año en el estadio de San Jorge es una clara muestra de que es necesaria una política más severa. Aun cuando Juventud mostraba un mejor juego que el rival y le ganaba de visitante (2-1), se “armó la podrida”. Ojalá que ahora en Santa Fe la prevención cumpla un rol preponderante para que luego no haya nada que lamentar.