A la oscuridad reinante en las autopistas del sur de la ciudad, ahora se suma la basura que inescrupulosamente han comenzado a arrojar los vecinos de los barrios aledaños.
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A la oscuridad reinante en las autopistas del sur de la ciudad, ahora se suma la basura que inescrupulosamente han comenzado a arrojar los vecinos de los barrios aledaños.
A falta de controles, también los carteles señalizadores han sufrido el vandalismo y se pueden observar sobre ellos los trazos de pintura con aerosoles que los arruinaron por completo.
Por un tiempo, la gente había dejado de tirar basura en la autopista que une la ruta provincial 21 con la RN 68 y la autopista del oeste, pero ahora, evidentemente, volvieron a una de las peores costumbres: sembrar sus basuras e inmundicias a orillas de los caminos como si no contasen con servicio domiciliario de recolección municipal.
Es cierto que en muchos casos este servicio no es muy eficiente, pero ello no justifica andar sembrando los caminos con roñas y residuos.
En la autopista que une la ruta provincial 21 y la RN 68 permanece tirado en la banquina norte y desde hace más de dos semanas, un televisor.
En el mismo sector se pueden ver microbasurales por donde revolotean caranchos y merodean los perros.
Y otro tanto ocurre en la banquina sur. Basura y más basura que habla a las claras de la pésima educación de los vecinos que por más que poseen en modernos automóviles o camionetas, muestran a las claras su inadaptación social y la incapacidad de vivir en una sociedad limpia y ordenada.
Y esto es evidente, ya que nadie puede transportar a pie o en moto bolsas de basura como las que se pueden ver a orilla de los caminos.
Resulta obvio decir que la basura es llevada en algún automotor a deshora, aprovechando la oscuridad reinante en el lugar, ya que pese a los permanentes reclamos, reina la indiferencia y la iluminación de la autopista sur no llega, ni para seguridad de la gente ni por salubridad pública.
Edesa, bien gracias.