Por diferentes circunstancias en la actualidad está vinculado al sindicalismo en el gremio de UDA. El marcador central, casado con Mariela y padre de tres hijos (Fabricio, Mirko y Bastian) jugó en San Martín, Sanidad, Pellegrini, San Antonio y Argentinos, entre otros.
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Por diferentes circunstancias en la actualidad está vinculado al sindicalismo en el gremio de UDA. El marcador central, casado con Mariela y padre de tres hijos (Fabricio, Mirko y Bastian) jugó en San Martín, Sanidad, Pellegrini, San Antonio y Argentinos, entre otros.
¿En qué club iniciaste tu carrera como jugador?
En Juventud a los 17 años, jugué varios partidos en el Anual y estuve en el banco de suplentes en un Argentino A. Formé parte del plantel que obtuvo el ascenso en Cipolletti con Juan de la Cruz Kairuz. También estuve con Fernando Donaire, Agustín Comelles, grandes equipos de aquellas épocas.
Sos profesor de educación física pero no ejercés...
Me recibí de profe, hice la licenciatura en Alto Rendimiento, preparador físico y soy técnico nacional. Tuve la posibilidad en mi corta edad de participar de cuerpos técnicos en Juventud, cuando militaba en el Nacional B, como por ejemplo Néstor Choque. También fui ayudante de campo de Andrés Cabrera en Central Norte. Hice experiencias como técnico en Unión Güemes y en el Valle de Lerma.
¿Cuándo te diste cuenta que debías estudiar porque no podrías vivir del fútbol?
Una infidencia, gracias a Dios, por el destino o lo que fuera participé en varias pretemporadas con grandes glorias de Juventud, compartí habitación con referentes como (Raúl) Iturrieta, el Pichi Velarde, (José) Valdiviezo, ellos me hacían hincapié que no había que dejar el estudio, siempre estar ligado a otra profesión, nunca descuidar lo profesional porque el fútbol es un deporte muy atractivo pero también es muy ingrato, es muy difícil vivir cuando no estás vinculado en la faz económica.
Analizando que estas palabras venían de grandes referentes seguí vinculado al fútbol pero sin descuidar los estudios, esas charlas y consejos se las agradeceré siempre porque me forjaron una forma de vida y de manejarme en ella. Es lo que mantiene económicamente a mi familia porque si fuera por el fútbol sería muy complicado.
¿Qué opinión tenés de la actualidad del fútbol salteño?
En un análisis profundo, aunque hace tiempo que no estoy relacionado directamente con los clubes, hace 25 años cuando Gimnasia se codeaba con los grandes del fútbol argentino y Juventud logró ascender a la Nacional B, peleábamos de igual a igual con otra regiones del país como Cuyo, provincias como Tucumán, Córdoba.
Recuerdo que en esos años, fines de los 90, la región del Litoral, Formosa, Misiones y San Luis, no existían en el mapa futbolístico argentino, el mismo Santiago del Estero, y hoy por hoy esos equipos tienen representación en el Nacional B.
¿Es muy triste la actualidad?
Me duele en el alma, Godoy Cruz, San Martín de San Juan, Atlético Tucumán y San Martín no sacaron muchos años de diferencia, tienen otra estructura de trabajo en inferiores. Invirtieron tiempo y presupuesto, lo veo desde afuera porque no estoy inmerso en los clubes. Son los proyectos a largo plazo que tiene que hacer todo club para prosperar.
En el fútbol salteño, lamentablemente, estamos sumidos en una crisis muy profunda. Creo que son los dirigentes los encargados de explicar y en dar el porqué vivimos hace tantos años jugando Argentino A, enfrentándose Juventud y Gimnasia con equipos de mucha menor categoría.
¿Los formadores son mal pagos?
Sé que un profesional que trabaja en inferiores tiene un sueldo ínfimo, es prácticamente como el de un trabajo que no llega a cubrir las necesidades básicas. Aparte que no tiene aportes de obra social le pagan de a pucho, un profesional que se dedica al fútbol en inferiores lamentablemente no puede vivir de eso.
Se reestructuró el torneo de ascenso, ¿qué opinás?
Tengo una visión muy subjetiva de ese tema, la única forma de volver a resurgir es regionalizar y esta es una de las formas, por supuesto sé que hay muchos jugadores y cuerpo técnico que se quedaron sin trabajo porque tenían una continuidad en Federal B y C, peor también sé que lamentablemente hay equipos que estaban compitiendo y no podían soportar un campeonato largo, viajes, concentraciones y mantener al plantel. Con este formato se dará más nivel a la liga local. Serían como los Confraternidad que se jugaban antes.
Un equipo de la liga local, en tres años de competencia podía llegar a primera división, así lo hizo Gimnasia y San Martín de Tucumán.