La situación en el vertedero San Javier vive meses de definición. Desde el municipio reconocieron ayer que la trinchera 1, que se usa actualmente para arrojar la basura, tiene vida útil hasta diciembre; sin embargo -sin dar fechas concretas-, solo se limitaron a señalar que trabajan para la habilitación del sector cuatro.
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La situación en el vertedero San Javier vive meses de definición. Desde el municipio reconocieron ayer que la trinchera 1, que se usa actualmente para arrojar la basura, tiene vida útil hasta diciembre; sin embargo -sin dar fechas concretas-, solo se limitaron a señalar que trabajan para la habilitación del sector cuatro.
"Si bien la trinchera en donde se depositan actualmente los residuos está alcanzando su máximo, no implica un colapso. Tiene aún un tiempo de uso estimativo hasta diciembre. En este sentido, ya se trabaja en la pronta habilitación de la número cuatro", reconoció ayer el jefe de Gabinete municipal, Luís María García Salado.
El funcionario encabezó un encuentro con gente de la Secretaría de Ambiente y el equipo de abogados del área de Procuración. La reunión fue un día después de que el municipio participara de la audiencia en sede judicial por una denuncia de vecinos por contaminación del vertedero.
A diario, el relleno sanitario San Javier recibe unas 800 toneladas de residuos que se recolectan en la ciudad y en municipio del área metropolitana.
Por el colapso de la trinchera 3, a inicios del 2016 se reabrió la trinchera 1, que había sido clausurada en 1999. En estos momentos allí se están arrojando los residuos, y el lugar está a punto de colapsar.
Para poner a punto el nuevo sector donde tirar la basura (trinchera 4), se debe colocar una geomembrana, que tiene un costo de 24 millones de pesos. El municipio insiste con que se le solicitó ese monto a la Nación, pero la plata no aparece y los trabajos no avanzan.
El tema es que en un momento el municipio había señalado que asumiría los costos de la malla, pero el Tribunal de Cuentas objetó esto y se lo revocó con una resolución.
Sin lixiviados
Al respecto, García Salado señaló que "los informes indican que no hay contaminación de líquido lixiviado en el río Arenales".
El jefe de Gabinete resaltó que los estudios presentados por Ambiente municipal y comparados con los de la empresa Agrotécnica Fueguina indican que no hay filtraciones ni derrames de lixiviado sobre el cauce natural.
Finalmente, adelantó que la Secretaría de Medio Ambiente cuenta con un proyecto para la creación de una barrera de arbolado en el perímetro del vertedero San Javier. Esta permitirá reducir el polvo en el aire, la oxigenación del ambiente y reducción de gases, entre otros beneficios. El proyecto prevé la posibilidad de expandirse también en los sectores urbanos, en lo que es la zona sudeste.
Luego de finalizada la audiencia el martes, los vecinos consultados por este medio señalaron que se retiraban con un sabor amargo; porque aseguraron no se dieron soluciones concretas a los problemas que ellos vienen planteando desde hace mucho tiempo.