Martín Rumbo, escritor mendocino, salió de su casa en su moto pero, cuando en un operativo de tránsito lo pararon para pedirle la documentación, se dio cuenta que se la había olvidado. Su desopilante descargo lleno de humor, generó un gran impacto en todas las redes sociales.
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Martín Rumbo, escritor mendocino, salió de su casa en su moto pero, cuando en un operativo de tránsito lo pararon para pedirle la documentación, se dio cuenta que se la había olvidado. Su desopilante descargo lleno de humor, generó un gran impacto en todas las redes sociales.
Agentes de Tránsito de Mendoza Capital le labraron una multa por un valor cercano a los 4 mil pesos, con la opción de hacer un descargo para bajar el precio de la pena. El autor de “Mendoza tiembla” puso todo su ingenio en ese descargo y escribió una nota tan desopilante como graciosa para que el juez vial se apiade de él.
“Vivo en Km 11, Guaymallén. No sé si usted conoce, pero acá la gente se saluda con dos besos y tiene un acento extraño, así que imagínese que los taxis por esata zona son ciencia ficción ...”, dice uno de los fragmentos.
Después de explicarles la situación a los agentes de Tránsito, lo autorizaron a tomarse un taxi y buscar la documentación que le faltaba. “Se detuvo el futuro enemigo de Uber y, por el nada módico valor de $ 100, me llevó hasta mi oficina y me dejó nuevamente en la Arístides...”, contó Rumbo en su descargo.
La multa se la hicieron igual, pero zafó del secuestro de la moto. Rumbo reconoció que la multa estaba bien puesta, aunque guardaba la esperanza de que no se la hicieran. “Técnicamente tenía razón (en hacerle la multa), pero tal como creímos que le íbamos a ganar a Francia, uno nunca pierda la esperanza... hasta que te clavan cuatro pepas”, agregó.
En el final de la nota, el escritor le pidió piedad al juez. “Salvarme de pagar esas cuatro luquitas sería una buena noticia en estos tiempos de selecciones frustradas y dólares incontrolables”, cerró la nota.