Los chilenos Felipe Osiadacz (28) y Fernando Candia (30) acababan de llegar a Malasia. Felipe se había recibido de ingeniero comercial y Fernando de chef. Era el primer día de sus vacaciones y salieron a un bar. Tomaron algo y luego de un par de horas regresaron a su hotel donde se hospedaban, pero un hombre los abordó en el camino. Les pidió dinero, se lo negaron y ante el rechazo los siguió. La situación comenzó a ponerse tensa.
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Los chilenos Felipe Osiadacz (28) y Fernando Candia (30) acababan de llegar a Malasia. Felipe se había recibido de ingeniero comercial y Fernando de chef. Era el primer día de sus vacaciones y salieron a un bar. Tomaron algo y luego de un par de horas regresaron a su hotel donde se hospedaban, pero un hombre los abordó en el camino. Les pidió dinero, se lo negaron y ante el rechazo los siguió. La situación comenzó a ponerse tensa.
Los chilenos ingresaron al hotel. El hombre malayo, y según el informe forense “bajo los efectos de diversos estupefacientes”, continuó junto a ellos y comenzó a insultarlos. Luego se puso aún más agresivo. Los amigos, según el relato de sus familias, le pidieron al recepcionista que llamara a la Policía.
Según lo publicado en el diario chileno La Tercera, el juicio se iniciaría en agosto. Los familiares de Felipe y Fernando estuvieron organizando un viaje para inicios del próximo mes. También irían el senador Francisco Chahuán y el abogado Juan Carlos Manríquez, posiblemente junto a otros penalistas que asesoraron a los padres de los jóvenes.
Otro tema que generó debate fue la existencia de un video con imágenes del incidente, que para algunos incrimina a los chilenos y para otros los exculpa. El senador Manuel José Ossandón dijo al canal CNN Chile: “Después de la información que me dieron, soy súper pesimista (...) porque hay grabaciones que los inculpan seriamente”. Agregó que le contaron que “uno se sentó en el pecho y otro le levantó los pies, y el otro se empezó a ahogar hasta que se murió”.
Por el contrario, el senador Francisco Chahuán, quien sigue el caso desde el principio, sostuvo que “el video es lo que les permite a ellos mantener su inocencia (...). Lo que nos debe motivar a nosotros los parlamentarios es traer a estos jóvenes de vuelta y con vida”.
A casi un año del hecho, fuentes dijeron al diario chileno La Tercera que Felipe y Fernando comparten la misma celda, perdieron mucho peso y están bajo gran estrés.