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Oración y acción en honor a San Expedito en la parroquia San Ramón 

Los días 19 de cada mes los fieles se reúnen en la parroquia para juntar alimentos, ropas y calzados que luego distribuyen entre los más necesitados.
Viernes, 27 de julio de 2018 23:03

En Tartagal, la oración y la acción se unen en honor a San Expedito. El 19 de cada mes los devotos de San Expedito de Tartagal se reúnen en la parroquia San Ramón ubicada al norte de la ciudad y la plegaria y la oración van de la mano de la acción solidaria, en este caso dirigida a quienes más lo necesitan.

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En Tartagal, la oración y la acción se unen en honor a San Expedito. El 19 de cada mes los devotos de San Expedito de Tartagal se reúnen en la parroquia San Ramón ubicada al norte de la ciudad y la plegaria y la oración van de la mano de la acción solidaria, en este caso dirigida a quienes más lo necesitan.

Si bien la celebración central se realiza el 19 de abril, en esa fecha y todos los meses los devotos de Tartagal se reúnen para la misa, a la que llegan portando alimentos no perecederos y prendas de vestir que se destinan a las familias de escasos recursos.

Fue en la crisis del 2000 cuando el entonces párroco de la iglesia de San Ramón, Rafael Padilla, decidió inaugurar un comedor en el patio de la propia parroquia donde madres con sus hijos, ancianos y todo aquel que lo necesitara encontraban un plato de comida caliente. 

“El padre Rafael Padilla decía que los más pobres sufrían tanto que por lo menos ese plato de comida lo recibieran con alegría, así que compró un equipo de música para acompañar esa comida”, recordó una amiga del sacerdote que falleció a la edad de 46 años aquejado de una penosa enfermedad.

Cuando el padre Rafael dejó de estar al frente de la parroquia San Ramón fue reemplazado por otros sacerdotes y en la actualidad, como lo explican los devotos de San Expedito que desinteresadamente trabajan y colaboran en la parroquia, “hoy no tenemos el comedor porque la idea es repartirle los alimentos para que coma en familia”.

Otro grupo conformado por mujeres que tienen el talento del tejido a mano son las encargadas de tejer ropita de abrigo, mantas para los bebés y arreglar ropa usada que se destina a la labor benéfica de la parroquia. Un gesto noble de imitar porque la oración, va acompañada con la acción.

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